Equilibrio perfecto en Tolantongo

GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2016).- Es un destino único. Al lanzar una mirada, parecería que una suerte de cincel cósmico bajó del cielo y esculpió con suavidad sobre la roca desnuda. Que con una brocha divina se pintaron sus colores, vibrantes y misteriosos. Una belleza etérea que deja sin palabras y aliento a los viajeros que la admiran. Así son las Grutas de Tolantongo.

Muchos han etiquetado a las grutas como un “tesoro”. Y puede que no estén nada equivocados, porque como los tesoros de los cuentos, están ocultas en la serpenteante sierra del Estado de Hidalgo. Para acceder a ellas hay que atravesar el Ejido de San Cristóbal y luego bajar por una barranca. Luego de la travesía, de caminar entre los silenciosos y centenarios árboles de la zona y verte envuelto por un inmenso cañón natural, estarás frente a Tolantongo, un autentico tesoro del cielo que podemos disfrutar aquí, en México.

Cascadas, pozas, grutas. Agua y tierra en perfecto equilibrio. Montañas y naturaleza protegiendo la región. Un oasis de aguas termales bañado en paz. Donde el silencio se rompe únicamente por el murmullo del agua, el canto de los pájaros y el golpeteo de la corriente contra las rocas. Relajante y fastuoso al mismo tiempo. Cierto, llegar hasta aquí no es fácil, pero el premio es supremo.

Naturaleza total

Si lo tuyo son los destinos naturales, quizás las Grutas de Tolantongo se conviertan en una meta apetitosa, pero ojo, pues para disfrutarlo al máximo debes estar dispuesto a cortar el contacto con la civilización.

Hay pocas opciones de hoteles en las cercanías, así que lo más recomendable es acampar a las orillas del río que corre junto a las grutas. No hay problema si no cuentas con todo lo necesario, pues en el lugar hay prestadores de servicios que rentan tiendas de campaña, colchonetas y hasta leña.

Aunque sencillas, hay opciones gastronómicas propias de la región para los paseantes. Los domingos, por ejemplo, podrás encontrar una rica barbacoa.

¿Te gusta la caminata? Pues estás en el paraíso. Explorar las grutas a conciencia es un proceso que te llevará horas, pero no es tedioso, ya que una y otra vez que toparás con vistas y paisajes que llenarán tu pupila con los mil colores de la región, apenas intervenida por la mano del hombre. Allí podrás regodearte con el turquesa de las aguas al colorado de las rocas del río. Una sorpresa tras otra.
 
Todos al agua

Ya en Tolantongo no podrás decirle no a un chapuzón. Y las opciones sobran. Desde el río hasta las albercas, pozas o cerca de las cascadas. Ten por seguro que te vas a mojar y lo  disfrutarás, porque sus cálidas aguas termales tienen una cualidad que va más allá de la sensación de calor: Son saludables para el cuerpo (contiene sales de magnesio) y sobre todo, puras (los cuidadores hacen énfasis en que la gente que se bañe en ellas no lleven ni shampoo y mucho menos jabón que las pueda contaminar). Se cuida en todo momento el ambiente familiar, por lo que tampoco está permitido entrar a los cuerpos de agua con alcohol.

Si andas persiguiendo algo más de adrenalina, en la zona hay tirolesas. La vista que tendrás desde ella de las grutas, de los cañones, cañadas, cáctus, árboles y valles es simplemente espectacular.

Al terminar el día sentirás que diste una vuelta por el Edén terrenal. Uno con escenarios que retan a la imaginación...un destino que es simplemente único.

EL DATO
¿Cómo llego?

Primero llega a la ciudad de Pachuca, Hidalgo, para tomar la carretera 85 Actopan-Ixmiquilpan.

De Ixmiquilpan, toma camino a la iglesia de San Antonio, donde encontrarás la salida al libramiento hacia El Cardonal.

Allí encontrarás las señales para las Grutas de Tolantongo (se localizan a 28 kilómetros al noreste de la localidad de El Cardonal).

INFORMACIÓN
Toma en cuenta

En la página de internet de www.grutastolantongo.com.mx encontrarás información y paquetes para quedarte en Tolantongo, así como las reglas que debes observar en el lugar.