Humildad, el poder que transforma todo

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUL/2013).- Alguna vez escuché que si quieres conocer a alguien en verdad le des poder, pues el poder transforma, así que un patán con poder se convertiría en doblemente patán, pero una persona noble con humildad puede llegar a impactar la vida de miles de seres que le rodean.
 
 Pero ¿cuál es la fórmula para ser humilde? Simplemente reducir a cero el ego y ser sensible a las necesidades de los demás, reconociendo nuestras debilidades y fortalezas sin hacer alarde de ellas.
 
 En el libro de mayor sabiduría que hay en el mundo dice que el que se exalta, será humillado y el que se humilla será exaltado y eso me recuerda a personas que llegan a un lugar con una ilimitada arrogancia queriendo ser reconocidos y de pronto son humillados por sus propias acciones, pero también los hay como la inolvidable madre Teresa de Calcuta que con aquella exquisita humildad era exaltada por medio mundo.
 
 La humildad nos regala otra bondad que, para mi gusto, también es única e invaluable y es el ser una persona digna de confianza. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el corazón de los demás.
 
 Sin importar cuál sea tu condición económica, educativa o cultural, la humildad es un valor universal que es importante poner en práctica todos los días en todas partes, si queremos un trato digno hay que darlo, si queremos resultados diferentes dejemos de hacer lo mismo siempre.
 
 Es muy triste darse cuenta que la humildad es un valor que ha ido perdiendo las nuevas generaciones, quieren todo rápido porque están acostumbrados a que así es la vida que les tocó vivir...  canciones de éxito por un momento, tecnología nueva cada día, moda diferente cada mañana.
 
 Sin embargo, somos nosotros los "grandes" los que les dimos ese "mundo mejor" y globalizado; creo que hay que reconocer que parte de la culpa es nuestra, los adultos somos los que ponemos el ejemplo y ellos sólo son imitadores.
 
 Lo imitan todo: estilos de vestir, formas de hablar, de comer, de pensar, de actuar... Si tienen que imitar a alguien, que imiten al mejor, es decir, ¡a ti!
 
 ¡Ten cuidado donde pisas, porque tus hijos siguen tus pasos! Es tu decisión llevarlos por el camino del éxito o enfrentarlos a un sendero tormentoso porque no tuviste la visión o el tiempo de enseñarles las herramientas que les abrirán las puertas a donde quiera que vayan.
 
 Fuente: soymujeractual.com.mx
 
 EL INFORMADOR / ROBERTO CONTRERAS