Un 'tour' por San Francisco

SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS (20/JUL/2014).- La ciudad estadounidense en el Estado de California es característica por su puente al Norte que la conecta con el resto de la bahía, el Golden Gate, cuya imagen es emblemática de la localidad y que es un punto turístico obligado si se pasa por San Francisco. Sin embargo, hay mucho más por explorar, por ejemplo, su historia cultural que guarda el recuerdo de una generación literaria que floreció en sus calles.

San Francisco y sus alrededores fueron el escenario en el que se desenvolvieron muchos de los escritores de la generación Beat en los años cincuenta, y cuyo movimiento e ideas se consideran como el antecedente inmediato de los hippies. Con una predilección a la poesía, esta generación legó a la literatura estadounidense varios de los grandes poetas del siglo XX, como Allen Ginsberg y Gregory Corso, pero también arrojaron varias piezas narrativas que se convirtieron en icónicas  dentro de la tradición novelística.

Obras como En el camino de Jack Kerouac y El almuerzo desnudo de William S. Burroughs sorprenden por su originalidad y siguen vigentes en la cultura popular (en 1991 David Cronenberg llevó al cine Almuerzo al desnudo, por ejemplo). Por suerte todavía existe mucho del viejo San Francisco que vivieron Burroughs, Ginsberg y Kerouac, entre muchos otros, por ello es posible realizar un tour literario por la ciudad.

El origen de la literatura está en las publicaciones, y ellas no se pueden dar sin una editorial y una librería que distribuya los libros. Por esta razón en 1953 el poeta Lawrence Ferlinghetti, también adherido a la generación de los Beats, fundó City Lights, empresa que fungiría como editorial y librería para darle cabida a los poemas, obras de teatro y prosa que los editores convencionales rechazaron en su momento por su novedad. En su catálogo figuran grandes clásicos como Howl (Aullido) de Allen Ginsberg, el largo poema que mejor representa el espíritu de la época que vivieron estos poetas.

Pero el legado de City Lights no se reduce sólo a sus publicaciones, el edificio en que se encuentran es también un destino turístico de interés, y por ello ha sido declarada como edificio histórico en la ciudad. En total son tres pisos,  (o un sótano, el piso principal y el mezzanine), y es famoso su “Poetry Room”, una habitación tapizada con publicaciones de poesía que engloba toda la tradición inglesa desde sus comienzos hasta lo más contemporáneo. City Lights se ubica en la avenida Columbus (núm. 261), y colinda con el Barrio Chino.

El Barrio Chino

El propio Barrio Chino es una zona que merece visitarse, ya que es el barrio chino más grande fuera de Asia. En su zona comercial se puede encontrar de todo: souvenirs de la ciudad, cuadros, ropa, y por supuesto, en el barrio se concentra buena parte de los restaurantes de comida asiática. Un recorrido a pie por todas las calles que lo componen tomaría varias horas, así que como siempre en cualquier viaje, lo mejor es llevar zapatos cómodos para aguantar el ritmo.

Beat Museum

A tan sólo unas cuadras del Barrio Chino está el Museo Beat, en donde no sólo se exhiben libros y mucha memorabilia de la generación literaria (máquinas de escribir de antaño), sino que también hay venta de primeras ediciones, reproducciones de cuadros pintados por los artistas que acompañaron a los poetas, y todo tipo de recuerdos, desde imanes para el refrigerador hasta elepés de la época.
El objetivo del museo es preservar la memoria de una época, por ello al recorrer sus salas abrimos la puerta hacia un viaje en el tiempo en el que nos encontramos cara a cara con la generación que fundó los cimientos en los que se basarían los hippies, unos años después. Varias de las joyas del museo son manuscritos originales de los autores, y en el inmueble se llevan a cabo presentaciones de libros y conciertos.

Caffé Trieste (Calle Vallejo 601)

A veces en nuestros viajes el único café que tomamos es el mañanero en el hotel u hostal, y rara vez nos detenemos en un establecimiento dedicado a la venta de la cálida bebida. Sin embargo, en el San Francisco cultural es preciso visitar un café (muy cercano al museo de los Beats, de hecho, en el barrio de North Beach, pegado al Barrio Chino).
Se trata del Trieste, que además de hacer un espresso que recordará durante varias horas por su intensidad, también tiene todavía varias de las mesas en las que, por ejemplo, Francis Ford Coppola trabajó en el guión de uno de sus filmes más celebrados, El Padrino. Otros de los parroquianos frecuentes fueron Jack Kerouac, Gregory Corso y el ya mencionado Ferlinghetti, de quien se dice que escribió libros completos mientras bebía en el lugar.

Gastronomía

Por último, sumado a la diversidad de comidas internacionales que tienen presencia en una ciudad tan cosmopolita como San Francisco, también hay platillos locales, como su tradicional sopa, la Clam chowder. Es una sopa espesa de almejas que se sirve dentro de un pan, es decir, al pan previamente se le quita su interior para que funcione como plato.

Los alrededores

La Bahía de San Francisco no sólo incluye a la ciudad homónima: también consta de varias ciudades colindantes a menos de media hora de distancia. Destacan Oakland y Berkeley. En esta última vivieron Ginsberg y Kerouac, y en ella es recomendable visitar su universidad: el transporte desde San Francisco se puede hacer en el sistema de tren eléctrico urbano.
Muy cerca de ahí un pequeño parque de nombre Indian Rock: su orografía es privilegiada, pues desde este punto (uno de los más altos en la zona de la bahía) es posible observar la totalidad de San Francisco, el propio Berkeley y Oakland. Si las condiciones climáticas lo permiten, esto es, si no hay mucha niebla, la vista se puede disfrutar sin ningún problema.

TOMA NOTA

Los vuelos y hospedaje

Pueden comprase vuelos hacia la ciudad de San Francisco desde $1,500 pesos, según la temporada y la línea. El hospedaje en la zona varía dependiendo de lo que se elija: hay hostales desde $400 pesos mexicanos la noche, u hoteles que comienzan en $1,500 pesos en adelante, aproximadamente.

Para seguir viajando

Si el interés del viajero también incluye el ecoturismo, sin duda encontrará al norte de San Francisco varios lugares dignos de ser visitados: el primero de ellos es el bosque Muir (Muir Wood), un bosque que fue de los primeros en catalogarse como Parque Nacional, a tan sólo media hora del Golden Gate. Dos horas más al Norte está el Valle de Napa, representante del sector de la vinicultura, es decir, donde se cosechan las uvas para los vinos tintos que produce Estados Unidos.

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