Viernes, 26 de Abril 2024
México | POR ANA MARÍA SALAZAR

Campañas políticas en los tiempos del narco

Dada la realidad política, social y de procuración de justicia en la que estamos viviendo en México, parecería imposible que no hubiese de una forma u otra una influencia del crimen organizado en las elecciones de 2012

Por: EL INFORMADOR

Ana María Salazar.  /

Ana María Salazar. /

Dada la realidad política, social y de procuración de justicia en la que estamos viviendo en México, parecería imposible que no hubiese de una forma u otra una influencia del crimen organizado en las elecciones de 2012.

Para muchos mexicanos, los narcos sólo son personas interesadas en que los dejen hacer sus negocios en paz, es decir, estas personas piensan que si a los narcos los dejáramos trabajar sin perseguirlos o estorbarles no habría enfrentamientos, muertos, balazos y tantos otros desmanes que hoy nos tienen preocupados.

Lamentablemente a los narcotraficantes, al igual que a los políticos, les interesa el poder, es decir no les basta sólo la prosperidad de sus negocios, sino que además requieren del poder para asegurar que puedan seguir creciendo, sus ambiciones requieren de tener más control de las cosas que pasan, requieren influir lo más que se pueda en quienes gobiernan, y sobre todo en las leyes que se promulgan y la forma en que se procura justicia en cualquier país.

Pero, ¿cómo pueden los narcos influir en las campañas políticas? Existen muchas formas, desde las más simples como regalar vehículos para las labores proselitistas, prestar salones de fiestas para eventos, pagar comidas multitudinarias, contratar artistas reconocidos que apoyen a determinado candidato, hasta aportar dinero en efectivo para que el candidato tenga recursos para pagar gastos de campaña, el proselitismo siempre requerirá de recursos para hacer figurar al candidato.

No obstante que los narcos pueden influir económicamente en las campañas, también pueden intervenir de otras formas, por ejemplo amenazando a candidatos que no les son afines, amedrentando a sus familias o incluso a la población para influir por quien votan, sacando a candidatos de la contienda con chantajes o incluso ejecutándolos. Tal vez no veamos a conocidos narcotraficantes ejerciendo directamente el poder, pero existen muchos casos en que están ejerciendo el poder tras bambalinas, indirectamente. Obviamente no podemos generalizar, no toda la clase política está influenciada por el narco, hay muchos políticos que realmente están trabajando por México, pero el narco lo que toca corrompe.

Si hablamos de nuestras autoridades electorales, tenemos que decir que no cuentan actualmente con información de inteligencia por parte del Estado sobre los antecedentes de los candidatos, ni cuentan con mecanismos que permitan detectar los abusos e influencia de los grupos delictivos en los procesos electorales. Las instituciones electorales trabajan dentro de un marco legal en donde se especifican y detallan una serie de requisitos y procesos para conducir las elecciones, pero es responsabilidad de los partidos en primera instancia de escoger candidatos que estén desvinculados del crimen organizado.

En 2012 se renovará toda la Cámara de Diputados, el Senado, se elegirá a un nuevo presidente de la República, a algunos gobernadores, congresos locales y a un número importante de nuevos presidentes municipales. Nuestra gran preocupación debe ser que los partidos políticos tengan muy claro su responsabilidad social para con los electores de no permitir que lleguen candidatos que están relacionados con la delincuencia organizada.

El control interno de los partidos es muy importante, pero también la fiscalización de las campañas que lleven a cabo las autoridades electorales, tanto a nivel federal como a nivel local, para que cualquier dinero que se pudiera percibir como de origen dudoso no entre. Será relevante que todos los recursos de las campañas se reciban y se ejerzan a través de los mecanismos bancarios, entre más bancarizado esté el tránsito de dinero mejor transparencia y rendición de cuentas se podrá tener sobre las campañas.

Las autoridades electorales cuentan hoy en día con instrumentos más efectivos de los que se tenían en 2006 y obviamente en un ambiente donde el lavado de dinero y los flujos de efectivo están cada vez más fiscalizados, debería poderse acotar la influencia de los grupos delictivos en muchas de las campañas que se llevarán a cabo durante el próximo año.

El gran problema radica en los recursos que no son reportados y en las actividades que se llevan a cabo fuera de las campañas, aquí la sociedad, es decir todos nosotros podemos ayudar mucho, ya que es fácil darse cuenta cuando una campaña está fuera de los parámetros normales, cuando una campaña tiene recursos desproporcionados, no nos podemos decir engañados si luego estos candidatos resultan ligados a grupos delictivos y vienen a trastocar la vida comunitaria.

En los espacios locales es mucho más fácil determinar cuándo un candidato está ligado a grupos delictivos, la gente fácilmente los identifica o se da cuenta de estos vínculos, pero en elecciones más grandes no es tan fácil hablar de la fama pública, se requerirá de un mayor cuidado y observación no sólo de las autoridades sino de todos nosotros.

En resumen, todos debemos de estar conscientes de la relevancia de las próximas elecciones en el rumbo de este país, tomemos un papel activo para que se lleve a cabo un proceso electoral que nos permita tener a los mejores hombres y mujeres en los puestos públicos en donde se tomarán las decisiones que nos permitan heredarles un mejor país a nuestros hijos.

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