Miércoles, 24 de Abril 2024
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Fue terrible, pero era una orden de Hitler

El nazi Priebke justifica la matanza de las Fosas Ardeatinas en un video póstumo

Por: EL INFORMADOR

La polémica surgida en torno al funeral de Priebke abrió viejas heridas en los italianos. EFE /

La polémica surgida en torno al funeral de Priebke abrió viejas heridas en los italianos. EFE /

GUADALAJARA, JALISCO (20/OCT/2013).- No fue capaz de negarse a asesinar a 335 personas en 1944 ni tampoco a pedir perdón a lo largo de su centenaria vida. Sólo unos días antes de morir, el criminal nazi Erich Priebke — fallecido en Roma la semana pasada— grabó un video en el que justifica su participación en la matanza de las Fosas Ardeatinas, organizada como represalia por un atentado cometido un día antes por los partisanos en el que perdieron la vida 33 oficiales nazis: “La ejecución fue una cosa terrible, pero era imposible negarse. Eran órdenes directas de Hitler”.

Aunque la culpa verdadera, según el ex capitán de las SS, fue de los comunistas: “El atentado fue organizado para conseguir una represalia por nuestra parte que a su vez desatara una revolución entre los vecinos de Roma, algo que no sucedió”. Priebke, quien durante el video difundido responde a preguntas de su abogado, Paolo Giachini, justifica su teoría en que “el general (Reiner) Stahel, cuando tomó el mando de las tropas de Roma, llenó los muros de la ciudad de avisos en los que se advertía de que cualquier atentado hacia los alemanes se saldaría con una represalia hacia los italianos. Los comunistas sabían lo que ocurriría”.

La difusión de una parte de la entrevista a Priebke es la última puesta en escena del abogado Giachini, quien desde la muerte de su cliente y amigo nazi viene tomando el pelo a las autoridades italianas. Tras hacer pública la muerte del excapitán —condenado a cadena perpetua por los crímenes y en arresto domiciliario dada su edad —, el letrado intentó organizar un funeral público, a lo que se negaron tanto el vicariato de Roma —en una decisión que la comunidad judía calificó de “histórica” y agradeció a la Iglesia católica— como el alcalde de la ciudad, Ignazio Marino, de centroizquierda. El derecho canónico permite negar las exequias a quienes, por la magnitud de sus pecados y su falta de arrepentimiento, se conviertan en piedra de escándalo. De igual forma, el alcalde advirtió de que tampoco se permitiría un entierro que estaba llamado a convertirse en una exaltación del nazismo.

Pese a ello, el abogado, que dice actuar por orden de la familia del nazi, logró el pasado la autorización del prefecto (gobernador civil) para trasladar el cadáver a la comunidad lefebvriana de Albano Laziale, a sabiendas de que el alcalde de esa localidad cercana a Roma avisó de que lo recibirían en pie de guerra. Se da la circunstancia de que Albano Laziale tiene la medalla de plata de la Resistencia, pero también de que allí tiene su sede un grupo neonazi que instiga el odio hacia los judíos. La llegada del furgón fúnebre, fuertemente escoltado por la policía, desembocó en una batalla campal. El funeral no se celebró y, en medio de la noche, el ataúd con los restos mortales de Priebke fue trasladado al aeropuerto militar de Pratica di Mare.

Ahí sigue a la espera de que las autoridades italianas decidan qué hacer con el cadáver, después de que tanto Alemania como Argentina —donde vivió oculto tres décadas y donde aún reside su hijo— se negaran a hacerse cargo de la sepultura. No obstante, en otra vuelta de tuerca para provocar al Gobierno italiano —que aún no se ha pronunciado sobre un asunto muy doloroso para los familiares de las víctimas—, el abogado Giachini denunció su desaparición en términos de película de misterio: “El cadáver ha desaparecido. En la noche del 15 al 16 de octubre, en el interior del convento de Albano Laziale, se ha producido un robo del cadáver por parte de una treintena de personas, agentes de policía o de los servicios secretos”. Según la prensa italiana, que cita fuentes del Ejército, el ataúd con los restos del nazi sigue en el aeródromo militar.

En el video, el ex capitán de las SS dice que, de haberse negado, hubiese sido ejecutado. Y su abogado añade que, en privado, recibió a los familiares de víctimas que le dieron su perdón. Pero de sus palabras no se trasluce ningún arrepentimiento. Solo una justificación a título póstumo.

Capitán de la SS


El criminal de guerra nazi Erich Priebke, quien murió en Roma el pasado 11 de octubre a los 100 años, finalmente será enterrado en un lugar secreto y sin funeral público.

Priebke fue extraditado a Italia desde Argentina en 1994, donde se había escondido y condenado a cadena perpetua por la matanza de las Fosas Ardeatinas.

Su presencia en Roma, donde se le concedió el arresto domiciliario al tener 81 años, fue siempre muy polémica, y hubo muchas protestas cuando se le concedieron los permisos para salir de casa y se le veía tranquilamente paseando.

El antiguo capitán de las SS fue uno de los responsables de la muerte de 335 italianos, de ellos 75 judíos, que fueron fusilados por las tropas nazis que ocupaban Italia el 24 de marzo de 1944 en represalia por la muerte, el día anterior, de 33 soldados alemanes en un atentado de los partisanos en la romana Via Rasella.

Priebke recordó en el video, que puede versen en YouTube, que antes de proceder con el fusilamiento en las afueras de Roma, el 24 de marzo de 1944, su superior les avisó de que no podían oponerse a ejecutarlo por tratarse de “órdenes directas de Hitler” y que si decidían negarse a llevar a cabo la masacre, serían también ejecutados junto al resto.

Algunos vieron en su testimonio de la gravedad de los crímenes cometidos por los nazis y una ocasión para recordar la necesidad de vigilar el racismo y el antisemitismo.

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