Mexicano vive 'algo de silencio' en París tras atentados en Bruselas

PARÍS, FRANCIA (22/MAR/2016).- Para un turista mexicano con apenas cuatro días en París, las explosiones en Bruselas, capital de la vecina Bélgica, cambiaron el sonido de esta ciudad.

En casi todas las calles y las estaciones del metro durante los días previos sonaba un barullo propio de una ciudad hambrienta de sí misma: su música, las risas, las conversaciones nutridas en cualquier idioma o la prisa de los parisinos que contrasta con los miles de turistas con celulares en mano. Hoy muchas de esas postales se disolvieron.

Otro contraste notable fue el clima. Los días anteriores el frío rondaba los cero grados gracias al viento. Hoy, el sol pleno permitía caminar sin bufanda ni guantes.

El terror en Bruselas tras las explosiones en el metro y en aeropuerto de aquel país resonaban en las calles de París borrando la confianza que se aspiraba en el ambiente.

Frente a la Catedral de Nuestra Señora de París se encuentra la estación central de la policía. Ahí, almorzando, me di cuenta del contraste. Policías iban y venían con prisa. Mientras que el resto los miraban con ojos de desconfianza. Tal vez hoy es el día con menos robos del año pero la sensación de inseguridad se palpaba.

Hace tres días se veía por la televisión la sonrisa autocomplaciente de presidente Francois Hollande cuando Bélgica anunció al mundo la captura del terrorista. Sus primeras declaraciones de hoy fueron con una expresión austera. "Es un ataque a Europa".

Por la mañana, en el Metro, la mayoría de los pasajeros miraban con brusquedad sus celulares... paseaban en Twitter o en algún sitio de noticias local, para actualizar la situación. Muy diferente a mañanas anteriores en que la mayoría estaba liado a la mitad de un libro o solo jugando Agar.io.

Aunque el Estado Islámico ya reivindicó los ataques ni las autoridades belgas ni francesas han relacionado el hecho con la captura de Salah Abdeslam, el único terrorista que escapó con vida de los atentados de noviembre pasado que dejó 130 muertos en París.

Pero todo mundo aquí lo da por un hecho. Así lo comenta la recepcionista rumana del hotel al despedirnos: son ellos. "Pero no se preocupe -lo dice en perfecto español- hoy estaremos callados y mañana será de nuevo el París que todos conocemos. Sólo anticipe su salida al aeropuerto porque habrá muchos policías  en la calle". Así fue. Así será.


EL INFORMADOR / ALEJANDRO CABANILLAS