Derechos Humanos critica al Ejército mexicano por tortura de ocho personas

CIUDAD DE MÉXICO.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos mexicana ( CNDH) emitió hoy una recomendación oficial contra el Ejército por la tortura de ocho personas a las que presuntamente intentó forzar a confesar delitos de porte ilegal de armas y narcotráfico.

Los hechos ocurrieron el 9 de abril, cuando soldados mexicanos detuvieron a ocho personas durante un entierro en Villa de Ahumada, junto a la norteña Ciudad Juárez, en el fronterizo estado de Chihuahua.

Según la CNDH, tras rodear el camposanto y colocar durante dos horas a todo el mundo boca abajo en el suelo, despojándolos de identificaciones y pertenencias, los soldados detuvieron a ocho personas para que confesaran delitos de porte ilegal de armas y tráfico de drogas.

Las víctimas sufrieron golpes, amenazas, descargas eléctricas e intentos de asfixia con bolsas de plástico.

Posteriormente, se les instruyó un proceso y se les decretó auto de formal prisión, pero pudieron salir en libertad tras ampararse por falta de pruebas en su contra.

Por ello, la CNDH insta a la Secretaría de Defensa Nacional a reparar el daño y deslindar responsabilidades por detención arbitraria, retención ilegal, incomunicación y tortura. Por ello, pide investigar al 76 batallón de infantería en Ciudad Juárez.

El organismo, cuyas recomendaciones no son legalmente vinculantes, llamó a no llevar a los detenidos en operativos militares a instalaciones del Ejército y a no emplear estos lugares como "centros de detención, retención y tortura".

La CNDH recordó, asimismo, que el personal médico a cargo de las revisiones físicas debe apegarse a la normativa oficial y denunciar casos de maltrato o tortura.

El Ejército mexicano ha sido señalado desde diversos sectores y denunciado ante la CNDH por violaciones a los derechos humanos en la llamada guerra contra el narcotráfico, que emplea a 45.000 militares.

Los militares forman parte de los operativos mixtos contra el crimen organizado -principalmente los cárteles de la droga- que desde diciembre de 2006 el Gobierno ha enviado a distintas partes del país.

Chihuahua es precisamente uno de los estados donde más se concentra la violencia del narcotráfico, por lo que cerca de 8.000 soldados patrullan su territorio, en especial la fronteriza Ciudad Juárez.