Domingo, 12 de Mayo 2024
Jalisco | Un candidato a diputado de un distrito puede gastarse hasta un millón 800 mil pesos

Ficticios, los topes de campaña

Sólo el día de la elección, un candidato puede gastar hasta una quinta parte de lo permitido por la ley, lo que demuestra la inoperancia de esta normatividad

Por: EL INFORMADOR

El día de la elección pueden llegar a gastar hasta 200 mil pesos en la movilización del voto.  /

El día de la elección pueden llegar a gastar hasta 200 mil pesos en la movilización del voto. /

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2012).- No hay duda: las elecciones son carísimas en México. Los gastos que van desde espectaculares hasta pintar bardas o repartir volantes son sumamente altos. Por ejemplo, un candidato a diputado de un distrito metropolitano puede gastarse en su campaña hasta millón 800 mil pesos en menos de dos meses, esto es 40% más que el tope de gastos de campaña permitido por el Instituto Electoral del Estado de Jalisco (IEPC).

Sólo en gasolina, que suele ser uno de los gastos onerosos, los candidatos que aspiran a ocupar una curul pueden gastarse más de 150 mil pesos, y más si el diputado es candidato en un distrito extenso fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara, como el Distrito 1, que abarca desde Tala hasta Colotlán, o el distrito 17, que se extiende desde Ixtlahuacán hasta la Sierra del Tigre en Mazamitla. Esto significa que un aspirante que por ley sólo puede gastar un poco más un millón de pesos en su campaña, está obligado a rebasar el tope de gastos si quiere ser competitivo.

“Endéudate con el banco”, “pídele dinero a tus amigos o familiares”, “prométele contratos a empresarios; cuando llegues, ahí ves cómo pagas” o “vende tu automóvil” son frases que se escuchan en las campañas. No sólo hay que preocuparse por atraer votos sino cómo conseguir el dinero para mantener el aparato de organización humana y logística. Así, en cualquier nivel, las campañas son auténticas carreras de caballos en donde el tope de gastos es un referente constantemente violado. Incluso, el arreglo institucional provoca su inoperancia: el castigo por rebasar el tope de campaña es una multa, lo que constituye un poderoso incentivo para que los candidatos desobedezcan el marco presupuestal establecido por la autoridad.

Y para agudizar el dispendio, el día del sufragio reclama un gasto insoslayable. Un candidato a diputado compartió a este diario que sólo el día de la elección calcula gastar 200 mil pesos en la movilización del voto: eso es la quinta parte del millón de pesos que tiene como tope. No sorprende que los candidatos hagan un “guardadito” que permita entregar apoyo a sus operadores en las secciones electorales: desde 500 hasta dos mil pesos por llevar a votar a un puñado de electores el “Día D”.


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