Interponen queja ante Derechos Humanos tras gresca en Chilpancingo

CHILPANCINGO, GUERERO (14/DIC/2014).- Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), padres de familia de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y estudiantes de esa Normal interpusieron una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero, de la "represión" que ocurrió por la mañana, por parte de policías federales ebrios.

En conferencia de prensa, luego de que los afectados relataran sus testimonios en el organismo defensor, Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinonallan, expresó que de los hechos ya tiene conocimiento la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). No fue un enfrentamiento como se ha manejado, fue un acto intimidatorio, dijo, en el que resultaron 14 civiles heridos.

El abogado, el secretario general de Ayotzinapa, David García, el padre de familia Mario González y el maestros de la CETEG, Manuel Rosas Zúñiga, coincidieron que los policías federales arribaron borrachos, al norte de la ciudad, donde unos 15 normalistas de Ayotzinapa colocaban vallas para el concierto "Una luz en la oscuridad" que se llevaría a cabo en ese punto de la ciudad y agredieron a los estudiantes.

Según Rosales Sierra la agresión inició cerca de las 4:00 horas y se prolongó hasta las siete.

Los 15 jóvenes que colocaban vallas metálicas sobre la glorieta del parque Margarita Maza fueron sorprendidos por unos cinco policías federales en estado de ebriedad a quienes les explicaron que harían la actividad del concierto para recabar víveres y despensas, y que no podían pasar por ahí, los policías, de acuerdo a la versión de esta parte de afectados.

"Nos parece grave en esta situación, desplegar todos los esfuerzos que se deberían canalizar a la búsqueda, a la investigación, porque justo el gobierno lleva actos de represión con los padres de familia (de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa).

Vemos un acto de brutalidad policiaca y uso excesivo de la fuerza, que tiene claro el objetivo de callar las voces de los padres de familia y de los estudiantes", expresó el abogado.

Por su parte, Mario González, padre de César González, uno de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, también acudió al organismo defensor a interponer su queja. A él los policías federales, en un segundo momento, cuando asistió con otro grupo de personas a Chilpancingo luego de que alrededor de las 4:00 los jóvenes fueron agredidos, le lesionaron el tobillo izquierdo.

"Llegamos porque queríamos hablar con los alumnos de por qué le habían pegado. Vimos a los granaderos que estaban hospedados en un hotel, en fácil 70 habitaciones, ¿Con qué intención?, pero siguieron lanzando en gas ese de los ojos y golpeando. Les dije soy padre de familia y siguieron disparando el antihumo", dijo don Mario.

Aseguró que ahora comprende lo que vivió su hijo: "viví en carne propia las represiones que les están dando, si así los tratan, ese es su apoyo de la seguridad de nuestros hijos... los policías federales estaban tomados, tengo fotografías de ellos bien tomados".

Manuel Rosas de la CETEG, quien fue descalabrado durante la agresión, relató que eran unos 200 policías federales quienes les lanzaron granadas de fragmentación, pues alcanzaron a recoger algunas chavetas, y denunció que el mismo comandante
"Espartaco", quien desalojó a los maestros en 2011 sobre la Autopista del Sol, iba en estado de ebriedad.

"¿Cuál es el propósito del gobierno federal para con este movimiento?, "¡No han utilizado estas armas en contra de ellos, quienes íbamos en la primera línea, no había ningún compañero para contener esa represión!", comentó el profesor quien dijo que además de él, el maestro Odín Valadín Pólito resultó lesionado del rostro.

Omar García denunció que la PGR ha negado lo ocurrido en Iguala los días 26 y 27 de septiembre, y reclamó que no se respeten las medidas cautelares que instruyó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CNDH), sobre el caso.