Martes, 19 de Marzo 2024
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Colima, un paraíso terrenal

El estado vecino ofrece diversas opciones para los paseantes

Por: EL INFORMADOR

Catedral de Colima. El edificio expone en toda su belleza la arquitectura sacra de la ciudad.  /

Catedral de Colima. El edificio expone en toda su belleza la arquitectura sacra de la ciudad. /

GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2014).- Colima es uno de los estados más pequeños de la república mexicana, se ubica en la región occidental del país, cerca de la costa del Pacífico, en la frontera sureste de Jalisco, cuyo clima tropical es constante y puede resultar agradable; ahora, el valle que alberga su capital –considerada como una de las ciudades más seguras y habitables a nivel nacional– se halla entre dos volcanes muy conocidos, el activo Volcán de Fuego y el Nevado de Colima, cubierto de nieve todo el año y donde se ubica un parque que recibe numerosas visitas de turistas tanto locales como extranjeros.

A pesar de que no se juzgó así en el pasado, hoy día se sostiene que la situación geográfica de Colima permite que sus perspectivas turísticas sean muy favorables; hay en la entidad diversos lugares de interés para viajeros, balnearios naturales y macizos montañosos, fuentes termales, zonas arqueológicas y áreas para practicar la caza y la pesca. A pesar de sus dimensiones, existen también lugares para el turismo de aventura que esperan recibir la debida atención para ser explotados debidamente.

1 Para comenzar


Para quien se plantea una revisión de los diferentes atractivos que la entidad ofrece para los viajeros, comenzar por la capital puede ser poco habitual pero reserva el interés antes de llegar a sus puntos turísticos más conocidos; así, la ciudad de Colima tiene en su corazón urbano una plaza principal, el Jardín Libertad (sitio en el que no es raro encontrar músicos y gente bailando), desde donde se aprecian el famoso Portal Medellín, la Catedral y, a un costado, el Palacio de Gobierno. Son óptimos espacios para disfrutar del clima con una tradicional “agua de tuba”.

Como detalles a considerar, la Catedral de Colima fue construida en 1527 pero, intervenida varias veces, su fachada neoclásica y las naves datan de 1894; el Palacio de Gobierno, por su parte, levantado hace poco más de un siglo, tiene murales y alberga un pequeño museo, aunque hay en la ciudad otros excelentes recintos de este tipo, como el Museo Regional de Historia, el Museo Universitario de Artes Populares y la Pinacoteca Universitaria Alfonso Michel.

2 El atractivo del pasado

Para quien se interesa por la historia, se puede visitar la zona arqueológica El Chanal, situada a cuatro kilómetros al norte de la capital, es un conjunto de plataformas piramidales escalonadas (con petroglifos que adornan las escalinatas), un juego de pelota y varias plazas; asimismo, en Villa de Álvarez se halla La Campana, conjunto ceremonial formado por varios templos y plataformas piramidales construidas con cantos rodados.

En lo que respecta a construcciones coloniales, San Francisco de Almoloyán es un antiguo convento franciscano del siglo XVI, hoy en ruinas; también se encuentra la Hacienda de Nogueras, en el Municipio de Comala (a seis kilómetros al norte de la capital), espacio restaurado con una capilla del siglo XVII y un museo. Ahora, en la carretera Colima-Tecomán, está el Mesón de Caxitlán, ruinas de un viejo mesón del camino real (siglo XVIII), en los terrenos de un antiguo pueblo indígena.

3 Encanto de la cultura popular

La conformación de la sociedad colimense actual es resultado de cómo se integraron las poblaciones indígena, española, negra y filipina, culturas cuyas huellas es posible identificar, no sin dificultad, en la diversidad de tradiciones que preservan sus comunidades y que conforman un colorido mosaico de interés para cualquier visitante.

Por ejemplo, Las danzas y artesanías proceden tanto de la tradición indígena como del periodo colonial; de los españoles ha quedado el gusto por las corridas de toros y la charrería; de origen africano son diversas voces del habla popular y los típicos “mojigangas”; de los migrantes orientales (filipinos, indios o chinos) procede lo que se conoce como “cultura del coco” (que se expresa en platillos y elementos de ornato).

Las danzas tradicionales —la “de la Virgen de Guadalupe”, los “capotes” o “malinches”— son de origen colonial, pero también las hay de la tradición indígena –como las de “sonajera india” y la de “morenos”–; a esto se suman las pastorelas, para las que se ha conservado un estilo tradicional aunque también existen producciones contemporáneas que renuevan este teatro popular.

Por otra parte, entre las fiestas de mayor arraigo, destaca la que se celebra el 19 de marzo, los Paspaques de Suchitlán, población del municipio de Comala donde los indígenas nahuas celebran un ritual agrícola de origen prehispánico en el que juega el papel central el maíz en todas sus derivaciones alimenticias (tortilla, tamales, pozole o pinole). En cuanto a la música popular, la forma más tradicional es el mariachi “de arpa”, que aún se escucha en las ferias y fiestas populares, así como en las procesiones acompañadas con chirimía, pito de carrizo y tambor.

4 Para el hambre


El menú tradicional colimense es amplio, entre sus platillos más celebrados están los sopitos, tostadillas cubiertas con picadillo y bañadas en salsa; los sopes gordos de pata, lomo o pollo, son famosos, igual que las tostadas. El pozole de cerdo es tradicional, al igual que guisos como el tatemado (cerdo en vinagre de coco y guisado con chile colorado), la pepena o la cuachala.

Además, hay variedades locales del tamal y Comala se distingue por productos como el quesillo ranchero o la panela, junto al pan dulce (bonetes o picón de huevo); ahora, en temporada de lluvias es posible disfrutar de chacalas en caldo o los moyos (un tipo de cangrejo) a la diabla, lo mismo que un ceviche colimense o un pescado a la talla envuelto en hoja de plátano y a las brasas.

Como bebidas refrescantes típicas se encuentran el Tejuino, la tuba y el bate. El primero, se prepara con atole de maíz amartajado y panocha (se sirve con hielo, sal y limón); la tuba, de origen filipino, es savia de cocotero al natural, almendrada o con fruta picada y cacahuates; el bate se hace con chan (semilla de la familia de la chía) y se sirve con miel de piloncillo.

Bebidas de contenido alcohólico se elaboran también, como los ponches de Comala, de granada (más tradicional), ciruela pasa, cacahuate, guayabilla y tamarindo, para cuya elaboración se usa mezcal de la región del volcán; asimismo, con coco se producen dulces típicos como el alfajor y las cocadas, pero también hay dulces de tamarindo, de piña, rollos de guayaba, envinados de leche con canela y plátanos deshidratados.

LA BRÚJULA

Las playas


Es imposible referir los atractivos turísticos de Colima sin mencionar las principales playas que se encuentran en los municipios de Manzanillo, Tecomán y Armería.

Pueden referirse, además de los atractivos sitios de playa, las afamadas aguas termales de Agua Caliente, el Hervidero y Chandiablo; además de varias zonas arqueológicas más allá de las citadas, como Buenavista, Chapa, Corralitos, La Capacha y Chiquihuitlán.

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