Petra, el tesoro de Jordania

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2016).- De Petra se han escrito ríos de tinta durante siglos y se han tomado miles y miles de fotografías, pinturas y grabados. Pero no es lo mismo leer sobre ella o ver imágenes suyas sobre un papel, que vivirla. No es hasta que los ojos se posan sobre sus rocas coloradas y los pies sienten la irregularidad de su milenaria superficie, que su valor real sale a la luz. Es en ese instante que Petra deja de ser una reliquia del pasado para convertirse en un tesoro eterno.

La ciudad fue excavada por la tribu árabe de los Nabateos sobre roca hace más de dos mil años, justo en uno de los puntos con mayor tráfico de caravanas de la antigüedad. De aquí salían mercancías que lo mismo acabaron en los mercados de Roma, en en manos de reyes de China e India. Su época de esplendor comenzó en el siglo CVIII a.C. Y concluiría en el siglo VI d.C., luego de que el Imperio Romano de Oriente perdiera posiciones en la región, a lo que se sumaron los terremotos que azotaron la zona.

Y a pesar de esto, Petra jamás fue olvidada.

El renacimiento

Luego de siglos de ser apenas habitada por beduinos, la ciudad poco a poco ha ido “redescubierta” por el turismo, que llega fascinado por las leyendas que la rodean y la magnífica arquitectura que ofrece.

Con más de 50 edificios, templos, murallas, terrazas, tumbas, casas, necrópolis y acueductos, hay dos fachadas monumentales que Petra que llaman la atención de los visitantes: Al Khazneh (el tesoro) y el Deir (el monasterio). Ambos son magníficos ejemplos de la belleza y maestría con la que los artesanos trabajaron sobre la misma roca.

El mejor horario para visitar Petra es por la mañana y antes de la puesta de Sol (también es el mejor momento para tomar fotografías). Toma en cuenta además que las temperaturas en la zona suelen ser bastante altas, por lo que es recomendable llevar ropa clara e ir hidratado.

Aunque antigua, no deja de ser una ciudad, y lo fue de gran tamaño. Si la visitas, pronto vas a notar que está prohibido el uso de vehículos motorizados, por lo que hay de tres opciones para recorrerla: a pie, en caballo o camello. En la zona, las autoridades suelen proporcionar un guía al momento de alquilar algún animal de carga, para evitar cualquier problema.

Lo básico para disfrutar

Desde México, la mejor opción es volar a alguna ciudad europea que tenga conexión con Amman (la capital del reino de Jordania). Una buena opción es Madrid.

Amman es una excelente opción para quedarte en Jordania, pues cuenta con todo tipo de comodidades, hoteles para diversos presupuestos y buena comida.

El idioma oficial en Jordania es el árabe, pero en general la población domina el inglés (lo más recomendable es que también tengas cierto dominio de este idioma si deseas viajar a este país).

En las zonas turísticas no va a ser extraño que encuentres algún guía que hable español. La página de turismo de Jordania ( www.visitajordania.com.mx) te ofrecerá más tips.

La forma más sencilla para llegar a Petra desde Amman es en autobús. El traslado dura más o menos tres horas, aunque toma en cuenta que allá te van a cobrar ciertos impuestos aplicables a turistas.

Antes de llegar a Petra hay otra zona arqueológica llamada “Little Petra”, que es gratuita en su acceso, pero es mucho más pequeña que la versión grande. La entrada a Petra tiene un costo aproximado de $500 pesos, ¡verifica tu presupuesto antes de viajar!