Martes, 07 de Mayo 2024
México | Los legisladores aprueban en lo particular la propuesta; hoy continúa el debate

Apuestan por la apertura total

La propuesta abre la posibilidad a la iniciativa privada de extraer crudo y repartir ganancias

Por: EL INFORMADOR

La izquierda ha decidido marginarse del debate de la reforma energética y hasta tomó la tribuna del Senado. NTX /

La izquierda ha decidido marginarse del debate de la reforma energética y hasta tomó la tribuna del Senado. NTX /

GUADALAJARA, JALISCO (10/DIC/2013).-Si al Presidente Enrique Peña Nieto se le ha criticado ser conservador en las negociaciones de las reformas, todo parece indicar que el acuerdo entre los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) sí constituye un cambio de fondo en el sector energético nacional.

En Petróleos Mexicanos (Pemex) se modifican tres artículos constitucionales (25, 27 y 28), se abre la posibilidad de inversión privada en toda la cadena energética, se le da autonomía financiera a Pemex y se elimina al Sindicato de Pemex del Consejo de Administración de la empresa.

Ante esta propuesta, más parecida a la que presentó el blanquiazul que a la que presentó el Presidente Enrique Peña Nieto, la izquierda ha decidido marginarse del debate y hasta tomó la tribuna del Senado.

En el dictamen aprobado por las comisión unidas del Congreso, se reforma el Artículos 25 para agregar el concepto de empresas productivas y ver a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad ( CFE) como empresas del Estado y no depositarias directamente de la renta energética.

También el Artículo 27, para permitir la realización de contratos de asociación con particulares y prohibir expresamente las concesiones, y el Artículo 28 para crear el llamado Fondo Mexicano del Petróleo que manejará la renta petrolera, desde el Banco de México.

¿Se privatiza Pemex?


En términos estrictos, la paraestatal no se privatiza. El eje de la reforma no es que Pemex opere con capital privado, sino que se abra la industria petrolera a la inversión de particulares.

Esto quiere decir que ahora Pemex competirá con otras empresas para la exploración, explotación y de petróleo a nivel nacional.

Con una excepción, Pemex tendrá la posibilidad de optar por los yacimientos y proyectos que quiere explotar a través de lo que se llama en el dictamen “la ronda cero”.

A detalle

Los puntos clave de la iniciativa


 La ronda cero es la primera asignación que el Estado mexicano hará en favor de Pemex sobre campos específicos en los que habrán de tener lugar las actividades de exploración y extracción de petróleo. Es decir, Pemex elegirá esos campos áreas de explotación que crea que tiene la capacidad para explotar con sus recursos, su tecnología y su desarrollo institucional. Con esto Pemex tendrá una ventaja para competir con otras empresas privadas.

 El Fondo Mexicano del Petróleo será el nuevo administrador del dinero, por lo que Pemex pagará impuestos y derechos a este fondo y ya no a la Secretaría de Hacienda. El texto dice: “Una reforma de esta magnitud requiere garantizar que las reservas del petróleo y los hidrocarburos provenientes de formaciones geológicas son propiedad de la Nación, por lo que su registro corresponderá al Estado a través de la creación del Fondo Mexicano del Petróleo.

 Se eleva a rango constitucional la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) como la responsable de formular los contratos tanto con Pemex como con cualquier empresa que busque explotar yacimientos. Tanto la CNH como la Comisión Nacional de Energía, en el caso de la CFE, se encargarán de realizar los contratos con particulares.

 Uno de los logros del PAN (y también de la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas), el dictamen aprobado en el Senado remueve al Sindicado de Petroleros del Consejo de Administración de Pemex. En la reforma, se pasa de 15 a nueve integrantes en el Consejo de Administración y el Sindicato pierde los cinco representantes que tiene actualmente. El secretario de Energía será el presidente del Consejo, donde habrá siete consejeros y el director de la CFE.

 Se aprueban cuatro modalidades de contratos: de prestación de servicios, donde se paga en efectivo los servicios prestados por particulares; de producción compartida, donde el Estado y los empresarios dividen la producción que surge de un yacimiento petróleo o eléctrico; de utilidad compartida, donde el Estado y particulares se dividen los recursos económicos de la explotación; y las licencias, donde el Estado “transmite los hidrocarburos una vez extraídos del subsuelo”.

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