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Centro Cultural Oblatos, nueve años de trabajo por la comunidad

Festejarán el 23 de febrero con una serie de actividades de sus talleristas: una evidencia de lo logrado

Por: EL INFORMADOR

El Oriente de la ciudad celebra la convivencia en este paraje de aprendizaje cultural. EL INFORMADOR / E. Barrera

El Oriente de la ciudad celebra la convivencia en este paraje de aprendizaje cultural. EL INFORMADOR / E. Barrera

GUADALAJARA, JALISCO (22/FEB/2015).- Con motivo de la celebración por sus primeros nueve años de actividad, el Centro Cultural Oblatos, adscrito a la Secretaría de Cultura de Guadalajara, realizará una serie de actividades este lunes 23 de febrero en las que intervendrán los alumnos de sus numerosos talleres, pero ante todo, esto significará una evidencia de lo logrado en este lapso en un espacio plagado de historia y leyenda que ha sabido sostener su vocación como centro comunitario y que, en su tipo, fue el primero que se estableció en la zona Oriente de la ciudad.

El centro cultural se sitúa en una finca que, conocida como la Ex Hacienda de Oblatos, comenzó a construirse a finales del siglo XVIII —de acuerdo con un mapa de la época, el pórtico y la capilla se levantaron en 1787— y, aunque conserva hoy día algunos elementos decorativos originales, sólo perviven del conjunto algunas bodegas, el pequeño templo (que sigue ofreciendo servicios religiosos), la arquería y un molino cercano que no ha sido restaurado.

La historia del lugar va mucho más allá de la edificación del inmueble; para empezar, el nombre proviene de la Orden de los Oblatos de San Ambrosio, fundada en 1578 por San Carlos Borromeo y que, con la llegada del español Juan de Santiago de León Garabito a la diócesis de Guadalajara a fines del siglo XVII, destinó las tierras de la zona a los monjes de la orden “para mantener sus necesidades”, de acuerdo con las investigaciones realizadas por el maestro Víctor Sánchez Ramírez.
Tras la extinción de los también conocidos como “Oblatos del Salvador”, en 1775, resulta difícil rastrear el posterior uso de estos territorios, puesto que las haciendas cambiaban de propietario de manera constante y lo que fue la “Hacienda de Oblatos” —que también tuvo por nombre Hacienda San Andrés de Buenavista— se vendió varias veces a lo largo de las siguientes dos centurias.

Así, después de un periodo en que fue incautada por el gobierno —a fines del siglo XIX y principios del XX— y en el que se benefició del establecimiento de un ferrocarril que primero fue “de mulitas” y luego de propulsión a vapor, hasta antes de la década de los sesenta del pasado siglo, gracias a diferentes decretos, las tierras de la Hacienda de Oblatos y otras propiedades pasaron a ser los ejidos Oblatos, Zalatitán y Tetlán, donde se fundaron las colonias Oblatos, Tetlán, Balcones de Oblatos, Tetlán Río Verde, Balcones de Oblatos, El Laurel, Lomas de Oblatos, Oblatos Popular, Fraccionamiento Oblatos, Talpita y San Isidro, entre otras.

Servicio comunitario y obras

El inmueble, en 2003, fue finalmente adquirido por el Ayuntamiento tapatío, su remodelación fue aprobada (previo estudio) un año después y, como centro cultural, fue inaugurado hasta febrero de 2006, aunque eso no significa que no haya habido actividad, según explicó Adriana Córdova Navarro, directora de Museos, Centros Culturales y Galerías para la Secretaría de Cultura de Guadalajara, pues “desde un principio se dedicó al servicio comunitario, la capilla no ha dejado de ofrecer la misa y la plaza ha sido un sitio de reunión para los colonos”.

Actualmente, lo mismo que cuando se realizaron las primeras obras para remodelar la edificación, gracias a un recurso federal (un millón y medio de pesos) otorgado por la Secretaría de Desarrollo Social a través de su Programa Hábitat, en noviembre comenzaron nuevas obras “de restauración y acondicionamiento”, sobre todo en muros y azoteas, previstas para concluir en marzo de este año, “porque la idea es conservarlo como la finca patrimonial que es —contamos con el aval y la participación constante del INAH—, había que consolidar las bóvedas, eliminar filtraciones de agua y reparar los muros, siguiendo los procesos adecuados de restauración”, indicó la funcionaria.

La danza de las cifras

Si algo impresiona es que, como refiere la encargada —y también maestra— del centro cultural, Rosa María Salas, es que además de las actividades vecinales (reuniones del comité de colonos) y las de promoción de lectura y servicios que brinda la biblioteca (con más de siete mil libros, películas y revistas), también se ofrecen 13 talleres fijos y seis “extras”, en los que se encuentran inscritos más de 500 niños y jóvenes; a esto deben sumarse las exposiciones temporales, presentaciones artísticas y las recientes visitas (coordinadas con el Ayuntamiento y las escuelas de la zona) a museos y otras actividades en la Zona Metropolitana.

Todo esto, a pesar de los altibajos debidos a las temporadas vacacionales, implica un promedio de casi dos mil asistencias al mes en la Ex Hacienda donde, sólo en 2014, se llevaron a cabo un total de 38 actividades, con una afluencia de casi 24 mil personas; en estos términos, dice Salas, debe hacerse notar asimismo que “es palpable la reducción de los índices de violencia en el entorno cercano del centro cultural”, en parte debido a un trabajo sostenido “que ha formado una generación de jóvenes que continúan asistiendo, desde 2006, a los talleres”.

Por si lo anterior fuera poco, las obras de rehabilitación en curso no sólo darán un rostro renovado a la finca, sino —como refiere Adarel Armendáriz, coordinadora de Centros Culturales para el Gobierno municipal— implican la inversión de parte de los recursos en “dotación de equipo” y, en el futuro cercano, se espera obtener una partida más para “habilitar una sala de danza —con duela y espejos— y adquisición de instrumentos” para los talleres.

Cumpleaños feliz

En la zona de Oblatos, este centro cultural ha adquirido “una dimensión mayor”, comenta Salas, no sólo porque mantiene su vinculación con los vecinos (que se incrementa día con día), sino porque, gracias a las nuevas obras “siento que estamos estrenando, lo que contribuirá a seguir apoyando a la comunidad, porque en los últimos casi seis años —en los que he estado al frente del lugar— he constatado que la gente lo ha hecho suyo”.

El centro cultural festejará su aniversario mañana lunes, con un festival artístico en el que tomarán parte los alumnos de los talleres que se imparten en el lugar (jazz, música y coros) y un grupo de mariachi de las escuelas de música del Ayuntamiento, además de un montaje de danza contemporánea a cargo de Paola Vidal, todo a partir de las 17:00 horas.

TOMA NOTA

Talleres

> Teatro infantil, jazz (tres grupos), artes plásticas, dibujo artístico, teclado, coro infantil, guitarra (dos grupos: principiantes y avanzados) y huertos familiares / cuota mensual: 60 pesos por pesona

> Modelado en barro y dibujo infantil / cuota mensual: 40 pesos por persona

> Urbedanza (con apoyo del programa Redesearte) y talleres Hábitat (que iniciarán en junio próximo: stencil, grafiti, pintura, música coral y creación audiovisual / sin costo

> Bisutería, tejido, herbolaria y bonsái (talleres del Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Jalisco –IDEFT–) / aportación voluntaria para el maestro.

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