Viernes, 19 de Abril 2024
México | La mayor concentración de medicamentos caducos se da en Jalisco y Ciudad de México

Destruyen dos mil toneladas de medicinas caducas

La mayor concentración de medicamentos caducos se da en Jalisco y Ciudad de México

Por: SUN

En Jalisco, la zona de El Santuario es un foco rojo en la venta de medicamentos ilegales. EL INFORMADOR / ARCHIVO

En Jalisco, la zona de El Santuario es un foco rojo en la venta de medicamentos ilegales. EL INFORMADOR / ARCHIVO

CIUDAD DE MÉXICO (12/NOV/2016).- Sus manos cubiertas con guantes se mantienen en movimiento; colocan una bolsa especial a su lado, retiran el cincho y sacan cajas, envases, cápsulas, botellas con jarabes. Separan jeringas, objetos punzocortantes, uno que otro pañal e incluso algún desecho perecedero, para que al final queden sólo medicamentos caducos para destruir.

Registrar electrónicamente y resguardar estos empaques y medicinas con caducidad vencida para su traslado a destrucción, es el proceso que este grupo de “soldados” con vestimenta blanca, cubrebocas, guantes y botas realiza de lunes a sábado en diversas regiones de la República como parte del Programa de Acopio del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A. C. (Singrem).

De acuerdo con el director general, José Antonio Aedo, con este plan de manejo se impide que estas medicinas lleguen a sitios inadecuados y dañen los mantos freáticos y el subsuelo.

De 2010 a septiembre de 2016, detalla, mediante este programa se han acopiado mil 683 toneladas de medicinas caducas que fueron llevadas a empresas certificadas de destrucción.

A esto se suman 455 toneladas incautadas y destruidas en el país en el mismo periodo, a través de los operativos implementados por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría General de la República (PGR).

Con estas acciones paralelas, más de dos mil toneladas de medicamentos caducos e irregulares han salido de circulación, señala a su vez la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm).

En un recorrido por una de las plantas de almacenamiento de Singrem, José Antonio Aedo señala que la industria farmacéutica inició hace siete años un programa piloto en el estado de Querétaro que se replicó en Guanajuato, Puebla e Hidalgo.

“El programa inició hace siete años, y lo que se ha venido haciendo es que se van adhiriendo empresas, es un proceso financiado por la industria farmacéutica, se van adjuntando recursos y lo que se ha hecho es ampliar la cobertura, hoy estamos en 27 entidades de la República Mexicana”, explica.

Singrem actualmente cuenta con 20 almacenes a lo largo del país, donde la mayor concentración de medicamentos caducos se da en las plantas de Jalisco y la Ciudad de México, con 30 vehículos de diversas dimensiones que se desplazan para recoger las toneladas de medicinas que se destinarán a la destrucción.

Acopio en 27 entidades

Sin perder de vista el monitor de la computadora, los trabajadores refieren que primero se instalan contenedores en hospitales, farmacias, universidades y empresas del ramo farmacéutico, en donde la sociedad en general puede depositar los empaques y medicinas caducas que tienen a resguardo en sus hogares o sitios de trabajo.

“Mantenemos informada a la autoridad, nuestro plan de manejo está autorizado por Semarnat y tenemos que informar a la dependencia sobre los laboratorios que se adhieren, las toneladas recolectadas, y dado que la Cofepris es la autoridad sustantiva en el tema de medicamentos, tenemos una gran comunicación con ellos, constantemente les informamos de los avances del programa”, detalla Aedo.

Periódicamente, el personal operativo de sistema recolector acude a los puntos donde tiene los cuatro mil 748 contenedores instalados hasta septiembre de 2016, para cuyo programa sólo restan sumarse los estados de Tabasco, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Tamaulipas.

“Esperamos que para 2017 estemos hablando de que este sistema se esté implementando en todo el país”, añade.

Son 364 poblaciones de las 27 entidades del país integradas al programa de acopio, incluida la capital del país, hasta donde estos “soldados” se desplazan para trasladar los medicamentos y empaques hacia los centros de almacenamiento, a través de bolsas con cincho inviolable y registro único, previo registro electrónico del peso, bajo supervisión del encargado de la farmacia u hospital responsable del contenedor.

Al llegar a los almacenes, el personal que recibe se encarga de nuevo de pesar y cotejar el registro que se dio al salir de farmacia, y de ello se hace un muestreo electrónico para conocer las tendencias de los medicamentos caducos que está depositando la sociedad.

“Tenemos medicamento de sector público y sector privado, lo que ha crecido enormemente es la cantidad de genéricos, el mercado va cada vez más orientado a ese rubro, 60% de lo que recolectamos hoy es de genéricos”, refiere Aedo, mientras el personal le muestra uno que otro empaque de medicina que data de los años 1950 a 1960.

Luego de este registro electrónico que detalla la fecha de caducidad, marca, lote y si la medicina es del sector público o privado, el material de las bolsas es supervisado para separar cualquier objeto diferente a medicinas, como jeringas o agujas, pues éstos no deben ser destruidos con este programa.

Las bolsas clasificadas son trasladadas a charolas especiales para evitar el contacto directo con el suelo, a espera de ser trasladadas a las empresas autorizadas para la destrucción.

Los contenedores son de plástico reciclable, tienen adentro una bolsa con registro único, a la cual caben unos 20 kilogramos de medicinas; cada uno tiene llave que sólo el operador autorizado puede abrir y todo se registra de forma electrónica para garantizar que todas las medicinas sean destruidas de acuerdo con la normatividad.

“Vamos acopiando durante el mes y al siguiente mes se van a empresas de destrucción. La destrucción es por distintos sistemas, pero básicamente es por calor, se clasifican e incineran, se mezclan en algunos casos con algún tipo de combustible y se utilizan de esta forma en empresas cementeras”, precisa.

Comenta que hay diferencia en la forma de destinar estos materiales, “porque no es lo mismo destruir un jarabe, pues primero se tiene que neutralizar, a como se destruyen tabletas, lo que se busca es destruir todo. Debido a que los empaques muchas veces son elaborados con materiales combustibles, permite quemarlos y utilizarlos como forma de energía”.

Aedo exhorta a la población a depositar solamente medicamentos y empaques, tras detallar que con este programa se incentiva la participación de toda la cadena de la salud, pues el destino adecuado de estos medicamentos caducos es responsabilidad compartida entre autoridades, iniciativa privada y sociedad.

Explica que están por firmar un convenio con el ISSSTE para colocar contenedores en cerca de 200 unidades médicas y hospitales a nivel nacional: “Tenemos un convenio con autoridades de la Ciudad de México, y todos los hospitales que dependen del gobierno local pueden encontrar un contenedor.

“Desde que inició el programa y hasta octubre, terminamos con poco más de mil 700 toneladas recolectadas, nuestro promedio mensual actual está entre 40 y 45 toneladas; en términos de unidades, estamos hablando de entre 15 y 20 millones de unidades de productos que de otra manera pudieron haber contaminado el medio ambiente o terminar en manos inadecuadas”, detalla.

“Había pepenadores especializados”

A estas labores de acopio de medicinas caducas, se suma el combate al mercado irregular implementado por la Cofepris, en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR).

En entrevista, el presidente de la Unefarm, Juvenal Becerra Orozco, reconoce que hace unos años había en los tiraderos redes de “pepenadores” exclusivas del mercado ilegal del medicamento, las cuales se encargaban de separar empaques y medicinas para posterior reutilización y venta por parte de la delincuencia organizada.

El líder de esta asociación que aglutina a 5 mil 600 farmacias independientes y la cual participa en el programa de Singrem, reconoce que actualmente aún hay sitios donde se expenden medicinas ilegales como la llamada zona de “El Santuario”, en Jalisco, o en mercados sobre ruedas de Michoacán, Estado de México y la capital del país.

“El exhorto es a evitar estas medicinas de dudosa procedencia porque pueden ser ilegales, caducas o con malos manejos de temperatura y resguardo, esto puede llegar a poner en riesgo la salud o incluso la vida de quien las consume”, añade.

Becerra Orozco resalta que la coordinación para el combate al mercado ilegal ha permitido que adicional a las mil 683 toneladas acopiadas por Singrem, se sumen alrededor de 455 toneladas de medicinas aseguradas de 2010 a la fecha por la Cofepris, en coordinación con la PGR, por malas prácticas de fabricación, caducidad vencida, muestras médicas y mercado irregular.

“La suma de estas acciones nos permite destacar que se han sacado de circulación más de dos mil toneladas de medicinas caducas e irregulares desde 2010 a la fecha, lo que en suma representa alrededor de 30 millones de unidades de piezas de medicamentos caducos o ilegales destruidos, para proteger al medio ambiente y la salud de la población”, señala.

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