Viernes, 29 de Marzo 2024
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El Ceboruco y Los Toriles

El volcán y las ruinas arqueológicas ofrecen paisajes que bien valen la pena ser visitados

Por: EL INFORMADOR

Una de las magníficas construcciones circulares de Los Toriles.  /

Una de las magníficas construcciones circulares de Los Toriles. /

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2014).- Siendo el Ceboruco un volcán y Los Toriles unas ruinas arqueológicas ¿Por qué los recomiendo?

En primer lugar, porque uno y otro son hermosos.

En segundo lugar porque, con la prisa con que vivimos hoy en día, pasamos junto a ellos sin notarlos tratando de llegar a donde sea, sin realizar que el solo caminar puede ser tan atractivo como el llegar.    

“Despacio que voy de prisa” dicen las consejas de la historia; y nosotros hacemos oídos sordos al mensaje.

Cierto es que un pico de gallo y una cervecita frente al mar son gran atractivo para apresurar el paso, pero… habrá que realizar que también hay muchas otras cosas escondidas que hay que disfrutar.    

Cuando le preguntaron a Alexander Graham Bell -fundador de National Geographic- hace ya más de un siglo, que cuales serían los temas que se tratarían en la revista, rápidamente contestó… ¡“Solamente”  lo que se refiere al mundo y a todo le que hay en él…! ¡Tenemos mucho mundo y poco tiempo…! Detengámonos pues, aunque sea poquito a disfrutar los pequeños grandes detalles que nuestro maravilloso mundo nos tiene ocultos. Ahí están y han estado desde siempre… solo tenemos que  descubrirlos.

Por la carretera que va a Puerto Vallarta o a Tepic, y a no más de un par de horas de Guadalajara, al llegar a la desviación a Ixtlán y a mano derecha, encontrarán un pequeño señalamiento indicando tanto la desviación al pueblo como al sitio arqueológico. Vayan por ahí. Al llegar al caserío se encontrarán con el entronque con la carretera libre por donde, como si regresaran de nuevo a Guadalajara… a unos cuantos cientos de metros y a la izquierda, encontrarán la entrada al sitio arqueológico de Los Toriles.

Está muy bien restaurado: vestigios de las civilizaciones que nos antecedieron, patios enormes, pirámides circulares, cruces entresacadas en los muros, y un sinfín de construcciones hechas en los tiempos de cuando las “culturas” extranjeras todavía no cambiaban “el costumbre” de los moradores.

Vale mucho la pena “perder” por lo menos una hora en este sitio tan interesante. Los guías son sumamente amables y bien documentados; y el lugar muy digno de visitarse. Ahí nos podemos dar una idea de la riqueza cultural de la región del occidente del país (pese a que algunos arqueólogos centralistas pretenden negarle su  importancia). De hecho, muchos otros sitios de la región han sido descubiertos últimamente: Guachimontones y el Palacio de Ocomo son ejemplos de ello.

Nuestra siguiente recomendación es que pasen a agasajarse con el enorme volcán del Ceboruco.

Para ello habrá que continuar hasta la desviación a Jala en donde, cruzando el pueblo habrá que tomar una carreterita empedrada en muy buen estado que curva tras curva va subiendo al hermoso edificio volcánico. Pero… por favor disfruten cada una de las espectaculares vistas. Vean con atención las plantas y las aves de cada lugar y observen como va cambiando el entorno.

Más tarde llegarán a una planicie donde podrán observar en vivo y a todo color algunas de las bocas del volcán que están abiertas y exhalando vapores. Observen las algas y gusanos “termófilos” (amantes del calor) que viven entre las emanaciones volcánicas ardientes.

Mas arriba, desde la estación de microondas se pueden divisar los mares de lava que arrojó el volcán a uno y otro lado. Desde ese punto se podrá  emprender una caminata por una bien marcada vereda hasta llegar al cráter. Los helechos que crecen entre las rocas ígneas son de llamar la atención; al igual que los nubarrones provocados por las exhalaciones, que cruzan de continuo el cielo.
Al regreso, por favor, lleguen de nuevo a Ixtlán por una deliciosa nieve de garrafa de las del portal.

vya@informador.com.mx

TOMA NOTA

Para asistir


Debido a que la zona arqueológica cuenta con muy poca vegetación, a los Toriles se recomienda asistir con ropa que cubra cabeza y cuerpo de los rayos solares.  Cuide la vegetación.

Su ubicación


El Ceboruco se encuentra a únicamente 31 kilómetros del poblado de Ixtlán del Río, en el Estado de Nayarit. Colinda con los poblados de Ahuacatlán, Jala, Santa Isabel y Chapalilla.

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