Jueves, 25 de Abril 2024
Suplementos | Por Pedro Fernández Somellera

Vuelve la vida donde las vías del tren murieron

Hace veinte años, o quizás un poco más, por cosas de la vida y de los dineros, aquellos caminos de fierro por donde una vez pasaron las imponentes máquinas, altivas y sudorosas, cayeron en desuso.

Por: EL INFORMADOR

Hace más de veinte años que quedaron en el olvido las vías del ferrocarril que van desde Empalme Orendain hasta La Vega, y que siguen -sin más recuerdos- hasta la señorial estación de Ameca; y por el otro lado -igualmente tristes y abandonadas- entre huisaches y matorrales corren hasta Ahualulco y Etzatlán.
Hace veinte años, o quizás un poco más, por cosas de la vida y de los dineros, aquellos caminos de fierro por donde una vez pasaron las imponentes máquinas, altivas y sudorosas, cayeron en desuso.
Ya no sirven. Ya no sirven los rieles. Y los durmientes que los sostenían tampoco sirven para nada. Ya no sirven. Ya no sólo duermen, ya están muertos.
Rieles de preciso acero fabricados con todas las de la ley en Alemania, Inglaterra o Suiza, ya no sirven. Los bellos e impecablemente rectangulares durmientes de maderas por los que se sacrificaron cruelmente los bosques de las cercanías, ya no sirven.
Los terrenos que alguna vez fueron cultivados y tuvieron que ser pagados a sus propietarios -ya fuera por compra directa o por expropiación- “por motivos del bien común”, están ahí yacientes sin oficio ni beneficio.
Terrenos y propiedades que se compraron a costa del erario. Rieles, durmientes y basamentos, que de una u otra forma sangraron la economía de la nación, han estado años y años durmiendo el sueño de los justos. Ya no sirven.
Y cuando una cosa ya no sirve… ¡Tírala…! Dicen las reglas de nuestra economía actual. ¡Olvídate de ella y vamos adelante…! Como si ir adelante fuera la panacea. Desechar, es la tonta manera de pensar que está acabando con nuestra calidad de vida.
Veinte años hace que los que manejan los ferrocarriles dijeron que ya no producían dinero esas vías; y sin más averiguación las desterraron de sus redes operativas. Está bien, tienen que dar cuentas a aquellos para los que trabajan; Bueno sí pero… ¿Y las poblaciones para las que el tren era la vida misma? ¿Y las personas que vivían del paso de los trenes? ¿Y los chavos que antes trabajaban como peones de vía? ¿Y las señoras que vendían tacos y tamales en las estaciones? ¿Y todos los operarios que habiéndose quedado sin trabajo se fueron para el Norte? ¿Y todos los que…?          
Nada… ¡ya no es costeable y se acabó…!
Pero ahí están las vías. Ahí están las necesidades, y    ahí está el ingenio mexicano.
Ricos mal habidos (como dijo aquel señor) y pobres de los de siempre, tienen por igual el grave problema de comunicarse y transportarse entre las poblaciones por donde alguna vez pasó el tren.
Las carreteras están hechas para los coches. El que tenga un coche que transite por ellas, el que no lo tenga… me vale, como dijo el gober. Peatones, caballerangos o ciclistas… me valen, parecen seguir diciendo las autoridades. Pobre visión que hay que superar “pa`luego es tarde” y dedicarnos a trabajar juntos con actitudes positivas y creativas.
Actualmente es prácticamente imposible transitar sin coche, entre poblaciones tan cercanas como por ejemplo Pacana y La Vega. Son tan solo unos tres kilómetros, que si los recorriéramos tranquilamente al lado de las vías, sería hasta un paseo muy saludable. Las gentes de esos poblados tienen ¡que tomar un autobús…! pagar pasaje, y bajarse en el destino deseado, siendo que en las vías el paso está libre y seguro.
Vías Verdes de España está llevando a cabo, con éxito sin precedentes un proyecto similar en su país, y con filantropía nos quieren asesorar para resolver nuestra problemática.
Las vías que los ferrocarriles han dejado de usarse, las están convirtiendo en caminamientos para vehículos no motorizados; llámense peatones, ciclistas, peregrinos, deportistas, triciclos, caballos, burros o lo que cada quien pueda, para transcurrir en santa paz al lado de las vías del tren abandonadas.
En estos días se está celebrando aquí en nuestra ciudad el “Seminario Iberoamericano de las Vías Verdes”, en donde vendrán a exponer sus sugerencias gente de España, Canadá, Sudamérica y Estados Unidos, que están interesadas en el bienestar de los menos pudientes, tratando de aliviar los problemas de transportación entre las comunidades que no tienen ni posibilidades de empleo ni vías de comunicación accesibles a sus posibilidades económicas.
Ojalá que las autoridades participen activamente en este interesante seminario que de seguro será enriquecedor.

deviajesayaventuras@informador.com.mx

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones