¡No laves tus 'jeans'!

GUADALAJARA, JALISCO (27/MAY/2014).- Estos son unos de mis “jeans” favoritos. Los tengo desde hace más o menos un año y todavía no han visto la lavadora. Sé que suena asqueroso… pero, créanme, puede hacerse”. Las afirmaciones pronunciadas por el CEO de Levi’s, Chip Bergh, en el foro de sostenibilidad Brainstorm Green dieron la vuelta al mundo. Claro que es posible no lavar los pantalones de mezclilla en un año pero, ¿es recomendable?

Suele decirse que el “denim” —el tejido con el que están confeccionados— es quizá el único que mejora con el uso continuado y el paso del tiempo. Y lo cierto es que su invención por parte de Levi Strauss a finales del siglo XIX respondía a cuestiones funcionales: su resistencia y comodidad los convertían en la indumentaria de trabajo perfecta para mineros, agricultores y buscadores de oro. La moda, posteriormente, se encargó de convertir dichas ventajas prácticas en valores estéticos: el mejor pantalón es el que parece (o está) envejecido y usado.

¿Y DÓNDE QUEDA LA HIGIENE?

¿Debes sacrificar la limpieza, para que tus “jeans” sean casi perfectos? Sí y no. El paso frecuente por la lavadora encoge, deforma y apaga su color, pero la realidad es que, aunque a priori parezca antihigiénico, sólo es necesario realizar esta operación cada cierto tiempo: En 2011, un estudiante de la universidad de Alberta (Canadá) comprobó que el nivel de bacterias en un vaquero usado durante sólo dos semanas era prácticamente el mismo que el de uno usado durante 450 días.

La solución para preservar la limpieza y seguir manteniendo el aspecto de usado no es el lavado, sino la congelación, según la jefas de diseño de Levi’s, Jill Guenza y Palee Sternberg, de la firma Nudie Jeans, auténticas expertas en el diseño y la conservación de esta prenda; ya que las bajas temperaturas matan las bacterias y mantienen su estado intacto. “No recuerdo la última vez que lavé un par de jeans. Suelo meterlos en el congelador o colgarlos en la ventana”, declaró Palee al sitio de moda Revolve Clothing.

Otros trucos para conservar el aspecto y prolongar la duración de los “jeans” es introducirlos con agua tibia en la bañera, pues de esta forma sabrás cuánto encogerán, sin dañar el color ni el tejido; también hay que prestar atención al grosor del denim —aparece reflejado en la etiqueta—, así como lavarlos del revés y secarlos al natural. Parece que la prenda más usada por la población mundial no es sólo la que mejor envejece, es también la que menos lavados necesita.

“DIRTY IS THE NEW CLEAN”

Los fanáticos del “jean” apuestan por el modelo “raw denim” o “dry denim”, el pantalón que se vende sin tratar (y sin lavar), para que su color y silueta se adapten poco a poco a la forma del cuerpo, tras el uso continuado. Lavarlo en los primeros meses de uso interrumpe el proceso de modelado de la prenda. O al menos así ocurre para los propios directivos de Levi’s, que hace algunos meses lanzaron la campaña “dirty is the new clean” (lo sucio es el nuevo limpio) con un nuevo modelo en el que se redujo la cantidad de agua necesaria en la confección —y por lo tanto el impacto ambiental— y se recomendaba que el paso del pantalón por la lavadora fuera casi mínimo. De hecho, para diseñadores/prescriptores de estilo como Tommy Hilfiger, hace algunos años declaró a la revista “TMZ” que nunca había lavado sus jeans.

FRASE

“No recuerdo la última vez que lavé un par de jeans. Suelo meterlos en el congelador o colgarlos en la ventana”.

Palee Stenberg, jefa de diseño de Nudie Jeans.

CON INFORMACIÓN DE "EL PAÍS".