Panistas también abandonan la discusión en San Lázaro

CIUDAD DE MÉXICO (19/JUN/2014).- El Partido Acción Nacional (PAN) también dejó la discusión en la Cámara de Diputados sobre las leyes secundarias en materia energética, así lo anunció el vicecoordinador económico de la bancada, Juan Bueno Torio.

La decisión de los panistas fue tomada por su inconformidad con los legisladores del Partido Revolucionario Institucional por un supuesto pacto entre tricolores y perredistas en torno a la modificación del Artículo 87 de la Ley de Partidos, que —dicen— busca favorecer a las alianzas de algunos partidos.

El líder de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal afirmó que el artículo favorecería a los “chiquipartidos” y a los partidos políticos que resultan ser un negocio familiar, porque obtienen prebendas y diputaciones plurinominales gracias a sus alianzas electorales.

La modificación aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados al Artículo 87 establece que cuando un ciudadano emita un voto “doble” en una boleta ya no sólo se le contara al candidato, sino se repartirá en medio voto para cada instituto político que integra la alianza.

Esperaremos al PAN: Penchyna

Por su parte, el senador priista, David Penchyna, quein preside la Comisión de Energía en la Cámara alta, confirmó que su institución política no se adentrará en la aprobación de los dictámenes de las leyes secundarias de la reforma energética hasta que el PAN regrese a la discusión.

El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, refrendó que su bancada acompañará al PRI en la modificación del Artículo 87 y minimizó el retiro del PAN de la discusión: “Lo vamos a sacar en mayoría como ellos han argumentado, es el procedimiento adecuado para resolver las cosas, en mayoría”.

La semana pasada el PRD había objetado el plan de trabajo aprobado para el debate energético, que limitó el tiempo para la presentación de reservas, y se retiró de la mesa de discusión. Pero este martes anunció su regreso.

El priista Penchyna descartó que el partido tricolor esté enojado o preocupado por el amago de los panistas, aunque se negó a especular sobre una fecha en que podrían retomarse las negociaciones o si estas se realizarían después del Mundial de futbol Brasil 2014.

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, el priista Marco Antonio Bernal Gutiérrez, criticó duramente la actitud de Acción Nacional.

“Me parece que ya Acción Nacional rompió la frontera de lo que es la prudencia y la sensatez política y está llegando al ejercicio de un vil chantaje  político”.

El diputado aseguró que al PAN le ha pesado demasiado convertirse en tercera fuerza política a nivel nacional, por lo que busca por todos los medios, sacar “raja electoral” en todas las discusiones parlamentarias.

El martes Luis Alberto Villarreal y el coordinador de la fracción panista en el Senado, Jorge Luis Preciado, ya habían planteado la idea de abandonar las negociaciones en materia energética.

De acuerdo con Preciado, el debate  podría prolongarse hasta noviembre.

Con información de Sinembargo.mx

FRENTE A FRENTE
El PRI se muestra paciente

"Aguardaré tiempos y espacios para poder soltar el tercer dictamen, para que haya condiciones de que todas las fuerzas políticas regresen a la mesa del tema energético "

David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía en el Senado.

"No estamos renunciando a no promover esta reforma, lo que estamos estableciendo es que en este momento no podemos sentarnos con quienes pretenden romper la palabra empeñada y votada en el mes de mayo "

Luis Alberto Villarreal, coordinador de Acción Nacional en la Cámara de Diputados.

EL ANÁLISIS
El fin de una estrategia

Enrique Toussaint (Periodista)

El primer año de Gobierno para Enrique Peña Nieto significó el éxito de una estrategia de negociación. En términos beisboleros, el Presidente de la República y su bancada en el Congreso, batearon con un porcentaje muy arriba de 300. La estrategia presidencial es simple: la saturación.

La mesa del Pacto por México constituía un escenario ideal para negociar en múltiples pistas y con muchas bolitas intercambiables.

Por ello, Peña Nieto decidió buscar el consenso en la reforma educativa y la de telecomunicaciones, donde sumó a todos los partidos; buscó un acuerdo con el Partido Acción Nacional en la reforma energética, y pactó con el Partido de la Revolución Democrática, la Fiscal. Así, Peña Nieto no se decantó por un compañero fiel de viaje, como lo hizo Felipe Calderón con el PRI de Manlio Fabio -2006 a 2009-, sino que buscó distintas coaliciones según el tema.

Ahora, esa estrategia quedó agotada. No sólo porque el Pacto por México ya es pasado, sino porque se le acabaron las “zanahorias” al Presidente. Con los “Chuchos”, que encaran una elección interna, la cooperación es muy complicada y quitando el llamado “fondo de capitalidad”, hay poco que negociar con la izquierda.

En el caso del PAN, Gustavo Madero logró la cohesión de la bancada después de las polarizadas elecciones internas y el PRI necesita de sus votos para las leyes secundarias en materia de reforma energética. La principal prioridad de Los Pinos.

Y en el caso de los llamados “partidos chicos” (el Verde y Panal), que actúan como franquicias que depositan sus principales intereses en las reglas de juego electorales, en este momento se constituyen como “bisagra” para poder aprobar las secundarias en la Cámara de Diputados.

Es decir, todos ponen precio y los intereses de unos colisionan con el del otro. Como dirían los politólogos, la negociación se ha convertido en un “juego de suma cero” en donde al Presidente le cuesta trabajo repartir según las expectativas de la oposición.

Es el caso del atorón de las secundarias de la reforma energética. Los partidos chicos que han entendido que por fin se vuelven claves tras el agotamiento del Pacto por México, piden que se revisen sus dos intereses lastimados: el tope que se incrementó en la última reforma electoral y, darles condiciones para que se beneficien en las coaliciones electorales.

Ante esto, el PAN se ha salido de las negociaciones y se niega a abrir el debate sobre el marco electoral, sobre todo para beneficiar a partidos con los que pocas veces se coaliga a nivel federal. En el caso de la izquierda, no hay posibilidad de negociación alguna y la única forma de sentarlos otra vez en el tema energético es entregando su aval a la consulta.

Por lo que a Peña Nieto se encuentra en un cruce de caminos, donde debe de escoger entre una gran coalición con el PAN o una alianza endeble con los partidos chicos. Así, la estrategia de “tiro por viaje”, se acabó justo cuando a Los Pinos les urge mandar un mensaje de una reforma energética concluida.