Viernes, 10 de Mayo 2024
Suplementos | Siempre impecable, educado. Así se consagró el 'Profesor Jirafales'

El día que se enfrió la tacita de café

Con su metro 96 de estatura, su bigote negro espeso y sus imponentes gritos, el 'Profesor Jirafales' hubiera dado miedo en cualquier escuela, pero en la de 'El Chavo' daba risa

Por: EL INFORMADOR

El profesor hubiera dado miedo en cualquier escuela, pero en la del 'Chavo del Ocho' daba risa. EL INFORMADOR / J. López

El profesor hubiera dado miedo en cualquier escuela, pero en la del 'Chavo del Ocho' daba risa. EL INFORMADOR / J. López

GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2016).- Siempre impecable, educado. Caballeroso y enamorado. Así se consagró el “Profesor Jirafales”, el “maistro longaniza” que dotaba de neutralidad a la Vecindad del Chavo del 8, el programa que durante más de dos décadas dio nacimiento a personajes emblemáticos para América Latina como el interpretado por Rubén Aguirre Fuentes.

Una neumonía fue el padecimiento que borró de este mundo al “Profesor Jirafales” con 82 años de edad, el comediante originario de Saltillo, Coahuila (15 de junio de 1934), que se adueñó de las risas de la audiencia mexicana por la versatilidad de talento que también mereció el aplauso al dar vida al “Sargento Refugio Pazguato” en “Los caquitos”, sketch impulsado por Roberto Gómez Bolaños en su programa “Chespirito”, y en el que Rubén Aguirre adquirió protagonismo de la mano de las peripecias y boberías de “El Chómpiras”, “El botija” y “La Chimoltrufia”.

No sólo la voz grave y masculina fueron atributos actorales para Rubén Aguirre, pues su estatura de 1.96 metros fue su principal distintivo para destacar físicamente ante el resto del elenco, para que se inmortalizara como el “Profesor Jirafales”, que entre la mofa, hacía referencia a su parecido, en altura, a las jirafas.

Alejado de la polémica y siempre atento al público, Rubén Aguirre debutó en la televisión con el apoyo de “Chespirito”, quien lo integró a “Los Supergenios de la Mesa Cuadrada” a principios de los años 70, en el que el actor saltillense adquiría el rol de un intelectual que exponía los acontecimientos más destacados de la farándula nacional.

Dos años después de su debut, Rubén Aguirre toparía con el papel de su vida, con el “maistro longaniza” que se incorporaba a la “Vecindad del Chavo” transformado en un profesor de primaria con la misión de erradicar la ignorancia de sus alumnos, de motivar a una mejor vida a “Don Ramón”, de enamorarse perdidamente de “Doña Florinda” y aceptar una tacita de café en cada visita.

El modelo a seguir

Aunque el rol del “Profesor Jirafales” era de los que menos requerían de caracterización, Rubén Aguirre imprimió su propio estilo tomando como referencia la experiencia que en realidad tenía como maestro, uno de sus primeros trabajos antes de llegar a la fama y egresar como Ingeniero agrónomo en la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar (ESAHE) en Ciudad Juárez, Chihuahua, lo que brindó mayor credibilidad y cariño a cada una de las frases que inmortalizó en la pantalla chica.

 De sombrero estilo homburg, de puro siempre encendido, de traje sastre, de gabardina y chaleco de gala. Así llegaba el “Profesor Jirafales” a la vecindad, a ese inmueble en que su misión al visitar a su eterna enamorada, “Doña Florinda”, siempre  fue interrumpida por las impertinencias de la “Chilindrina”, del “Chavo”, de “Don Ramón”, quienes por alguna u otra razón terminaban estropeando su ramo de rosas.

¿Por qué era admirado? El “Profesor Jirafales” rara vez decía bobadas, siempre tenía una respuesta pulcra y directa a los desparpajos verbales del “Chavo”, a los berrinches de la “Chilindrina” y “Quico”, a los despistes de “Don Ramón”. Siempre se las ingeniaba para resolver dudas y de paso, regañar elegantemente a cualquiera que atentara contra los valores educativos, a los morales, a la serenidad de la Vecindad.

El famoso “ta... ta... ta... ¡ta...!” de desesperación solía acompañarse de un “Y les advierto una cosa, por el próximo que interrumpa los dejo sin recreo” cuando mantener el quicio no era su mejor opción. Romántico por excelencia revivió el cortejo diciendo “Vine a traerle este pequeño obsequio” cuando “Doña Florinda” salía a su encuentro a la puerta número 14 de la vecindad.

Versatilidad todo terreno

Pero la cordura no siempre fue sinónimo de Rubén Aguirre, pues la locura también formó parte de su itinerario artístico cuando era momento de tomar el rol de “Lucas Tañeda”, el inseparable amigo de “Chaparrón Bonaparte” (interpretado por “Chespirito”), el dúo que hablando incoherencias inmortalizó el recordado “Oye, Chaparrón ¿Sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?”.

Como científico, detective, policía, apache, ciudadano, empresario, villano y héroe. Los límites no existían para Rubén Aguirre, que sin dudar los se adaptaba a cada uno de los proyectos que Roberto Gómez Bolaños instalaba en televisión y la pantalla grande, formato en el que el “Profesor Jirafales” también incursionó en cintas como “Capulina Chisme Caliente”, “El Chanfle” y “Charrito”, añadiendo su peculiar humor.

 Las telenovelas tampoco le fueron indiferentes, pues rompiendo un poco con su esquema cómico, Rubén Aguirre se integró a elencos populares como el comandado por Arturo Peniche en el proyecto juvenil, “Soñadoras” de 1998 y la serie ecuatoriana de humor negro “Solteros sin compromiso” de 2014.

Jalisciense de corazón

Ante los problemas de salud que cada vez se frecuentaban más en la última década de su vida, Rubén Aguirre optó por mudarse a Puerto Vallarta, ciudad en la que radicó los últimos años para mejorar su condición física y encontrar mayor serenidad ante las dificultades económicas que enfrentaba. En compañía de sus siete hijos y 16 nietos, los restos de Rubén Aguirre se quedarán en Puerto Vallarta, para descansar finalmente.

EL DATO

Memorias en primera persona

  • “Los supergenios de la Mesa Cuadrada” y “Chespirotadas” (1968-1971)
  • “El Chapulín Colorado” (1970-1992)
  • Interpretó a Lucas Tañeda (1971 y 1985-1995)
  • Dio vida al policía “Sargento Refugio” (1980-1995).
  • Se integra a la novela juvenil “Soñadoras” con el papel de “Albertano Dueñas” (1998)
  • Anuncia su retiro de las carpas circenses en 2013.
  • Como apasionado a los toros, Rubén Aguirre también se desempeñó como cronista taurino al narrar vía satélite corridas de toros en Madrid, España, de 1962 a 1970.
  • En 2007 sufre un accidente automovilístico en el que su esposa, Consuelo de los Reyes, resulta gravemente herida, ocasionando que los ahorros del actor se redujeran y obligaran a buscar apoyo del gremio actoral.
  • Como productor, Rubén Aguirre, emprendió su propio programa “El club de Shory” en 1970 junto a Carlos Villagrán y María Antonieta de las Nieves.

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