Alumnos, al rescate de Tepatitlán

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAR/2012).- Unen talento. Un grupo de estudiantes de Diseño y Arquitectura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) participaron, junto con la Universidad de San Luis Potosí y la Universidad de Guadalajara (UdeG), en el Taller Itinerante Regional, un ejercicio que busca mejorar la imagen del Centro Histórico del municipio Tepatitlán de Morelos.

La vida económica de Tepatitlán gira en torno a la riqueza de su primer cuadro, en especial del Mercado Centenario, un inmueble emblemático que ha resentido el paso del tiempo y necesita una renovación para rescatar su belleza original.

Ante esta necesidad, la Facultad del Hábitat de la Universidad de San Luis Potosí convocó a algunos de sus estudiantes a que, junto con alumnos de las licenciaturas en Diseño y Arquitectura del ITESO y algunos restauradores y edificadores del Centro Universitario de Los Altos de la UdeG, desarrollaran proyectos y propuestas con el objetivo de recuperar este punto de reunión.

El Taller Itinerante Regional que se realizó el mes pasado tuvo una participación de 80 jóvenes, de los cuales 33 representaron al ITESO. Durante los tres primeros días de actividades los universitarios visitaron al lugar conocido popularmente como “Tepa”; realizaron un diagnóstico de la problemática de la zona, para lo que tuvieron contacto constante con habitantes, locatarios y autoridades municipales, informó el académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo del ITESO, Juan Lanzagorta, quien fungió como coordinador del taller por parte de la casa de estudios.

Los estudiantes asistieron a conferencias y charlas con los cronistas de Tepatitlán que fortalecieron el trabajo; posteriormente se organizaron en dos grupos: uno viajó a San Luis Potosí y otro a Guadalajara, donde desarrollaron proyectos de intervención, los cuales serán presentados el próximo 31 de marzo ante las autoridades del municipio, las que tendrán que elegir la opción más viable para su futura implementación.

Experiencia humana

Rosa Elena Martinez Martínez, estudiante de octavo semestre de Arquitectura del ITESO, fue una de las participantes, quien describe la importancia del trabajo realizado con una frase del arquitecto jalisciense Luis Barragán: “Sólo aquel que conoce su historia se conoce a sí mismo”.

Y agrega: “Es cierto, los locatarios tienen una historia desde hace muchos años con su mercado. Yo creo que a pesar de que no tiene una riqueza arquitectónica (el lugar), es un patrimonio cultural para ellos, aunque no está catalogado como tal. Lo sienten suyo, están muy apropiados de él”.

La joven y su equipo se enfocaron en que sus propuestas mejoraran la imagen urbana y dotaran al mercado de una identidad propia con imagen gráfica y señalética, al utilizar colores referentes del lugar y adornar con vegetación típica, entre otros aspectos.

Además, en su propuesta establecen la posibilidad de ofrecer un recorrido por los principales puntos del Centro Histórico, con su obligado paso por el inmueble.

“Tratamos de rescatar lo que hay y no imponer algo que no es de ahí. Una parte del análisis fue el usuario y su cultura, y eso lo respetamos”.

Para la estudiante, el taller representó una de las mejores experiencias profesionales y personales que ha tenido en el ITESO, y destaca de manera especial el trabajo en equipo: aprender a escuchar, rescatar ideas y fusionarlas en un proyecto tangible.

El reto es recuperar patrimonio

“Tepa es una de las ciudades más golpeadas, más devastadas en su patrimonio. Hay una lucha antigua de ciudadanos responsables que quieren que se conserve lo poco que ya queda”, opina el académico itesiano Juan Lanzagorta, y advierte que ésa fue la razón por la que se eligió a la ciudad.

En ese sentido, Francisco Gallegos, uno de los cronistas de la ciudad, quien trabajó cerca con los estudiantes, comenta que “en los últimos 60 años quedó realmente muy poco de la arquitectura antigua de Tepatitlán. Se cuentan apenas con los dedos de las manos las fincas que todavía quedan, inclusive del tiempo del Virreinato queda nada más la Parroquia (…) se ha ido renovando Tepa, a veces incluso a costa de edificios históricos, con muy poca conciencia de conservar eso que era monumento”.

Se refiere específicamente al Mercado Centenario, construido en 1921 como homenaje al centenario de la consumación de la Independencia de México. En 1980 un incendio dañó su estructura y se optó por demolerlo. En ese momento surgió la idea de construirlo en otro lugar; sin embargo, los comerciantes, con diversas manifestaciones, no lo permitieron y obligaron a su pronta restauración.

Proyecto integral

A decir de Juan Lanzagorta, además de la experiencia que adquirieron los estudiantes, este taller se convirtió en la oportunidad de fortalecer la relación con otras universidades, en este caso con la de San Luis Potosí, para mejorar las dinámicas educativas.

Agrega que a partir de estas actividades se acordó realizar un intercambio constante de profesores y proyectar un nuevo taller para 2013.