Reportan aparición de hada en colonia tapatía

GUADALAJARA, JALISCO (10/AGO/2011).- Esta mañana, vecinos de la colonia San José Río Verde de Guadalajara se muestran asombrados por el supuesto hallazgo de un hada que se muestra a los curiosos en una casa de la zona.

El objeto se muestra en un domicilio de la zona, dentro de un vaso con agua y un objeto con figura femenina y vestimentas color verde con alas; la supuesta hada mediría alrededor de 1.5 centímetros.

A la entrada del domicilio, los vecinos que tienen en su poder al supuesto personaje fantástico piden una cooperación económica voluntaria. Según se pudo constatar, en promedio los asistentes entregan entre dos y tres pesos en recipientes de refresco improvisados como alcancías.

Fue la tarde noche del pasado viernes, cuando "Pepe" Maldonado, un joven que no rebasa los 28 años de edad, encontró entre las ramas de un guayabo un ser diminuto, aparentemente un hada.

Al encontrarlo, aún tenía vida, sin embargo cuando intentó atraparla le cortó una pierna, provocándole la muerte.

Reportes de radio señalan que tras la difusión de la noticia, unas tres mil personas se han dado cita durante la mañana del miércoles afuera del domicilio ubicado en la calle Francisco Paz 3214, al cruce con Albino Corso Ángel en la colonia mencionada.

A pesar de la conglomeración de curiosos, la Policía de Guadalajara aún no tiene presencia en el lugar y carece de mayores datos al respecto.

Las hadas son criaturas fantásticas representadas en forma de mujeres miniaturas que en tiempos remotos se les atribuía poder mágico y el don de adivinar el futuro.

Según la tradición actúan como protectoras de la naturaleza y pertenecen al mundo de criaturas que son usadas para dar vida a las leyendas y mitologías de pueblos antiguos.

Como la mayoría de las palabras del español, la palabra hada viene del latín “fatum”, que significa oráculo, designando así al futuro.

Algunas otras creencias defienden que estos seres son los más antiguos del planeta, una raza primitiva,  que nacieron antes de que se formaran las montañas o los mares.

EL INFORMADOR / Con información de Martín Patiño