Jueves, 28 de Marzo 2024
México | La playera verde está firmada por los jugadores de la Selección Mexicana

Peña Nieto regala al Papa Francisco camiseta del Tri

La playera verde está firmada por los jugadores de la Selección Mexicana

Por: NTX

El Papa agradece con una sonrisa el obsequio del Presidente de México. AFP /

El Papa agradece con una sonrisa el obsequio del Presidente de México. AFP /

CIUDAD DEL VATICANO (07/JUN/2014).- El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, regaló hoy al Papa Francisco la camiseta de la Selección Mexicana de futbol durante una audiencia privada que sostuvieron en el Palacio Apostólico del Vaticano.

"Ahora que está de moda, le queremos obsequiar la casaca de la Selección para que sepa que en México nos ponemos la camiseta", dijo el Mandatario mientras le mostraba la playera color verde firmada por los jugadores del equipo tricolor. El Papa agradeció con una sonrisa.

Al inicio de la ceremonia ambos se saludaron en la Sala del Troneto, la antecámara de la biblioteca, a las 13:02 hora local (11:02 GMT).

Luego ambos pasaron a un gran salón y se sentaron ante un escritorio de madera. Por unos minutos los fotógrafos y periodistas pudieron asistir al inicio de su diálogo, luego se cerró la puerta y comenzó el cara a cara.

Tras los 25 minutos de coloquio tuvo lugar un intercambio de regalos. Luego de saludar de mano a cada uno de los miembros de la delegación, el Papa acompañó al Presidente hasta la puerta y ambos se despidieron amistosamente.

Luego, Peña Nieto se dirigió hasta el primer piso del Palacio Apostólico donde fue recibido en una audiencia, también privada, por el "número dos" del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin, quien estará acompañado por el responsable para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti.

Mientras ellos dialogaban cara a cara, en un coloquio que duró 25 minutos, en la Sala del Angulo esperaba el resto de la delegación compuesta por la primera dama Angélica Rivera, y tres de sus hijos.
 
Allí esperaron también los secretarios de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade; de Hacienda, Luis Videgaray; de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza; de Economía, Ildefonso Guajardo; Villarreal; y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud.
 
Además de la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu; el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam; así como de los embajadores mexicanos ante la sede de la Iglesia católica, Mariano Palacios Alcocer; y ante Italia, Miguel Ruíz Cabañas.
 
Tras el coloquio privado, el Presidente presentó al Papa uno a uno a los miembros de su comitiva. El ambiente era distendido y cordial, luego se pasó a un intercambio de regalos.
 
Fue entonces cuando ambos se acercaron a una mesita cercana donde se encontraba la casaca mexicana colocada en una caja de color rojo con un sobre blanco encima que rezaba: "Para Su Santidad Francisco".
 
El presidente mexicano ofreció un obsequio adicional: una estatua de madera de la Virgen de Guadalupe. "Es la reina de México y emperatriz de América", señaló.
 
A cambio el obispo de Roma le ofreció un gran medallón y le explicó que contenía la imagen de la Plaza de San Pedro antes de ser concluida en su construcción.
 
"Me permito regalarle un ejemplar de la exhortación apostólica, acá encontrará varias partes, toda una parte dedicada al tema social. Yo se la doy, por si le sirve", dijo el Papa al entregar un ejemplar de su documento programático "Evangelii Gaudium" (La alegría del evangelio).
 
"Claro que me servirá", apuntó Peña, antes de recordarle: "México le quiere y le respeta su Santidad, muchas gracias".
 
Francisco fue entregando en mano a cada uno de los miembros del grupo un rosario, ellos le fueron saludando y saliendo de la sala. Cuando iban dirigiéndose a la salida, el mandatario mexicano se adelantó y comenzó a presentar él personalmente a otras personas que lo acompañaban en un pequeño grupo de periodistas.
 
Al final se disculpó: "Perdón por el atrevimiento y por romper el protocolo. Usted lo rompe muchas veces y yo sigo su ejemplo". El Papa le sonrió varias veces asintiendo con la cabeza.
 
Junto a él, su esposa señaló, dirigiéndose al Pontífice: "Te queremos mucho! Te queremos mucho!".
 
Inmediatamente después Peña Nieto bajó un piso en el Palacio Apostólico para reunirse, también en privado, con el "número dos" del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin.

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