Jueves, 28 de Marzo 2024
Suplementos | Se denomina así a las redes de mujeres que se apoyan entre sí

Círculos ''Lean In'', en apoyo a mujeres trabajadoras

Se denomina así a las redes de mujeres que se apoyan entre sí y buscan salir adelante a falta de la igualdad de género

Por: AP

Perciben en mujeres trabajadoras 'una pizca de feminismo y un deseo de cambio personal'. ARCHIVO /

Perciben en mujeres trabajadoras 'una pizca de feminismo y un deseo de cambio personal'. ARCHIVO /

MONTERREY, NUEVO LEÓN (14/AGO/2013).- La ejecutiva de marketing Ana Falcón dice que en México las empresas dan por sentado que mujeres como ella, en edad de procrear, no durarán mucho en sus empleos.

"Piensan que te vas a dedicar a tener hijos y que te irás al poco tiempo", expresó Falcón, quien tiene 26 años.

Es por ello que decidió formar un "círculo Lean In", como se denomina a las redes de mujeres que se apoyan entre sí y buscan salir adelante en un mundo en el que la mujer todavía no ha alcanzado la igualdad con el hombre, sobre todo en la esfera laboral. Ese círculo funciona en Monterrey, donde vive, pero Falcón también pertenece a un círculo virtual integrado por mujeres de varios países. Lo llaman el círculo de la Ballena Solitaria.

"El nombre alude a una ballena que siente que nadie la escucha", comentó Falcón. "Pero nosotras nos encontramos. Ayuda mucho comparar estrategias, hablar de cómo hacer frente a las tensiones. Lo bueno es que, sin importar tu edad o dónde vivas, te identificas con mujeres de todos lados".

Ya pasaron cinco meses desde que la directora de operaciones de Facebook Sheryl Sandberg publicó su manifiesto "Lean In" (Vayamos adelante") sobre las mujeres que trabajan, el cual se colocó al tope de las listas de éxitos editoriales con su mezcla de consejos prácticos, arengas, investigación y anécdotas divertidas de una de las empresarias más exitosas del mundo.

El libro fue recibido con una buena dosis de escepticismo, que obviamente no afectó las ventas. La Fundación Lean In, que recibe todas las ganancias, anunció hace poco que se han vendido más de un millón de ejemplares en 11 idiomas y que se publicará en al menos 19 idiomas más para fines del 2014.

Además, cinco meses después de que el libro exhortase a las mujeres a formar "círculos de apoyo Lean In", se han creado unos 7 mil grupos de ese tipo en al menos 50 países, según la fundación. Esa cifra abarca a los círculos registrados formalmente.

"Creemos que hay muchos más, porque se crean muchos círculos sin decirnos nada a nosotras", expresó Rachel Thomas, presidenta de la fundación. "Estamos muy entusiasmadas".

¿Y qué hay de Sandberg, la mujer que empezó todo esto?

"El impacto que hemos tenido ha sido una agradable sorpresa, supera todas nuestras expectativas", declaró la empresaria en una reciente entrevista telefónica desde su casa en California, donde cuidaba a sus dos hijos pequeños y sus primos.

"Escribí el libro porque quería generar una conversación", afirmó. "El tema de la ambición de las mujeres es complicado y tiene aristas que no confrontan los hombres".

"El asunto no era simplemente escribir un libro", agregó. "Era de imaginarse que nadie lo leería. No soy escritora. Pero nos llueven cartas y correos electrónicos. Las mujeres piden aumentos de sueldo. Se están formando círculos de apoyo. La gente sigue las disertaciones en nuestro portal y se moviliza. Me he cruzado con directores de empresas que me dicen 'me estás costando mucho dinero' en aumentos".

Hay una corriente que dice que el libro no es relevante para la mujer común. Que Sandberg, una multimillonaria, no es la típica madre que trabaja.

"Mucha gente dice que el libro es útil solo para las mujeres pudientes", admitió Sandberg. "Desde ya que mucho de lo que se dice en el libro es mi historia".

Pero el libro aborda "cualquier ambición" que pueda tener una mujer, sin necesidad de que sea rica, acotó.

Sandberg cuenta que algunas de las reacciones que más le llaman la atención provienen de hombres, como la de un ejecutivo que le dijo que cuando leyó el libro comprendió cuántas mujeres hay que en las reuniones de trabajo se sientan a un costado, no en la mesa de conferencias. "Ahora tenemos una regla: te sientas en la mesa", le comentó el ejecutivo, según la autora.

Los ejecutivos de ese tipo no son la norma, según Falcón, quien, no obstante, dice que su jefe es "una maravilla".

"Cree en mí", declaró. "Me ayuda a sacar adelante nuevas iniciativas y me da todo el apoyo que necesito. Pero en México esa es la excepción, no la norma".

Falcón dice que, pese a que Monterrey, en el noreste de México, es un gran centro comercial, no hay redes de apoyo para las mujeres empresarias, como sí hay en la Ciudad de México. Señala que un periódico económico que estaba leyendo, dirigido a empresarios jóvenes, no tiene voz femenina alguna.

Falcón dice que el círculo de Monterrey enfrenta un obstáculo para promover sus ideas y es que la página de la Fundación Lean In no tiene textos en español.

La mexicana, no obstante, se mantiene activa en el círculo virtual, junto con gente como Linda Brandt, quien trabaja en salud pública en Mineápolis. Brandt participa en cuatro círculos Lean In, lo que probablemente sea un récord. En dos lo hace en persona y en los otros dos a través de la internet.

"Descubrí una gran forma de hacer contactos", comentó Brandt, de 43 años. "Qué bueno poder hablar con gente de México, por ejemplo".

Dice que cada grupo tiene un sabor distinto, "aunque con varias cosas en común: una pizca de feminismo y un deseo de cambio personal".

Otra integrante del círculo es la teniente coronel Erika Cashin, de 44 años, quien se unió al grupo a pesar de que ya integraba un círculo Lean In formado por mujeres de las fuerzas armadas y empleadas públicas.

Cashin dice que en este segundo grupo tiene ciertas limitaciones porque debe respetar la estructura jerárquica, mientras que en el de Brandt "tengo más libertad para hablar de mis cosas personales".

En una estructura militar, indicó, hay ciertos temas que no tienen tanta relevancia. Los sueldos, por ejemplo, son fijos y dependen del rango, de modo que la paridad salarial no es un problema. Pero hay otras áreas problemáticas, incluidas cómo liderar y cómo ganarse el respeto de los demás.

Cashin sostiene que "depende de nosotras cambiar las cosas que queremos cambiar. La única persona que se va a interesar en tu carrera eres tú".

Ese es un asunto vital para Sandberg: Alentar a las mujeres a que tomen las riendas de sus carreras. Otro es las diferentes actitudes hacia las personas en puestos de mando: ¿Por qué una mujer que da órdenes es tildada de mandona mientras que un hombre es alabado por sus dotes de líder?

Sandberg afirma que no piensa irse de Facebook porque le encanta su trabajo. Pero tampoco piensa dejar de trabajar con la fundación.

"Siento un gran compromiso con esto. No hay nada más emocionante que ayudar a las mujeres a salir adelante", expresó.

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