Viernes, 19 de Abril 2024
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Para tacos ¡Los de Goyo!

Hace 32 años comenzó con su negocio debido a la petición de su suegro

Por: EL INFORMADOR

En la Taquería Santo Goyote venden tacos de carnaza y cabeza. EL INFORMADOR / R. Tamayo

En la Taquería Santo Goyote venden tacos de carnaza y cabeza. EL INFORMADOR / R. Tamayo

GUADALAJARA, JALISCO (10/ABR/2016).- "¡Los mejores tacos de Guadalajara!”, exclamó eufóricamente una alemana intentando hablar español, mientras Gregorio Delgado, fundador de la “Taquería Santo Goyote: El Taquito Light”, se encontraba en medio de una entrevista para EL INFORMADOR, misma que tuvo que parar momentáneamente debido a la risa que soltaron los clientes presentes tras el grito desmesurado que la extranjera hizo a los cuatro vientos.

“Una vez que prueben los taquitos light, dejarlos será imposible... y  no es porque yo lo diga”, comenta seguro de lo que habla, Don Goyo, quien hace 32 años comenzó su negocio gracias a la petición sorpresiva de su actual suegro, pues sin tener algún conocimiento en la venta de tacos, le ofreció un mobiliario para el comercio de los mismos en el supermercado San Fernando (entre Morelos y Robles Gil).

“Seguro te irá bien”, recuerda Goyo las palabras de su suegro, a quien le atribuye que ahora esté enfocado de lleno en la venta de los famosos taquitos light, que según sus clientes y colegas comerciantes son la costumbre gastronómica de las personas que asisten a misa al templo del Expiatorio y no dejan pasar ese antojito que suele saciar cualquier apetito.

¿Y es que quién no ha probado un taco? Imaginar a México sin el platillo compuesto principalmente por la carne y la tortilla con la que envolverá, puede tornarse difícil. Por excelencia, el taco es una de las ofertas culinarias de la tierra azteca y -en cierta forma- un emblema de la cultura mexicana.

Actualmente existen millares de taquerías establecidas a lo largo y ancho de Guadalajara; todas ellas con olores que “adornan” las calles y  que por su luz -a través de las bombillas blancas- hacen reconocible la lámina que acoge a los famosos puestos banqueteros.

En la Taquería Santo Goyote el caso es similar. Un carrito color plateado  bien organizado con los complementos gastronómicos que destacan el sabor de la carne, comprueban que se puede comer sin culpa, razón por la que el establecimiento fue bautizado como “taquitos light”.

“Son tacos que se hacen al vapor. La carne se cuece en el horno en su jugo, sin  grasa, todo es con su mismo líquido y con la fusión de la cebolla, cilantro y la salsa especial que hacemos. Los tacos son todo un éxito”, afirma Goyo.

Sin embargo, no todo está claro. La receta de la salsa de tomate verde aún es un misterio. Lo único que claro es la sensación picosita que se percibe tras su degustación. “Mi señora (esposa) era chef de un restaurant de su papá, entonces ella ya sabía preparar carnes y salsas, y ella fue la que me dio la pauta de seguir e intentar formular nuevos sabores”.

¡Pásale, pásele!

Otros atractivos de los taquitos light, según señala Goyo, es la calidad y el precio.  “Atribuyo el éxito del negocio a la atención, la variedad de tacos y por supuesto que al precio: todo a ocho pesos salvo los de lengua y sesos.  Sacrificamos el precio, pero damos buen producto y bien servidos los tacos”.

Los más pedidos son los de carnaza y cabeza, pero no por ello los de cachete y labio son menospreciados. “Hay carne de segunda, tercera y primera calidad”, dice y aclara que “aquí se compra de primera, y la ventaja es que toda la verdura que se consume está previamente lavada y desinfectada... digo, no sé si en otros lados lo hacen o no”.

Legado culinario

Fue por accidente que Gregorio comenzó con la taquería. Antes del negocio él se dedicaba a la venta de frutas y verduras en el Mercado Alcalde. Posteriormente estudió y se graduó de la carrera de Administración de Empresas. Más adelante, por curiosidad, aceptó la propuesta que su suegro le sugirió llevar a cabo: comprarle el carrito de tacos, cuando recién se casó.

“Sin dejar mi otro empleo en Alcalde, trabajaba vendiendo tacos y así simultáneamente ganaba más dinero. Ese fue el objetivo. Al comienzo me ayudó una persona que ya tenía tiempo de conocerlo y así nosotros dos estábamos en la taquería”.

Pero fue hasta un año después cuando Goyo supo que en los tacos se encontraba la principal fuente para obtener mayor recursos económicos. “Dejé la venta de verduras y frutas en el Mercado Alcalde y estuve de tiempo completo en los taquitos light, mismos que en estos momentos vendo, son exactamente iguales. Claro, la calidad evolucionó porque el propósito del negocio es la mejoría, para brindar un servicio que deje satisfechos a nuestros clientes”.

Tras algunos años, nacieron otros tres hijos de Goyo... una razón de peso para salir adelante. Fue todo un logro, dice con orgullo Gregorio, ya que todos salieron de la universidad con título en mano, uno es abogado, otro cantante de ópera, médico e ingeniero. “Me da mucho gusto por ellos que son profesionistas. Ellos no se dedican a esto, pero cuando tienen chance a veces me ayudan a cobrar”.

“De hecho -agrega-, ese fue el mayor reto al que me he enfrentado: la necesidad  de apoyar a mi familia en sus estudios. Le he metido ganas y ha ido creciendo el negocio, así que se cumplió el cometido”.

• Taquitos Light abre de lunes a domingo, a partir  de las  19:00 o 19:30 horas hasta la media noche o un poquito más -todo depende de la clientela-.

• Los días más concurridos son los fines de semana, por las misas y la disponibilidad de la gente.

• Pruébalos en la Plaza del Templo Expiatorio (Av. Enrique Díaz de León, entre Madero y Prisciliano Sánchez). El puesto está en el andador a un costado del templo.

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