Miércoles, 24 de Abril 2024
Suplementos | Ignacio Padilla en sus ensayos 'Cervantes y compañía' retoma su pasión por el Quijote

Exploración quirúrgica: A dos titanes

Ignacio Padilla publicó en Tusquets sus ensayos 'Cervantes y compañía' donde retoma su pasión por el Quijote

Por: EL INFORMADOR

Se considera un lector bastante tardío del Quijote, pero sus investigaciones sobre Cervantes coinciden con el aura de Shakespeare. NTX / ARCHIVO

Se considera un lector bastante tardío del Quijote, pero sus investigaciones sobre Cervantes coinciden con el aura de Shakespeare. NTX / ARCHIVO

GUADALAJARA, JALISCO (24/ABR/2016).- El escritor mexicano Ignacio Padilla publicó en Tusquets su colección de ensayos” Cervantes y compañía”, en el que retoma su pasión por el Quijote; a propósito del lanzamiento del libro que coincide con el aniversario luctuoso número 400 de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare, entrevistamos a al autor quien nos comparte su pensar:
 
-Soy un lector bastante tardío del Quijote, por lo que soy un converso, y por eso un fanático. Creo que el Quijote es una obra para una lectura adulta… El encuentro se dio cuando vivía en Edimburgo, cuando trabajaba en una investigación sobre la obra de William Shakespeare, hace veinte años. Mi encuentro adulto con la obra de Miguel de Cervantes coincide con un trabajo cercano a la obra de Shakespeare. Este libro en particular es producto del trayecto que he recorrido en estos veinte años, en ambas obras, haciendo una labor de comparación. Creo que las comparaciones, sobre todo en casos como estos, son iluminadoras y necesarias. En el caso de Shakespeare y Cervantes es inevitable. Puede realizarse una comparación desde muy distintas perspectivas. Yo lo hago desde tres puntos de vista, y en ellos Shakespeare queda no sólo mejor plantado o más presente en nuestra cultura, sino mejor considerado y comprendido. Creo que si lo tomáramos desde otro punto de vista tal vez Miguel de Cervantes quedaría mejor parado. Concluyo que William Shakespeare tuvo mejor fortuna en vida, la ha tenido en sus interpretaciones, para que lo tengamos más presente en nuestra vida cotidiana y en nuestro pensamiento.

-¿Crees que se deba al género? Shakespeare escribió para teatro, un formato consumado, mientras que Cervantes lo hizo en la novela, que apenas comenzaba:

-En buena medida así es, es una de las perspectivas del género literario una de las que utilizo para la comparación. El teatro tenía una mayor consideración en aquel entonces, y como género tiene una mayor facilidad de adaptación e interpretación sin traicionar su esencia. En un siglo como el XXI donde dominan los medios audiovisuales, una obra de teatro será más transmisible que una novela. Shakespeare tuvo la suerte de saberse y quererse dramaturgo muy joven, creció en los escenarios y escribió en el género en el que se sabía con vocación. Cervantes se consideraba ante todo un poeta y un dramaturgo, y llega tardíamente al género de la novela. En el Quijote de 1605 se puede ver que es la novela de un dramaturgo frustrado, de un poeta malogrado: sólo en el Quijote de 1615 se ve que el propio Cervantes ha descubierto que su auténtica vocación era la novela.

-Ahí es mucho más notable la metaficción:


-Sí, ya en el Quijote de 1605 hay intuiciones metaficcionales, pero estoy plenamente convencido de que Miguel de Cervantes no está consciente de ese hallazgo. El Quijote de 1605 es como un laboratorio donde van emergiendo lo que ahí son intuiciones y lo que en 1615 es donde ya podemos ver la verdadera propuesta de la literatura, con un Cervantes ya consciente de lo que ha hecho, incluidas las presencias de la primera parte y del Quijote apócrifo y de todos sus personajes.

-Háblanos del texto que cierra el libro, “Cervantes incorporated”, un ejercicio muy lúdico:

-Fue elaborado para el Coloquio Cervantino, por invitación de Eulalio Ferrer, quien supo apreciar y fomentar la idea de que recuperemos no sólo leer al Quijote con sentido del humor (cosa que no supieron hacer los románticos alemanes) sino también escribir sobre el Quijote y sobre Cervantes con sentido del humor, que leamos así toda esa gran literatura clásica.

-Cuando se canoniza una literatura se suele perder el sentido del humor.


-Claro, pero no hay que ser tan serios. Puede tener humor y no por eso ser frívolo. A los grandes hay que permitirles ser humanos, imperfectos. En la medida en que los dejemos ser incoherentes serán más parecidos a nosotros, y eso será en provecho de la grandeza de sus obras.

-¿Crees que con estos dos autores haya una especie de deificación que ha provocado que se comenten más de lo que se leen?

-Siempre sucede con los clásicos: solemos exaltar, deificar en tal medida a los autores, que terminamos por perder la perspectiva para entender mejor sus obras. En el caso de figuras tan notables y antiguas como Cervantes y Shakespeare, esta veneración ha obnubilado o prevaricado una parte importante de la presencia de sus obras en nuestra cultura.

La literatura a pantalla


-Cuando se imprimía “Cervantes y compañía” se dio la noticia de que Terry Gilliam retoma su proyecto de filmar el Quijote, ¿cómo recibes la noticia?

-He seguido la historia de las adaptaciones cinematográficas, televisivas y radiales, tanto de Cervantes como Shakespeare, que ha estado desde épocas muy tempranas del cine. Ha tenido fortuna, ha sido mucha la suerte y la calidad de las lecturas de su obra, ha sido estupenda por lo general. En el caso del Quijote no, ha tenido muy mala fortuna, es como una obra maldita: Orson Welles nunca consiguió terminar su versión del Quijote, novela de la que no existe una versión afortunada por su propia estructura. Si acaso la más cercana ha sido la serie de la televisión española, que al acabarse el presupuesto tampoco pudo llevar a buen puerto una lectura fidedigna. El caso de Gilliam me parece paradigmático, y demuestra que siempre que se ha querido llevar al cine el Quijote, el hecho mismo será una quijotada. Nunca va a conseguir del todo triunfar… Pero lo más interesante que dejará Gilliam es la lección, la lectura que de su fracaso hicieron sus asistentes (el documental “Lost in La Mancha” que retrata el intento fallido por filmar esa adaptación del Quijote). Espero equivocarme, que sí pueda llevar a la pantalla esa lectura.

-Shakespeare registra más de mil créditos en películas inspiradas en sus obras.

-Y son excepcionales, hay algunas no tan buenas, como la presencia de Shakespeare de Disney. Pero lo mismo podemos ver a los “Macbeth” en el magnífico guion de “House of Cards” o de “True Detective”, o la presencia, la ubicuidad de Shakespeare en “Game of Thrones”, o todas las versiones que ha hecho el gran proyecto Shakespeare, las lecturas que ha hecho Kenneth Branagh, el gran paso que dieron al cine todos los actores de la Royal Shakespeare Company, sin ambages ni dificultades; Laurence Olivier, ha habido grandes actores y grandes directores que han enriquecido la obra de Shakespeare muchísimo. Cervantes no ha tenido esa suerte.

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