Las fincas expresivas de Tecolotlán

GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2015).- Tecolotlán ostenta con orgullo un hermoso casco, delimitado por el río de igual nombre y por su cañada, límites naturales que obligaron una planta rectangular, muy rectangular, comprendida por cuatro calles a lo largo: Reforma, Plaza de Gallos, de las Huertas y cerrada del Santuario, que posteriormente fueron rebautizadas como Álvaro Obregón, Cristóbal Rodríguez de Obejo, Libertad y Constitución, respectivamente.

Gruesos y anchos adobes se fueron levantando y, abrazando hermosos marcos de cantera, soportales arqueados fueron dando sombra a portales y corredores, donde se fueron ventilando los sosegados días de un entusiasta pueblo. La arquitectura del caserío de Tecolotlán denota una época de oro y un buen gusto por la morada.

La calle Ingeniero Juan Salvador Agraz, antes de la Victoria, tiene una placa en la finca #76, que dice: “El día 3 de octubre de 1881 nació en esta casa el Sr. Ingeniero Juan Salvador Agraz Martínez, fundador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de México”, la morada vecina Oriente, tiene una elegante puerta y la #31, con ventanas poseedoras de distintivos postigos de Tecolotlán, “ovalados”.

Siguiendo al Este, a un costado de la Plaza de Armas, encontramos el fantástico Portal Victoria, conformado por el restaurante “El Portal”, en la esquina. Le sigue la vivienda # 46, donde su zaguán liga con fabulosos corredores, delimitados por columnas redondas, que sostienen capiteles dóricos y arcos en medio punto.

La casona aledaña con puerta de dos hojas, una escalera sube al Restaurante Antiguos, el portal fue conformado por tres arcos en medio punto sobre capiteles dóricos, sumándose a la arcada vecina. Al otro lado, el bonito Santuario.

La calle Agraz cierra con Álvaro Obregón, donde posa con donaire una construcción de dos pisos, el primero con cuatro puertas arqueadas en medio punto y una ventana, la primera puerta de mayor claro, pues conduce al zaguán de la casa, donde vivió Ana Bertha Lepe, las siguientes puertas abren al comercio, arriba, un balcón corrido comunica a dos puertas.

Con dirección Sur, se ubica la pintoresca Casa Merino, con vanos trilobulados en su fachada y corredores. Cerca, una finca luce frontones triangulares en el remate de sus vanos.

Al inicio de la calle Constitución, se localiza el fantástico Portal Hidalgo, donde se asoman dos labrados marcos de puerta, con volutas y hojas, vanos de un comercio, que cuenta con otro exquisito marco por la calle Agraz. Los techos con vigas de madera y adobón aún persisten.

La morada #36, obedece a la Casa Villaseñor, con dos ventanas bajas, verticales y con forja, similar elemento en las ventanas de las puertas del zaguán, donde una elaborada verja abre a los encantadores portales trilobulados.

En la siguiente cuadra se halla el atractivo Portal Morelos, comprendido por columnas redondas, que soportan hermosos capiteles corintios, y arcos en medio punto, espacio donde miran las ventanas de la Biblioteca y Museo “Maestro Gabriel Agraz García de Alba”, quien legó varias obras impresas a los jaliscienses.

Más al Sur, se localiza el admirable Portal Constitución, cuatro ventanas verticales con forja de una vivienda ven a la bizarra arcada, entre ellas hay un portón de dos hojas con postigo, la tercera ventana se hizo puerta al dividirse la casona.

A unos pasos se ubican las Casas de los Naranjos, con ventanas verticales con forja, sombreadas por los frutales. Continua un maravilloso portón, de elaborada talla, en arco escarzano, con un cordón de hojas y un medallón al centro, enmarcado por medias columnas toscanas y cornisa, arriba, dos gárgolas, las puertas con postigo.

La casa #89, enseña atractivos vanos trilobulados, elemento que se manifiesta en varias fincas. La #93, tiene un portón con postigo; la #107, es una casa blanca con ventanas verticales con forja; la #117, con puerta de dos hojas; la #129, con sus vanos rematados a 45º. Subiendo por Francisco Ponce está el Convento y Asilo Sagrado Corazón.