Descartan casos de suicidio por hambruna entre tarahumaras

CIUDAD DE MÉXICO (17/ENE/2012).- A Javier Ávila le consta. Décadas de trabajo en la región y su calidad de integrante de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos le dan autoridad para hablar vía telefónica sobre un tema que, justamente a causa del rumor del suicidio, ha dinamitado en las redes sociales: “La sequía de este año en la Sierra es atípica, porque no hubo lluvia y ahora en este invierno no hubo nieve, lo cual ha deteriorado mucho la zona. De la cosecha tienen muy poco y calculamos que en un mes, aproximadamente, se les termina el alimento”.

No es el único que niega la muerte voluntaria de rarámuris. En una declaración recogida del periódico El Pueblo, de Chihuahua, el sacerdote José Guadalupe Gasca, quien se encarga de la Clínica Santa Teresita, en la serrana población de Creel, afirmó que es difícil que la información sobre el suicidio sea auténtica, ya que la hambruna en esta comunidad no es nueva.

Pero el que se trate de un rumor no evitó que las redes sociales siguieran pidiendo ayuda para la Sierra Tarahumara, aunque los centros de acopio en la ciudad de Guadalajara lucieron poca afluencia de personas interesadas en cooperar.

En esta misma inercia, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) anunció que donará 100 mil despensas a esta comunidad, además de cobijas y agua para amortiguar la crisis alimentaria que la desatención y el mal tiempo ocasionan.

Testimonios recogidos entre activistas y autoridades coinciden en negar la versión que corre en las redes sociales, en el sentido de que algunos rarámuris han optado por quitarse la vida a causa de la hambruna y la sequía.