Omar es Bravo… detectando talentos

GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2015).- Una vez que cuelgue los botines, el goleador histórico del Guadalajara, Omar Bravo, no sabe a qué se dedicará, pero sí está seguro que ser director técnico está lejos de agradarle para seguir ligado al balompié, ya que es una posición bastante dura y le está agarrando cierto cariño a detectar talentos dentro de los equipos de fuerzas básicas de Chivas.

Bravo Tordecillas está pleno en este momento. Pasó momentos complicados cuando tuvo a su hijo hospitalizado, lo cual le hizo madurar más en todos los aspectos y poco a poco está definiendo ciertas cosas para su futuro, siempre pensando en su familia.

“Cuando me preguntan si seré entrenador, les digo que no estoy seguro porque se está en una posición complicada al ser 25 personas o 30. Todos con estados de ánimo diferente y siempre debes tener las maletas hechas y listo para irte si los resultados no llegan”.

Antes de que se diera el problema con su hijo, ya traía inercia de visor, asistía a ver las fuerzas básicas de Chivas, tomaba sus apuntes y puede decir en este momento, que ser visor no le desagrada o estar vinculado en algún puesto en las fuerzas básicas.

“Puede ser algo que se pudiera dar. Hay que prepararse mucho, estar por las tardes en Verde Valle o en la Gigantera para no dar opiniones a la ligera sobre las fuerzas básicas. Hay que estar ahí, tener compañeros de generación. He visto muchos jugadores con mucho potencial, casi a la mayoría le he atinado y están en el primer equipo, no voy a decir nombres porque es contraproducente generarles presión. Vienen tres jugadores muy fuertes y espero que rápido aterricen en Chivas, pero el tema de cociente lo pone más difícil”.

Cuando Bravo abandonó el box porque a su madre no le gustó este deporte, Bravo se mentalizó en ser un jugador profesional, trabajó duro para llamar la atención y Chivas lo invitó a formar parte de su historia. Pero no todo fue fácil, a temprana edad tuvo que dejar a su familia, pasar momentos complicados en muchos aspectos y desea ayudar a quienes tienen talento, para que no sufran como le tocó a él.

“Me gusta estar en Chivas, amo lo que hago, veo a los chiquitos de ocho años hasta los que están en el primer equipo, porque me recuerdan mucho cuando estaba en la casa club, cuando tenía muchos sueños, quería ser protagonista aquí y en la medida de mis posibilidades, ayudo cuando puedo para que ese sueño no les sea tan complicado, como me sucedió a mí”.
 
Ser capitán es como tener un cuchillo en el cuello

Establecer un acuerdo con otra persona es difícil. Ahora, cuadrar algo con 25, es casi una misión imposible en todos los aspectos. Así que ser capitán, admite Bravo, ha sido una de las etapas más interesantes que le ha tocado vivir, pero al mismo tiempo, difícil de lograr.

“Nunca me ha gustado ser capitán, asumo mi responsabilidad, soy el portavoz del grupo y con cinta o sin ella, tengo claro el rol dentro del equipo. Fue difícil (el cambio de técnico), porque siempre cuando eres capitán sales raspado por una u otra cosa”.

Dentro de lo difícil que ha sido portar el gafete de capitán, Bravo se encontró con que hay filtraciones que han dejado al equipo frágil, porque cosas que pasan internamente, en cuestión de minutos la prensa las sabe y ahí se siente impotente por no poder controlar esto, como cuando buscaron que “Chepo” De la Torre siguiera en el timón.

“De la casa de Jorge (Vergara) a Verde Valle, ya todo se sabía. Dije ‘madre mía, qué está pasando’ porque eso te hace sentir vulnerable y hay cosas que no han sido correctas dentro del vestidor, lo cual eso saldrá tarde o temprano. A mí eso me hace perder la capacidad de asombro de cómo se filtran tantas cosas que son intimas del vestidor, del jugador, hay códigos”.

En el vestidor del Guadalajara hay dos jugadores que no han jalado parejo, es decir, le filtraban al dueño lo que pasaba al interior. De hecho cuando “Chepo” fue destituido, el nombre de un jugador fue nombrado por Vergara como su principal informante, lo cual ante el grupo el incriminado negó al tener a Vergara en el teléfono.

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Fanático de Los Cañeros

Omar Bravo es un apasionado del beisbol, es fanático de los Cañeros de Los Mochis y su tiempo lo invierte en su familia, sus hijos y goza estar con ellos siempre que puede. Su hijo pasó mucho tiempo en el hospital y prometió que si salía bien, estaría siempre ahí, lo cual cumple cabalmente.

“Dedos” es de nivel internacional

No solamente en la cantera de Chivas, en el futbol mexicano hay pocos elementos como Raúl “Dedos” López, con su visión de atacar, metiendo centros sobre la marcha o a balón parado, lo cual le ha dado un plus a Chivas, así lo reconoció Bravo, quien ve en su compañero a un elemento de calidad internacional. “Es un jugador muy centrado, porque desde que regresé a Chivas hubo cosas que me sorprendieron de algunos jugadores en cuanto a su estado emocional, no voy a decir quiénes, pero él es uno de los jugadores más centrados en el equipo y tiene mucha oportunidad de crecer”.

Contó el goleador histórico del Guadalajara, que de recién que llegó al redil le tocó ver al “Dedos” en pretemporada, traía un nivel exquisito y cuando se dio cuenta que lo prestarían a Coras, puso el grito en el cielo.

“Le recriminé al ‘Güero’ Real cuando llegué, porque estuvo haciendo la pretemporada con nosotros, era un avión en el CAR, pero lo prestaron. ¿Cómo lo prestaron si andaba volando en la pretemporada? Lo veía en un gran nivel y no veía la necesidad de que lo prestaran a la división de ascenso. Me explicaron los procesos, él podrá corroborar esto y bueno, no lo entendía. Aclaro que no me pelee con José Luis Real”.

Bravo se acerca mucho al lateral-volante por derecha, le da consejos, lo guía de alguna manera a ser mejor jugador dándole algunos tips, así como siempre buscar mantenerlo con los pies en la tierra para que explote su gran calidad.

“Hay pocos en este momento, es mi punto de vista. Debe mejorar algunas cosas, estar consciente de la situación del equipo, también que no hay momento para celebrar ni tirar cuetes porque este equipo debe estar siempre en los primeros lugares”.

El diálogo con Vergara

Cada ocasión que se fue Bravo del Guadalajara, se decía que no regresaría porque había salido mal con el dueño, Jorge Vergara, pero aclaró que jamás fue vetado su agente ni él se fue por la puerta de atrás, tan es así que ha sido bendecido por estar viviendo su tercera y última etapa como jugador en el redil.

“He sido afortunado, esta es mi tercera etapa y en diferentes circunstancias y nunca he buscado para que se den. Nunca he salido mal, ni la primera vez que fui al Depor (La Coruña) ni la segunda que me fui a Kansas, ahora tampoco cuando regresé al Atlas. No tuve ningún problema, somos caballeros, no he chocado con nadie y he tomado mi rumbo de acuerdo a lo que me conviene con mi familia”.

Aceptó que no siempre está de acuerdo con las determinaciones que toma el dueño, quien le ha manifestado siempre una apertura total, escucha, lo cual deja un buen sabor de boca porque hay explicaciones del por qué se hacen los movimientos.

“Cordial y de respeto. A veces no estoy de acuerdo con él ni él conmigo y continúa, es la verdad, él lo puede decir y no siempre voy a coincidir con lo que decide o lo que yo digo, pero eso no quiere decir que estamos peleados, que no nos hablemos. Tenemos una buena relación y sí hemos tenido cosas en las que no estamos de acuerdo”.