Necesidades de un gobierno “sin dinero”

GUADALAJARA, JALISCO.- ¿Qué razón puede existir para que se incrementen aún más los impuestos en un país en el que el dinero, día con día se encuentra cada vez más en manos de unos pocos y alejado de la mayoría?.

Esta es una pregunta que cada día cruza por más cabezas en nuestra sociedad.

Acerca del nuevo aumento de impuestos anunciado, se puede hacer una clara crítica acerca del porqué el dinero de la sociedad se reparte entre unos cuantos.

A un problema de esta índole se le puede analizar desde distintos puntos de vista:

Seudo – beneficios
Un gobierno como el nuestro, donde todo cuesta, sin importar lo chico o grande, lo ostentoso o humilde, etc. aboga por dar cada vez más a la sociedad, si ésta le “llena los bolsillos”; y esto lo digo no únicamente por el hecho de que existen funcionarios de gobierno que tratan de enriquecerse en el poco o mucho tiempo de su cargo, sino también por el hecho de que, aún pidiendo préstamos exorbitantes, no es suficiente el dinero recibido por un gobierno para beneficiar a cambio a su sociedad, ya sea en la infraestructura y/o en la economía de la misma, pues los pocos en los que está amasada la riqueza del país no tienen suficiente con dichos préstamos, sino que ahora claman que el país “necesita” otro aumento de impuestos, con el pretexto de “querer mejorar la situación del país y por fin salir de la crisis en la que nos encontramos”.

Cultura de la influencia
En nuestro país la culpa no es toda del gobierno, sino también de los ciudadanos que, día con día, buscamos más sobresalir individualmente en lugar de hacerlo como conjunto y sociedad.

Lo anterior se ve reflejado en la llamada “cultura de la influencia”, la cual nos incita a superar a nuestros “hermanos mexicanos” y luchar por un mejor servicio personal; con esto hago énfasis en el hecho de evitar responsabilidades como mejores servicios y/o preferencia sobre otros en momentos y situaciones que tratan a todos “por igual”, y no se diga respecto al cumplimiento de las leyes.

Cuidado de la infraestructura
Pasando a otro punto, dejando de lado el hecho de la cultura como sociedad y los beneficios del gobierno para la misma, no es posible hacer caso omiso del mantenimiento que el gobierno le da actualmente a la infraestructura del Estado (México), con esto recalco cómo, a pesar de las exorbitantes cantidades de dinero que llegan al gobierno y que el mismo saca de nosotros los ciudadanos, es difícil apreciar un avance en el cuidado de nuestra infraestructura. Muy al contrario, ya que parques, edificios, calles, carreteras, etc. Se encuentran cada vez más y más en deterioro, reflejando la falta de interés que muestra el gobierno hacia el mantenimiento de las mismas.

No es lógico que, después de saber cuánto dinero recibe el gobierno, se vea cada vez más basura en las calles, alcantarillas tapadas por la misma, baches en las carreteras, y encontrarnos con una sociedad que se conforma con vivir en una infraestructura más deteriorada con el paso del tiempo y con la riqueza amasada en unas cuantas manos.

¿Dónde quedó el dinero?
Por otra parte, no es explicable que, después de que el gobierno recibe increíbles sumas de dinero en préstamos que sólo aumentan nuestra deuda con el resto del mundo, aún sea necesario implantar el aumento de impuestos.

Con lo anterior hago notar que si el gobierno recibe tanto dinero, no existen beneficios decentes para la sociedad en comparación a las cantidades que se manejan en las altas esferas, se crea una cultura de superarnos entre nosotros, y se descuida notablemente la infraestructura de la sociedad; entonces, ¿dónde queda el dinero que maneja el gobierno?.

Supongamos que la respuesta más obvia a esta pregunta es que éste se mueve únicamente entre las pocas personas y organizaciones que lo manejan para “beneficio de la sociedad”, lo que hace que el gobierno quede impune ante una autoridad inexistente que lo haga responder por sus acciones al llevar al país cada día más al borde de una crisis de la que ya no se pueda recuperar.

Conclusión
Recalquemos la importancia de que la culpa de que esta situación se venga suscitando desde hace muchísimo tiempo se ha dado en gran parte por nosotros, que como sociedad nos interesamos por el bienestar personal encima de buscar un bien común, lo cual nos ha llevado a desinteresarnos de lo que se llama nacionalismo, que se encuentra cada vez más perdido en nuestra jerga cultural como sociedad.

Cuánto se deja notar la necesidad del mexicano de echar la culpa a un gobierno, cuando resalta que no ponemos un interés sólido en cambiar nuestro mismo pensamiento como ciudadanos y nuestra cultura como nación y hacer de este país un lugar decente para vivir, esto es, sin corrupción, sin la aparente necesidad de aumentar constantemente los impuestos porque ya nos falta irnos de viaje a unos cuantos y dejar en la miseria a la mayoría.

Si lo anterior no resulta importante para nadie en particular, es porque estamos viviendo una utopía como país, pues es lo que hemos ganado como sociedad, y en ese caso podemos decirnos a nosotros mismos: “¡Viva México!”.

Fernando Tirado Jaimes