Hay 28 tianguis irregulares en el municipio tapatío

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUN/2014).- El Ayuntamiento de Guadalajara está rebasado en el control de los tianguis municipales. A los 11 mil 434 comerciantes que no son regulados pues no forman parte de ningún padrón, se añaden 28 tianguis que están fuera de la ley. Nadie les exige condiciones de seguridad, no pagan impuestos, su basura no es recogida por carretones municipales y, además, no cuentan con un registro definido por la autoridad.

El dictamen 200/2013, que ha sido regresado en dos ocasiones del pleno, señala que la Unidad departamental de Tianguis debe realizar investigaciones con el objeto de informar a la Secretaría de Desarrollo Social y “realice una socialización entre los vecinos y en su caso se analice la viabilidad de regularizarlos”.

Además, se pide a la Dirección de Bomberos y a la Secretaría de Seguridad Ciudadana que establezca los riesgos y las condiciones de seguridad que tiene cada uno de los tianguis municipales. Este dictamen sigue sin votarse por el pleno del Ayuntamiento desde el mes de noviembre.

En la ciudad existen 162 tianguis municipales donde laboran más de 50 mil personas en los siete días de la semana. Los ingresos que reportan son irregulares, pues no cumplen con las expectativas planteadas en la Ley de Ingresos.

Un ejemplo es el tianguis Polanco Liconsa. De acuerdo con un reporte de la Tesorería Municipal, en todo un año sólo recaudó 908 pesos, en 2011. Un año después se incrementó la cifra a cinco mil 878 pesos,  y en 2013 la cifra bajó a cuatro mil 574 pesos. Lo que evidencia que, mientras las cuotas aumentaron en el papel, los pagos de los comerciantes son variables.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara, Francisco Beckham, pide a las autoridades que “descongelen” esta propuesta, pues aunque se golpea a la economía formal, es mejor “que ponga en cintura a todos los comerciantes. Que todos paguen como deben”.

Este medio solicitó la lista de los tianguis irregulares desde la semana pasada, sin tener todavía una respuesta.