Sexo sin condón y tatuajes elevan riesgo de padecer hepatitis C

CIUDAD DE MÉXICO (28/JUL/2015).- Las personas que se realizan tatuajes, comparten jeringas y tienen relaciones sexuales sin condón corren mayor riesgo de adquirir algún tipo de hepatitis de origen viral, aseguró la académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Gabriela Gutiérrez Reyes.
 
"Un problema inicial es que la mayoría de los pacientes no se enteran de que están infectados, pues la hepatitis puede ser asintomática por mucho tiempo" indicó Gutiérrez Reyes en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
 
Los infectados se dan cuenta de la enfermedad cuando llega a una etapa avanzada, en la que ya existe un daño en el hígado, en algunas ocasiones de manera irreversible, dijo la especialista.
 
La enfermedad debe atenderse a tiempo para evitar la inflamación del hígado y termine en fibrosis, mencionó Gutiérrez Reyes en el Día Mundial contra la Hepatitis que se celebra este martes.
 
Además, en etapas avanzadas se modifica el acomodo y la comunicación de los hepatocitos y continúa a la cicatrización o cirrosis, lo que endurece al hígado e impide su funcionamiento.
 
La hepatitis puede ser causada por infecciones provenientes de virus, por exceso de consumo de alcohol, por sobredosis de algunos medicamentos o por efecto de células inmunitarias del propio cuerpo que atacan al hígado.
 
Las hepatitis virales y las tóxicas por alcohol son las más frecuentes; además, las primeras se dividen en dos grupos, el de virus hepatotropos, que es frecuente y se aloja sobre todo en el hígado, y otro de no hepatotropos, que no es muy común.
 
La hepatitis A es la más leve porque se cura y no es crónica. Esta se previene con el lavado de manos, el uso de alimentos y líquidos libres de contaminación.
 
En cambio, la hepatitis B y C son crónicas porque su infección se puede prolongar por muchos años, incluso sin expresar síntomas en las primeras etapas.
 
La especialista comentó que es importante hacerse un estudio general para detectar el padecimiento, que también puede contagiarse por material quirúrgico de dentistas o personas que llegaron a utilizar jeringas metálicas no esterilizadas.