“Don Goyo” turba el sueño de los vecinos

XALITZINTLA, PUEBLA (23/ABR/2012).- No se puede confiar en los volcanes activos, en cualquier momento podrían despertar.

Eso lo han aprendido los “vecinos” del Popocatépetl, a quien dicen de Cariño “Don Goyo”.

Los lugareños del pueblo de Xalitzintla, en el Centro  de México, parecen dormir apaciblemente a sus pies, pero esa indiferencia sólo es aparente.

Por las noches, el volcán está arrojando lumbre roja que hace brillar el cráter, que a veces arroja rocas incandescentes.

Las poblaciones cercanas dicen estar  acostumbrados a la amenaza permanente, pero también muchos de ellos admiten cierto temor ante la actividad de  su embravecido vecino.

“Sí pegas (cierras) los ojos, pero duermes poco. Las otras veces nada más sacaba las  fumarolas, pero ahora está más fuerte”, concede Francisco Jiménez, quien sigue  con su vida cotidiana, pero, asegura estar atento de una posible evacuación.

Montaña que humea

El Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa “montaña que humea”, incrementó su actividad el 13 de abril y el lunes pasado las autoridades  subieron el nivel de alerta a Amarillo Fase 3, sólo un escalón antes de la  evacuación, y establecieron un perímetro de seguridad de 12 kilómetros.

Ayer el  Centro Nacional de  Prevención de Desastres —que vigila el coloso de manera permanente— indicó que  el Popocatépetl “se ha mantenido en relativa calma.

El Presidente Felipe Calderón hizo eco del informe y escribió en su cuenta de Twitter: “‘Don Goyo’ amaneció relativamente tranquilo. Baja actividad sísmica. Esporádicas exhalaciones leves, vapor, gas y algo de ceniza”.

El jueves, el Mandatario bromeó al decir que durante su administración “sólo falta que explote el Popo y ya completamos el cuadro. Esperemos que no”.

La madrugada del sábado fue una de las más inquietantes para los  pueblos aledaños, pues se veía claramente el fulgor rojo del cráter y cómo  lanzaba material incandescente.

“Como a la una (de la madrugada) salimos a ver y mi hijo pasó a gritar:  ‘¡Sálganse! ¡Sálganse!’. Y nos quería llevar a (Ciudad de) México, pero luego  vimos que se calmó”, relata Leopolda Pérez, de 67 años, vecina de  Xalitzintla, situado 15 kilómetros al este del cráter.

En San Pedro Yancuitlalpan, dos kilómetros más al oeste, se miró  esa noche con inquietud al Popocatépetl. “Ahí estuvimos hasta las dos de la  mañana. La gente empezaba a decir ‘vámonos’, pero se calmó”, recuerda Alberto  Sandre.

Juan Carlos Salazar, director de Protección Civil de Puebla, explica que  aunque muchos creyeron que lo que salía del volcán era lava, “Don Goyo” sólo  arrojó “material incandescente hacia arriba, unos 300 o 400 metros, que cayó al  cráter nuevamente o alrededor del cráter, pero sin ocasionar riesgo a la  población”.

Pero si los vecinos de Xalitzintla tienen motivos para estar preocupados,  más los tienen los de San Pedro Benito Juárez, situado a sólo nueve kilómetros  del cráter del “Popo”.

“Ya son muchas noches que estamos en vela, al tanto de lo que pueda suceder”, afirma el alcalde de esta localidad, Gabino Santibáñez, quien sin  embargo asegura que han “aprendido a convivir con el coloso”.

“Estamos acostumbrados, la gente ya no se asusta”, coincide Maximiliano  Grajales, otro vecino, que recuerda que en 1994 y 2000 las localidades aledañas  a “Don Goyo” fueron desalojados por la actividad del coloso.

Pero ahora, admite al igual que otros habitantes, lo más intimidante es el  inédito tremor que emite el volcán, que muchos describen como turbina de  avión. “Nunca hemos escuchado un ruido parecido”, sostiene Grajales.

En 50 kilómetros a la redonda del volcán —en cuya cúspide colindan los  estados de Puebla, Morelos y Estado de México— viven 4.5 millones de  habitantes, de los que unos 685 mil se encuentran en zona de alto riesgo, según el Ejército.

Las autoridades de Protección Civil, señala Salazar, han hecho un censo de  los animales, porque la gente a veces se niega a evacuar por temor a que se los  roben. “Hay quien no va a querer salir por sus animales. En la evacuación de (el  año) 2000 mucho ratero entró a robar las casas”, advierte, mientras  mira la ceniza volcánica que todavía queda en el suelo de San Pedro Benito  Juárez de la última exhalación.

Del cráter de “Don Goyo”, a nueve kilómetros, de momento sólo sale una gran  fumarola, pero sus rugidos amenazan con turbar una noche más el sueño de sus  vecinos.


FICHA TÉCNICA

Más de 680 mil personas en riesgo

El Popocatépetl, que con cinco mil 452 metros de altura es la segunda montaña más  alta de México, es de tipo explosivo, con expulsiones que pueden alcanzar  grandes distancias, y por ello es más peligroso que los volcanes efusivos, que  arrojan la lava de forma fluida.



PREVENCIÓN

En Puebla habilitan los templos como albergues

PUEBLA.- Más vale prevenir. Ante una posible contingencia por el incremento de la actividad volcánica del Popocatépetl, la Arquidiócesis de Puebla dispondrá cuatro templos para habilitarlos como albergues.

El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa detalló que los templos de San Martín Texmelucan, Atlixco, San Andrés y San Pedro Cholula, podrán operar como refugios temporales en caso de que el comportamiento del coloso obligue a los pobladores a desalojar sus comunidades.

El clérigo enfatizó que la Iglesia tiene la responsabilidad de coadyuvar en las tareas de prevención así como de evacuación impulsadas por autoridades federales y locales, frente a una situación de emergencia.

Aunque no precisó cuántas personas cabrían en estos inmuebles, señaló que los sacerdotes están advertidos sobre los distintos escenarios a fin de que colaboren con el cumplimiento de medidas preventivas.

El Universal




El Popocatépetl colinda con los estados de Puebla, Morelos y Estado de México. El Ejército estima que 685 mil personas están en riesgo. AP