Adiós a un genio del trazo

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAY/2016).- Una noticia tiñó de tristeza el mundo de las viñetas para comenzar la semana: El dibujante y guionista Darwyn Cooke falleció víctima de un fulminante cáncer a la edad de los 54 años, según dio a conocer su esposa. Y con él se va uno de los mejores artistas en los cómics de Batman, Superman y la Mujer Maravilla, entre otros.

Son muchas las cualidades que le garantizan al Darwyn Cooke (1962-2016) un lugar en el Olimpo de los grandes creativos del cómic, tanto por su trabajo en como dibujante, como por su labor en los guiones, el trazo limpio y suave, además de una narrativa suave y fluida. La sima de lo anterior le terminaría otorgando un estilo único en el mundo del cómics.

Marcha Cooke, esposa del artista gráfico, dio a conocer que Darwyn falleció rodeado de “familiares y amigos” el fin de semana. Agregó que de momento la familia prefiere privacidad honorar la memoria de su marido apoyando la iniciativa “Hero”, que el propio dibujante impulsó, y que busca reunir fondos para artistas de cómic retirados.

La noticia cayó como un balde de agua fría entre los amantes de las historietas, y especialmente los seguidores de Batman, personaje al que Cooke ayudó a redefinir a lo largo de la década de los años noventa del siglo pasado.

Alejado del estilo realista y violento que imperó en la década de los años ochenta, Cooke dotó al Hombre Murciélago y a otros personajes de DC Comics de un estilo mucho más caricaturesco y suave, que se vio reflejado en “Batman: The Animated Series”, aclamada por la crítica como una de las obras cumbre del Caballero de la Noche.

En lo cómics, Cooke fue el autor de obras como Batman / Spirit, Catwoman (a quien le dio un nuevo diseño, mismo que mantiene en la actualidad), “X-Force”, y especialmente “DC: The New Frontier”, historieta que posteriormente sería adaptada a la animación, donde se respetó el aspecto visual que el creativo plasmó en el papel.

Dan DiDio, coeditor de DC Comics, aseguró que “Darwyn Cooke vivió una vida como un personaje de una novela de Mickey Spillane, una mirada a una época pasada que fue, más que ocasionalmente, reflejada en su trabajo. La brillante simpleza de su arte y el flujo natural de sus guiones no solo elevaron sino que fortalecieron todos los proyectos que abordó, y su pasión y amor por los cómics estuvo reflejado en cada viñeta de cada página”.