Armonía en tu piel: Higiene y limpieza del cabello

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2015).-  El champú es uno de los principales productos de belleza más vendidos en todo el mundo, que se utiliza principalmente para limpiar y cuidar el cabello.

Su principal función es remover grasa, polvo, residuos cosméticos, escamas y partículas no deseadas, pero sobre todo favorece la separación del sebo del pelo.

Actualmente existe una gran variedad para todos los gustos y requerimientos, género, edades y todo tipo de cabello. Saber elegir el indicado es aquel que se adecue a las necesidades de cada persona, y el mejor será el que solucione el problema sin efectos secundarios, divididos en dos grandes grupos de acuerdo a cada necesidad: los de grado cosmético de venta libre y los medicinales con prescripción terapéutica.

Lavar el pelo es un hábito de higiene personal para mantener tanto el cabello como el cuero cabelludo, sano y hermoso, y cada quien decide cuando hacerlo.

La regla básica será lavar el pelo cuando se vea sucio, por higiene, salud y estética.

El cabello no se puede lavar solo con agua y los jabones que se usan para el cuerpo no son recomendables para su higiene, por tener componentes que pueden resecar y dejar el cabello opaco y difícil de peinar. La forma como limpia un champú es por cargas eléctricas, los cuales tienen ingredientes con carga positiva, que es atraída al pelo que tiene una carga eléctrica negativa.

La cantidad de espuma que hace un champú no determina que lave mejor. Ni tampoco reseca el que hace más espuma.

Los componentes básicos en la elaboración de los champús son: el  agente activo de superficie (surfactante), que casi todos lo tienen, el cual es necesario para la formación de la espuma, el más usado es: lauril eter sulfato sódico. Hoy en día, este ingrediente es muy controvertido como causante de efectos dañinos para la salud, mismos que no están todavía demostrados. En aquellas personas sensibles a este producto es mejor usar uno que no lo tenga.

Estabilizantes de espuma, conservadores, agua, acondicionadores, perfumes, colorantes, aditivos funcionales, suavizantes, espesantes, hidratantes y ácido cítrico mantienen un grado de acidez igual al de la piel normal.
Cuando un champú es medicinal se le agregan otros ingredientes dependiendo del problema: hongos, caspa, caída, antinflamación, entre otros.

En conclusión, un buen champú cosmético o medicinal es aquel que sea compatible con la piel, que no afecte los ojos, que limpien bien el cuero cabelludo sin irritarlo, que dejen la fibra del cabello limpio, sedoso y fácil de peinar tanto mojado como seco y con carga eléctrica baja. Además que sea fácil de extender, con poder espumante eficiente, fácil de enjuagar, que no quede sobre acondicionado, que tenga una menor cantidad de químicos agresivos, que su PH sea de ácido a neutro y que sea biodegradable. Además de lograr los objetivos terapéuticos sin efectos secundarios.