Martes, 23 de Abril 2024
Suplementos | Cuna de una civilización prehispánica

Paraíso astral en tierra zacatecana

Cuna de una civilización prehispánica, este lugar conserva su esencia como un importante centro astronómico

Por: EL INFORMADOR

Salón de las columnas. Una construcción cuya finalidad es, según los ancestros del lugar, recibir y despedir cada movimiento del Sol.  /

Salón de las columnas. Una construcción cuya finalidad es, según los ancestros del lugar, recibir y despedir cada movimiento del Sol. /

GUADALAJARA, JALISCO (20/ABR/2014).- Entre los altiplanos del estado de Zacatecas se encuentra el municipio de Chalchihuites, el cual resguarda a una de las zonas arqueológicas que denotan la cosmovisión astronómica y cultural del período clásico mesoamericano en su dirección Norte: Altavista, área que congrega el legado prehispánico construido de piedra blanca y que bajo la ideología de sus antiguos pobladores, construyó su trazo arquitectónico en función de los puntos cardinales y el movimiento de los astros.

Aquí floreció la cultura chalchihuite-chichimeca, civilización que se distinguió por sus costumbres ceremoniales enfocadas a proteger y glorificar su vida política y militar. Este sitio ahora ofrece un recorrido místico para aquellos turistas que gustan de la historia prehispánica de México, además de ser un punto sumamente atractivo para los amantes de la fotografía y los efectos lumínicos, pues, durante el transcurrir del día, el Sol genera diversos matices sombreados que son un verdadero espectáculo a la vista.

Es por ello que la región adaptó puntos de entretenimiento cercanos a Chalchihuites, que conecten al visitante el prisma natural de la zona arqueológica, y así poder disfrutar de una experiencia educativa y dinámica. Como ejemplo está El Manantial, un centro turístico de tendencia ecológica que, a tan sólo 20 kilómetros de las ruinas, ofrecen actividades campestres como cabalgatas, paseos ciclistas y en cuatrimotos, así como rappel justo a las faldas del Cerro de Cardos.

Con ambiente totalmente familiar, El Manantial y la zona de arqueológica de Altavista son una opción para alejarse por un par de días del ajetreo citadino, y emprender a la par, demás ejercicios educativos y culturales como los recorridos especializados en la observación de flora y fauna de la región, así como de los diversos campamentos juveniles que en cada período vacacional se instalan libremente.

Empezando el itinerario por Altavista, uno de los elementos que más llama la atención de este vestigio, es el llamado Templo de los Cráneos, pirámide localizada en el sureste de la zona arqueológica que salta a la vista por su peculiar construcción integrada por una habitación cuadrangular que alberga a un gran fogón, que se cree, era utilizado para albergar al “fuego sagrado” que era encendido durante las ceremonias y ritos más importantes para la antaña civilización. Los guias del complejo no dudan en detallar leyendas e hipótesis sobre las posibles razones que dan testimonio de los restos humanos que se han encontrado justamente en el popular asentamiento.

Independientemente de la sensación espiritual que se percibe al caminar sobre las terracerías de Altavista, su región destaca por las más de 750 minas prehispánicas que se han descubierto progresivamente y cuales han brindado mayor información sobre la forma de vida de la cultura chalchihuite, pues en estas cuevas mineras exhiben la riqueza al ser poseedoras de turquesa, elemento que les brindó un resplandor y detonante económico a la entonces civilización.

Energía andante

Caminar por Altavista sugiere hacerlo con toda la comodidad del mundo. Aunque los pasillos por los que puede pasear el visitantes son ideales para ejercitar tranquilamente las piernas, lo cierto es que requiere de resistencia para explorar cada centímetro del sitio, en especial cuando lo que se busca es el conocer el laberíntico Salón de las Columnas, una explanada que da nacimiento a una docena de pilares circulares que tenían —y todavía conservan— una función sumamente importante para sus ancestros: recibir y despedir cada movimiento del Sol.

De frente al cerro Picacho, las columnas se entrocan estratégicamente para absorber el fenómeno equinoccial e iluminar naturalmente a los pasadizos, que vistos desde una altura mayor, regalan la estructura perfecta de un labentito labrado en pura piedra caliza y blanca. Es por ello que este “camino solar” es un punto obligado de reunión en cada cambio de las estaciones del año, especialmente en primavera y en la llegada del otoño.

Bajo estos lineamientos, la comunidad de Chalchihuites, es como adquirió relevancia no solo durante su vida de mayor poderío —en el 700 d.C—, sino que también se consideró como una fortaleza arquitectónica ante su paisaje empedrado, característica que le brindó el propio nombre al asentamiento que significa “Piedra verde”, en origen náhuatl.

Y es que el desarrolló intelectual que la población gozó, también se aprecia a su vasto conocimiento astronómico. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), detalla que la ubicación de Alta Vista-Chalchihuites está directamente relacionada con su aproximación al Trópico de Cáncer, por lo que sus códigos tienen gran herencia y similitudes con los sacerdotes-astrónomos originarios de Teotihuacán. Teoría que se comprueba en el hallazgo de dos petrograbados de círculos-cruces con cuentas calendáricas en la cima del cerro Chapín, muy parecidos a los hechos por los teotihuacanos.

TOMA NOTA

Cómo llegar

Desde Guadalajara, para llegar a la capital zacatecana, es necesario partir desde la orientación del municipio de Tonalá, para seguir por la carretera que conduce hacia Lagos de Moreno, seguiendo la ruta Arandas-San José-Encarnación, para después continuar hacia la desviación de Ciudad Cuauhtémoc. De ahí, es cuestión de obedecer a los señalamientos que prosiguen en dirección del poblado de Guadalupe. Aproximadamente son cuatro horas de trayecto.

Ya estando en Zacatecas, habrá que seguir por la carretera federal 45, rumbo a Durango. Una vez presente en la cabecera municipal de Chalchihuites, el traslado a la zona es menor a una hora en lo que se recorren los seis kilómetros de distancia.

EL DATO

Zona arquelógica de Altavista


Horario: de 9:00 a 17:00 horas todos los días del año.

SABER MÁS

El Manantial


Cuenta con una zona de hospedaje a través de cabañas, que pueden dar asilo a una sola persona o hasta grandes grupos de 15 personas. Entre sus servicios destacan cuartos amueblados, baños independientes, jacuzzi, áreas de comida y asadores.

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