Jueves, 25 de Abril 2024
Cultura | Alguna vez se pensó que el fuerte podría convertirse en un museo de sitio

Mezcala, la isla de los proyectos truncos

El carácter histórico que se pretendía dar al lugar fue suplantado por un sentido turístico que al final se abandonó y así continúa

Por: EL INFORMADOR

Para llegar a la isla bastan 20 minutos en lancha y menos de 300 pesos; para quedarse hace falta una buena razón. EL INFORMADOR / M. Vargas

Para llegar a la isla bastan 20 minutos en lancha y menos de 300 pesos; para quedarse hace falta una buena razón. EL INFORMADOR / M. Vargas

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUL/2015).- A mitad de semana hay muchas lanchas disponibles en el muelle de Mezcala. La basura que lo rodea y el descuido es una antesala de lo que se verá en la isla del mismo nombre, a la que se llega en alrededor de 20 minutos y con menos de 300 pesos.

El atracadero del lugar es incómodo, por eso los visitantes deben tener equilibrio y agilidad para llegar a tierra firme sin mojarse los pies. Llantas, latas y lanchas volteadas dan la bienvenida junto con el letrero en español e inglés que muestra los puntos estratégicos que deben visitarse en el lugar. Los guardias que custodian el islote se acercan y avisan sobre la disponibilidad de los baños y la hoja de registro, después los paseantes pueden iniciar su recorrido.

No hay mucha señalética pero el sentido común apunta a seguir el camino empedrado por el cual se asoman lagartijas de varios colores, mismas que se alejan conforme escuchan los pasos de unos estudiantes que ese día pasean por la isla.

El trayecto es empinado, solitario y silencioso hasta los primeros vestigios que se atisban: la Capilla y la Plaza de Armas, la primera es una construcción vacía y con la entrada al campanario cerrada, mientras que la segunda es el espacio abierto de mayor cobertura de la isla.

Placas en las inmediaciones explican cuáles son los inmuebles que se vislumbran más allá, como el Cuartel Viejo, el Corral y la Casa Fuerte, ésta última una construcción que impone, tanto por su estructura como por su decadencia.

El edificio que debía fungir como centro interpretativo está vacío, con muros que presumen grafiti en lugar de museografía y el olor rancio recibe a quienes entran. También hay humedad y no sólo huele, sino que corroe la pintura que recubre las paredes de afuera. Para subir hay dos lados, pero uno está destruido, lleno de ladrillos y botes de refrescos de plástico.

Saliendo de la casa-fuerte está el Cuartel Insurgente y la Torre de Caballero Alto que podría haber sido otro museo, pero que ahora sólo es una construcción con una puerta cerrada. El mapa de la entrada, porque no hay otro completo en la isla, mostraba un cementerio pero no se percibe. Al final de la isla está el presidio y lo que alguna vez fue el hospital de los presos. Un letrero habla del recinto fortificado y su uso de 1816 a 1821 como cárcel al constatar las ventajas que éste les había ofrecido para su resistencia a los miembros del Ejército insurgente. ¿Cómo vivían en ese lugar? Eso no se puede saber, no hay más explicación, lo demás corre por parte de la imaginación del visitante, el cual encontrará al interior de la fortaleza tierra, piedras y pasto seco.

Mezcala en revalorización, dice Cultura


Tomás Orendain Verduzco, titular de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (SC), señaló que ahora que Poncitlán vuelve a ser candidato a recursos federales la nueva autoridad tendría que ver con otros ojos el proyecto.

El funcionario informó que la dependencia en la que trabaja estuvo haciendo una revisión sobre si el proyecto original que se tenía contemplado para el Bicentenario se mantiene vigente, que hablaba de un museo de sitio y llevar acervo en papel, algo inadecuado debido a la humedad y condiciones de clima que podrían afectar este tipo de patrimonio. “Se estuvo valorando por parte de Susana Chávez Brandon (directora de Museos y Exposiciones de la SC) la posibilidad, en función de darle el apoyo. Quizá el museo de sitio con una serie de adecuaciones no tendría problema, pero llevar un acervo en papel sí”.

Aceptó que si la administración entrante decide no retomar el proyecto Cultura podría hablarlo, pero que su injerencia no da para más debido a que el comodato de la Isla todavía pertenece a Poncitlán. “El edificio, el comodato está a nombre del municipio, la situación del municipio la tiene Poncitlán, se los ceden en función de un uso que le vaya a dar.

De momento, Orendain Verduzco declaró que la Secretaría de Cultura puede apoyar en asesoramiento en las convocatorias que saca el Conaculta y en el equipamiento de diversos espacios, como las instalaciones nuevas de baños que corrieron a cargo de la dependencia. “Cuando nosotros llegamos en 2013 esa obra estaba en proceso de ejecución con recursos de 2012 y a nosotros nos tocó finiquitarlo, eso fue con recursos del gobierno del Estado”.

Proyectos a la deriva con cambio de administración

En 2010 el panorama para la Isla de Mezcala era prometedor: la creación de un centro interpretativo y un museo en la Torre del Caballero Alto, planes de mantenimiento a inmuebles restaurados y el objetivo de continuar la investigación en el lugar. Cinco años después los proyectos están truncos, olvidados y en un camino sin rumbo definido.

Víctor Gómez, director de Turismo del Ayuntamiento de Poncitlán, explicó que los planes en la Isla de El Presidio —como se conoce también a Mezcala— estuvieron detenidos debido a que el municipio no podía solicitar recursos federales, ya que la pasada administración no había comprobado los fondos recibidos para el proyecto en distintas etapas.

El funcionario recordó que hubo una política de Gobierno cuando estuvo Felipe Calderón Hinojosa para restaurar monumentos de gran relevancia. A través de esas convocatorias, Poncitlán se vio beneficiado con una etiqueta de 25 millones de pesos de acuerdo con el presupuesto de Egreso de la Federación de 2008, sin embargo, el dinero no llegó por un error de origen, en el que se decía que los recursos eran para Isla de Mezcala, la cual se encontraba en el Ayuntamiento de Guadalajara, otro municipio . “De acuerdo a lo que nos dice el presupuesto de 2009, se aplicó otros cinco millones según el mismo anexo que es para cultura, pero fue cuando hubo sanción”.

Gómez detalló que el plan no se realizó según la aprobación que había dado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que también se pararon las obras.

Tras su llegada a la Secretaría de Turismo municipal de Poncitlán en 2012, el funcionario indicó que el siguiente año solicitaron recursos para Mezcala, pero les contestaron que estaban vetados porque no habían comprobado el uso de cinco millones de pesos, los cuales justificaron este 2015 tras una reunión con los involucrados. “Ya no alcanzamos a bajar fondos, ya se terminaron los tiempos. Nosotros de acuerdo a los tiempos tendríamos que solicitarlos para el Congreso entre junio y julio de 2015.Estamos metiendo la solicitud para que en el ejercicio fiscal de 2016 se pueda participar por fondos”.

En caso de que el proyecto se presente ante Hacienda a más tardar en agosto, este noviembre podrían decidir si el proyecto es sujeto a recibir apoyo, aunque la ejecución sería responsabilidad del gobierno entrante (PRI-Verde). “Nos vimos impedidos hasta que se dio el desahogo. Para nosotros es importante que quien llegue tenga la carpeta servida para poder hacer”.

Resaltó que de las arcas del gobierno municipal salen los recursos para pagar los guardias y mantener los baños, 500 pesos aproximadamente, así como el interés que tienen para darle continuidad, por lo que han tenido comunicación con la arquitecta Liza Tapia (encargada de la restauración del Panteón de Belén y Casa Colomos), quien a decir del funcionario tiene todo el proyecto desarrollado y avanzado, aunque no especificó en qué sentido. “Faltaría platicar con el Conaculta, actualizarlo. Llevar de la mano el proyecto y sacarlo a flote”.

CUENTAS PENDIENTES

Un centenario de promesas sin cumplir

Cuauhtémoc de Regil, arquitecto del INAH Jalisco, contó que en 2005 y 2006 fue cuando se gestó el plan conjunto para rescatar y conservar la Isla de Mezcala, el cual estuvo firmado por Secretaría de Cultura y diferentes dependencias del Gobierno Federal.

Recordó que habían tenido reuniones en las que se consideró el impacto ambiental, obras de carácter muy intenso, de restauración y de rescate de recursos naturales, porque la isla además de ser un elemento histórico patrimonial tiene una riqueza natural concreta, por ejemplo, tenía uno de los árboles más grandes que había en la zona. “Por razones que ignoramos el proyecto pasó a proyectistas locales con un desconocimiento total de la historia de la Isla y presentaron proyectos inviables que el INAH en su momento señaló, porque planteaban la desaparición de elementos arqueológicos importantes”.

El especialista observó que el proyecto se alteró y resultó ser un plan sólo de escenografía historicista, absolutamente inventada y con un desconocimiento total. Puntualizó que se perdieron datos importantes, ya que los hallazgos arqueológicos fueron puestos en bolsas de plástico, sin el debido cuidado. “No se rescataron ni se puede interpretar nuevamente lo que la Isla de Mezcala significó en su momento. Se perdieron datos valiosos y eso es irreversible. Se convirtió en prioridad uno los elementos de señalética, por encima de lo estrictamente científico e histórico”.

Refirió que se retiraron portadas y una serie de elementos de canteras testimoniales —por ejemplo, puertas—, lo que denotaba que no había una supervisión clara y profesional del proyecto, “a tal grado que el Instituto llegó a suspender las obras justamente porque no cumplían con ninguno de los requisitos”.

Sobre el camino a seguir en Mezcala, el arquitecto subrayó que primero sería restaurar lo que se hizo, porque se trató de una mala intervención en el patrimonio. Después, corregir las cosas que se puedan y al final buscar la manera de rescatar la memoria de manera conjunta con la población originaria del lugar, ser respetuosos con las organizaciones sociales que existen ahí. “No teniendo la explotación turística como meta central, sí tendría que aparecer en un momento dado, pero lo que tenemos que rechazar es que se convierta en lo esencial, es la conservación del patrimonio lo que permite atraer al turismo”.

SABER MÁS

Pesos y promesas


• De acuerdo con una solicitud de transparencia, la Isla de Mezcala ha recibido alrededor de 10 millones de pesos por parte la Secretaría de Cultura de Jalisco, fondos federales y municipales.

• En 2006 recibió un millón de pesos del Gobierno Estatal y otro millón de pesos del municipal por el concepto “Obras de reestructuración en cuartel y prisión en la Isla de Mezcala”.

• En 2009 recibió cinco millones de pesos estatales para la “construcción de la primera etapa del museo del Bicentenario y Centenario de la Revolución mexicana, en el recinto fortificado de la Isla de Mezcala, proyecto ejecutivo museológico y museográfico”.

• En 2010 recibió cuatro millones de pesos federales por concepto de “Museografía Mezcala” (Rehabilitación y equipamiento del museo Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, en el recinto fortificado de la Isla de Mezcala). Mientras que en 2011 recibió millón y medio de pesos para “Museografía Mezcala” (Equipamiento del museo del museo Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, en el recinto fortificado de la Isla de Mezcala”).

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