Miércoles, 24 de Abril 2024
México | La segunda fuga de “El Chapo”

'Te desnudan y entran con perros a tu celda…'

Presos de los penales federales de máxima seguridad del Altiplano y de Puente Grande narran sus experiencias y enumeran las anomalías o inconsistencias durante la fuga de “El Chapo” Guzmán

Por: EL INFORMADOR

Fuga. Imagen de la celda número 20 del Altiplano por donde escapó “El Chapo” mediante un hoyo en el área de la regadera (izquierda). AFP /

Fuga. Imagen de la celda número 20 del Altiplano por donde escapó “El Chapo” mediante un hoyo en el área de la regadera (izquierda). AFP /

GUADALAJARA, JALISCO (22/JUL/2015).- De diciembre de 2006 a agosto de 2007, Flavio Sosa, ex líder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), estuvo en el penal del Altiplano, en la celda 13 del pasillo 2. Su testimonio de aquellos días parece sacado de una pesadilla orwelliana.

Sosa cuenta que el Altiplano, cárcel que se levanta sobre un terreno de 260 mil metros cuadrados en el Estado de México, fue diseñada para 800 reos, pero las medidas de seguridad eran estrictas cuando estuvo preso.

Cada 20 días lo rapaban. Nadie podía bañarse en la noche. El horario estaba perfectamente establecido. Diariamente unos tres guardias, que se desprendían de un grupo de hasta 25 que recorrían todo el pasillo, llegaban a su celda, con perros y martillos. Estas situaciones ocurrían varias veces e imprevistamente.

“Es una jornada brutal. Desde la mañana hay revisiones sorpresivas de la guardia del penal, quienes se cubren el rostro. Te desnudan, entran con perros a tu celda, golpean las paredes y el piso con martillos para revisar que no haya huecos, para que no haya hoyos. Revisan todos tus objetos”.

Los reos tenían una hora para salir al patio. Sosa describe este espacio como un cuarto de paredes blancas, sin techo. Dice que para llevarlos a este sitio, los guardias los sacaban de las celdas a una gran velocidad, los desnudaban frente a ellos y los ponían a hacer sentadillas.

“Yo no le creo al Gobierno federal (la versión de la fuga de ‘El Chapo’). Era un penal, en el tiempo en el que yo lo conocí, en el que las medidas de seguridad eran estrictas. Hacías un movimiento sospechoso y al minuto ya estaban los guardias en tu puerta. Había todo tipo de alarmas, me parece absolutamente de risa la versión de las autoridades federales”.

Para Jesús Lemus, quien estuvo preso en el Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) de Puente Grande de mayo de 2008 a mayo de 2011, acusado de delincuencia organizada, la disciplina en un penal de este tipo es muy dura. El preso no puede conducirse solo por los pasillos, son vigilados de manera constante por las cámaras, nadie se pierde de vista, no hay puntos ciegos y no se respetan los derechos humanos.

“Lo último que se respeta en un Cefereso (Centro Federal de Readaptación Social) son los derechos humanos. La disciplina es rigurosa. El reo no tiene ninguna opción de nada, no puede decidir nada por sí mismo: todo se lo aplican, se lo señalan, se lo ordenan”.

Lemus considera que minutos antes de su fuga, la noche del 11 de julio, Joaquín Guzmán Loera se veía relajado. Según el escritor y periodista, a esa hora un comandante de guardia debió llamarle la atención cuando comenzó a desesperarse porque no abrían el suelo en la parte de la regadera por donde finalmente escapó.

El narcotraficante, que fue ubicado en esa zona del penal debido a su perfil clínico, criminológico y a su alto riesgo social, tenía una pantalla, un rollo de papel sanitario, garrafones de agua y varios pares de zapatos. Podía caminar de un lado para otro y hasta agacharse debajo de la regadera, por donde se abrió la oquedad por la que escapó sin que nadie lo advirtiera.

Los nuevos cárteles

Arturo Villarreal Palos, miembro del Departamento de Derecho Público del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), pone de relieve que desde los años ochenta y hasta la muerte de “Nacho” Coronel, en 2010, el cártel de Sinaloa dominó Jalisco.

Fue indiscutible el imperio que tenía ese cártel en la Zona Occidente, todo Jalisco y particularmente en Guadalajara. Cuando muere Nacho Coronel se abren dos grupos. Uno es el cártel Jalisco Nueva Generación y el otro, La Resistencia, que fue eliminado. El Nueva Generación era aliado del cártel de Sinaloa. Pero rompieron. “No veo en este momento un escenario en el que se intente recuperar esta plaza, porque sería mucho desgaste de esa organización y ahora la prioridad es proteger la huida de su jefe”.

El Chapo y Guadalajara, una estrecha relación

El 24 de mayo de 1993, “El Chapo” Guzmán saltó a la fama en Guadalajara. Ese día un grupo de pistoleros que trabajaban para los hermanos Arellano Félix, cabecillas del cártel de Tijuana, confundieron el Grand Marquis que transportaba al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, con el que llevaría al sinaloense al Aeropuerto de Guadalajara.

En su libro “El Cártel”, el periodista Jesús Blancornelas afirma que antes del asesinato de Posadas Ocampo, Joaquín Guzmán Loera no era tan conocido en Jalisco. Héctor de Mauleón señala que el narcotraficante era una “referencia vaga” para las autoridades. No había datos suyos ni fotografías, a pesar de que controlaba a Jalisco, Nayarit, Durango y Sinaloa.

En el texto “Atentamente, El Chapo”, De Mauleón, resalta que, según los reportes oficiales, antes de la balacera en el aeropuerto tapatío “El Chapo” se había hospedado en el Hotel Holiday Inn de la ciudad. Se dirigía a Puerto Vallarta.

Los antecedentes de la disputa entre los Arellano Félix y Guzmán se dieron, según testimonios recogidos por De Mauleón, luego de la captura de Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del cártel de Guadalajara y de quien “El Chapo” fue lugarteniente en sus inicios.

El cronista, autor del libro “Marca de Sangre”, detalla que la enemistad entre ambos grupos pudo detonarse cuando los hermanos Arellano Félix mataron en Tijuana a “El Rayo” López, amigo de “El Chapo”, o cuando robaron un cargamento de 300 kilos de cocaína al Cártel de Sinaloa.

En octubre de 1992, “El Chapo” circulaba en un Cutlass por el Periférico cuando una Ram lo embistió. Tres hombres descendieron de la camioneta y comenzaron a dispararle. “El Chapo” logró escapar y en noviembre de ese año, apoyado por Adolfo Mondragón, intentó matar a Ramón y Francisco Javier Arellano Félix cuando este se encontraba en el bar Christine, en Puerto Vallarta. La noticia fue un escándalo nacional.

Para Guillermo Zepeda, académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del ITESO, durante las décadas de los ochenta y noventa, Guadalajara se consideraba una ciudad tranquila. Esto se debía a que aquí vivían diferentes narcotraficantes.

LAS VOCES
Las inconsistencias del escape

Flavio Sosa
(ex líder de la APPO, preso en el penal del Altiplano de diciembre de 2006 a agosto de 2007).

• En la celda tenía una pantalla y varios pares de zapatos, lo que no se permite en el penal del Altiplano.

• El narcotraficante hizo movimientos sospechosos, que captó la cámara. Se cambió de zapatos, se movió de un lado a otro sin que ningún guardia le llamara la atención.

• La cámara detectó cuando “El Chapo” se agachó debajo de la regadera, en un punto que no podía captar, y no emitió ninguna alarma.

Jesús Lemus (escritor y periodista preso en el penal de Puente Grande de mayo de 2008 a mayo de 2011).

• 10 minutos antes de las 21:00 horas, “El Chapo” se veía tranquilo, cuando debería estarse preparando para el pase de lista, en posición de firmes, con los zapatos puestos y fajado.

• El reo tiene el pelo largo. En los penales se realiza el corte de pelo cada 22 días.

• Nunca lo cambiaron de celda en el penal.

Permaneció en la número 20, a donde llegó el túnel por el que se fugó.

María Elena Morera (activista ciudadana en seguridad y justicia y titular de Causa en Común).

• Hubo fallas en los protocolos del penal. Se relajaron y eso ayudó a la fuga del narcotraficante.

• Al dejar de captar a “El Chapo”, las cámaras no emitieron ninguna alarma.

• Tenía una televisión y no lo raparon.

Guillermo Zepeda (investigador del ITESO).

• Falla en los controles de seguridad del penal del Altiplano.

• Se relajó el monitoreo del centro penitenciario federal de máxima seguridad.

• Se tuvo acceso a los planos del centro federal para poder conectar la celda de “El Chapo” con la finca ubicada a 1.5 kilómetros de distancia por donde escaparía el narco.

¿Con quién compartía el penal?

En el Altiplano permanecen Servando Gómez, alias “La Tuta”; Miguel Ángel Treviño, “El Z-40”; Osiel Cárdenas Guillén; José Luis Abarca Velázquez, autor intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; Eduardo y Francisco Arellano Félix; y Daniel Arizmendi, “El Mochaorejas”.

EL PRESIDENTE DEL SENADO PIDE LA RENUNCIA DE OSORIO CHONG, RUBIDO E ÍMAZ
Exigen recaptura antes del 31 de agosto


El coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, Miguel Barbosa Huerta, exigió la recaptura del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, en un plazo perentorio que abarque el mes de julio y, eventualmente, hasta el 31 de agosto.

Barbosa Huerta dijo que tal plazo “no debe asumirse por parte del Gobierno como una estrategia mediática para transitar la crisis, y que puede ser más extendido, al 31 de agosto, un día antes de la entrega del Tercer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. Se trata de que la recaptura ocurra lo antes posible”.

Sea recapturado o no el delincuente, desde ahora el senador Barbosa exige la remoción de la cadena de mando del sistema penitenciario federal, desde el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, hasta los custodios del Altiplano.

Afirmó que “las acciones para lograr la recaptura deben estar encabezadas por el Ejército y la Armada, y que los sistemas policiales coadyuven (en los operativos), pues de lo contrario la detención no se concretará”.

El hecho grave de la fuga de Joaquín Guzmán Loera, indicó, necesariamente obliga a una “recomposición del gabinete presidencial”, acentuó el legislador y subrayó que el Senado ha perdido la confianza respecto al desempeño de servidores públicos del sistema penitenciario, de inteligencia y seguridad pública”, comentó Barbosa en conferencia de prensa acompañado por los senadores Armando Ríos Píter, Fidel Demédicis, Lorena Cuéllar y Luis Alberto Fernández Fuentes.

La remoción, agregó, es obligada, junto con el fincamiento de responsabilidades penales por acción u omisión.

“Se aprecia en todo el sistema, al nivel de mandos, un relajamiento en el desempeño de sus funciones, que resulta evidente al mostrarse públicamente en círculos de privilegios y opulencia. Hechos como la fuga de Joaquín Guzmán Lopera ocurren en ese ambiente”.

En la línea de mando del sistema penitenciario federal figuran el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido.

Ya fueron cesados el comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Pre3vención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández Mora; la coordinadora general del Centros Federales, Celina Oseguera Parra, así como el director general del Centro Federal Número 1 Altiplano, Valentín Cárdenas Lerma.

En las remociones obligadas, Barbosa incluyó al director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Ímaz Gispert.

Suman voces

Hace unos días, el panista Gustavo Madero exigió la renuncia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, del comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, y del director del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz.

ENEMIGO PÚBLICO #1
El más buscado


Lista La Procuraduría General de la República (PGR) tiene, de nuevo, a 31 personas en su lista de los más buscados. “El Chapo” entró de nuevo tras fugarse del Altiplano.

Recompensa La PGR ofrece 60 millones de pesos a quien brinde información para recapturar al narco. Antes de su captura en febrero de 2014 se ofrecían 30 millones de pesos, pero ahora la cifra se duplicó. Es la recompensa ofrecida más alta en la historia del país.

Colegas “El Chapo” no está solo en la lista de la PGR, ya que varios de sus lugartenientes y socios también están dentro en la página web de Recompensas de la PGR. Uno de ellos Juan José Esparragoza, alias “El Azul”, integrante del cártel de Sinaloa, por quien se ofrecen 30 millones de pesos para cualquier información que facilite su captura. Uno más Ismael “El Mayo” Zambada, quien junto a “El Azul”, tomaron las operaciones del Cártel de Sinaloa, mientras estuvo preso Guzmán Loera.

Detenidos Entre las capturas más importantes en la presente administración de Enrique Peña Nieto destacan Vicente Carrillo Fuentes y Servando Gómez Martínez “La Tuta”, líderes del cártel de Juárez y Los Caballeros Templarios, respectivamente. “El Chapo” lo fue durante 17 meses, pero ahora está prófugo de nuevo.

Dámaso, clave en las dos fugas

Si alguien sabe de penales de máxima seguridad en el cártel de Sinaloa, es Dámaso López Núñez, compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

El “Licenciado”, como le apodan, fue jefe en la Policía Judicial de Sinaloa, agente del Ministerio Público y subdirector de Seguridad y Custodio del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, justo cuando Guzmán Loera se hallaba interno.

Documentos judiciales de México y Estados Unidos muestran que uno de los lugartenientes de “El Chapo” es experto en penales de alta seguridad, por lo que pudo tener información privilegiada sobre sistemas de seguridad y vigilancia.

De acuerdo con testimonios recabados en la causa penal 16/2001-V del Poder Judicial, de la que EL UNIVERSAL obtuvo copia vía la Ley de Transparencia, López Núñez fue uno de los empleados del sistema penitenciario que el 19 de enero de 2001 le ayudó a “El Chapo” a escapar del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso).

Dámaso fue uno de los funcionarios que comenzó con la venta de privilegios que relajaron la disciplina del penal de Puente Grande y que finalmente concluyeron en la fuga de Guzmán Loera.

Actualmente, López Nuñez está libre y la PGR se niega a dar información respecto a si tiene o no alguna averiguación previa en curso o alguna orden de aprehensión, bajo el argumento de la “secrecía” de investigación.

El cártel de Sinaloa

Es la organización mafiosa más importante y peligrosa de México. Opera en toda Centroamérica, clave para el tráfico de cocaína desde las bases de producción en Colombia y de transporte en Venezuela hacia los centros masivos de consumo en Estados Unidos.

Tiene una red de transporte y mecanismos para el blanqueo o “lavado” de dinero.

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