Una década de guardar un tesoro mundial

GUADALAJARA, JALISCO (31/ENE/2016).- Al caer la tarde llega una hora en la que no sabes si estás viendo el azul del agave, el del cielo o el de las nubes,  de lo único que tienes certeza es que es un tono hermoso donde tu mirada descansa. Así habla Alicia Rodríguez del Paisaje Agavero, lugar que el 12 de julio cumple 10 años de haber sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la categoría de Paisaje Cultural.

En ese tiempo ha pasado de todo, recuerda una de las protectoras más importantes del patrimonio en su localidad, desde la preocupación de la gente del campo por mantener la declaratoria hasta la indiferencia de quienes habitan entre un lugar único en la Tierra. “El problema de estos 10 años es que si bien es cierto que todos hicimos miradores para que la gente se parara a ver el paisaje, con cantaritos y productos turísticos derivados, las placas de la UNESCO empezaron a desaparecer, dejaron de interesarse, de saber”.

La también fundadora del Museo Nacional del Tequila, resalta que el Paisaje Agavero nos identifica en el mundo entero. Cuenta que una vez viajó a España (en donde hay guardianes del patrimonio que te reciben y te explican con orgullo de sus tradiciones) a un foro de paisajes naturales en el que presentó agaves y todos quedaron maravillados. “No saben que detrás de ellos hay una historia maravillosa, con un proceso del campo donde vives la tierra y cómo la plantan los mismos agricultores, cómo siembran la semilla, es un ritual. Hay que empezar la campaña de apropiación de todos los ámbitos: los académicos, la Secretaría de Cultura, la Comisión (de Cultura en el Congreso)”.

Rodríguez considera que primero que nada toda la gente debe conocer que “El Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales del Tequila” es un patrimonio, por lo que es necesaria una campaña de apropiación, de lo contrario no habrá conservación. “Saber qué hay detrás de una hacienda, las cuales siguen siendo ‘grafiteadas’; la gente tiene mucho coraje con ese tipo de manifestaciones, mientras no los enseñes desde niños a apropiarse de las cosas, no lo van a cuidar de grandes. Sí duele esa parte de que no lo sientas tuyo, que no dialogues con él, cuando vienes en la carretera libre llegas a Amatitán y  hay un letrero de Patrimonio de la Humanidad en medio de un muladar de basura”.

Falta inversión, falta recordar

Ignacio Gómez Arriola, coordinador del proyecto Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales del Tequila, señala que aunque ha habido seguimiento por parte de la Secretaría de Cultura, estos 10 años deben servir para que haya una renovación del interés de las nuevas administraciones; que el Gobierno del Estado decida invertir más recursos en la región y se implemente el nuevo plan de manejo. “El universo inicial del plan de manejo estaba a 20 años, ahora lo estamos actualizando; por ejemplo, en plantas de tratamiento hay un monto que se tiene que destinar, al igual que en control de sitios arqueológicos y mejoramiento de imagen que Ayuntamientos, Gobierno del Estado y el Gobierno Federal deben tomar en cuenta”.

El miembro del Centro Jalisco del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuerda que en la zona protegida hay cerca de 200 sitios —de mayor o menor importancia—, de los cuales no hay un inventario completo. “Unos están sin explorar, otros están parcialmente explorados, unos identificados y de otros no se tiene conciencia que están ahí”.

El especialista subraya que uno de los puntos importantes de todos los temas que tienen que ver con el patrimonio mundial es que la gente se tiene que sentir identificada y orgullosa de contar con un sitio que tiene un reconocimiento universal. “Es un paisaje único en el mundo, no hay otro igual, tener esa conciencia y saber que nosotros estamos aportando algo a la cultura mundial. Es un sitio muy relevante que puede tener sentido de pertenencia, un motivo de orgullo, de identidad, tener esta idea que es un proyecto a largo plazo y requiere inversión a largo plazo”.
 
Centros y actividades para no perder la declaratoria

Myriam Vachez Plagnol, titular de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ), indica que —a 10 años— la declaratoria está funcionando y aunque el comité regula desde si se pone o no una gasolinera o si se hace un vertedero, buscan que en el décimo aniversario vuelva el interés por la salvaguarda. “No es tanto celebrar por celebrar, sino celebrar para llamar la atención; para decir ‘tenemos una declaratoria’ y si no cuidamos estos temas particulares como la pérdida de espacios sembrados de agave o el respeto, corre riesgo. Es un paisaje que da producto económico, al interior del cual vive mucha gente, muchos cultivadores, gente que vive de lo agrario”.

Del nuevo plan de manejo, dice que ya está aprobado en lo general y que dentro de las actualizaciones está el tomar en cuenta problemas como rellenos sanitarios, plantas tratadoras de aguas para las vinazas y en el tema de la agricultura hablan sobre cómo incentivar que se siga sembrando agave ahí, porque han notado que ha habido una reducción en el paisaje, aunque no saben a ciencia cierta si es por el periodo o si se está sembrando en otra parte: “Tengo pendiente con la Industria Tequilera el reporte 2015, para ver si realmente ha bajado. O son tierras destinadas a ser replantadas”.

La funcionaria destaca que en caso de una baja, una solución podría ser que hicieran una modificación para que se tome como Paisaje Agavero lo que se planta en otros lados y no sólo en esa zona. “Considero que (si hay menos plantaciones) debe ser por la presión inmobiliaria, ya que los municipios tienen constantemente solicitudes de desarrolladores o los agricultores consideran que ganan más plantando otras cosas, por eso hace falta un subsidio al agave, pero eso no lo puedo hacer yo sola, está en el comité la Secretaría de Desarrollo Rural y se lo hemos planteado varias veces porque es la única manera que podamos garantizar que siga allí el agave”.

Tras el informe del Gobernador, adelanta que harán la primera reunión de 2016 con los interesados para que cada quien exponga sus aportes al festejo. Como Secretaría destinaron recursos a una investigación sobre la arqueología del Paisaje Agavero, la cual será digitalizada para que pueda ser itinerante y también se planea llevar una exposición al Festival Internacional Cervantino sobre el agave.

Como parte de los aportes a la declaratoria, hace varios años el Gobierno del Estado compró tres casonas en Amatitán, El Arenal y Magdalena para transformarlas en centros interpretativos que difundan la importancia del Paisaje Agavero, las cuales quedaron pendientes de terminar en la anterior administración.

La titular de la SCJ asevera que en seis meses estarían abiertos al público, ya que ya todos cuentan con mobiliario y materiales de exposición. “Lo que faltaba era los guiones, porque nos habían entregado un guion muy general; estamos tratando de ver cómo mejorar esto y esto lo pueden hacer mis museógrafos. El de El Arenal se deterioró un poco. No tengo un presupuesto pero sí una reserva para ello, en la Dirección de Museos y en la propia Secretaría de Cultura. No debe costar más de dos millones de pesos”.

Grandes Reliquias

De acuerdo con información brindada por la Dirección de Patrimonio de la SCJ, el polígono 1 (Tequila, Amatitán, Teuchitlán, Magdalena y El Arenal) protegido por la UNESCO es de 34 mil 658 hectáreas. Mientras que el Polígono 2 corresponde al sitio arqueológico Guachimontones, además de la Zona de Amortiguamiento.

En Jalisco tenemos otras tres declaratorias de Patrimonio de la Humanidad: el Instituto Cultural Cabañas (1997) Camino Real de Tierra Adentro (2010) —Ojuelos, Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz— y El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta (2011).
Grandes reliquias


Por Ilse Martínez