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México | La conexión habitualmente es un amigo en el oficio

La Meca, ‘‘universidad’’ en trata de blancas

Un especialista que investigó sobre el tema, advierte que el Gobierno federal debe dictar una alerta de género

Por: SUN

En el Segundo Congreso Latinoamericano sobre tráfico de personas hubo una exposición de carteles sobre el tema. EL UNIVERSAL  /

En el Segundo Congreso Latinoamericano sobre tráfico de personas hubo una exposición de carteles sobre el tema. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (27/SEP/2010).- “Chucho”, “Pedro Navajas”, “El Compa” y “El Chulo” fueron entrenados para esclavizar mujeres. En seis meses y antes de cumplir 18 años aprendieron a seducir, engañar, manipular, ordenar, traficar con humanos, extorsionar y comercializar con los cuerpos de las mujeres, a quienes consideran “mercancía”.

Las enseñanzas, como ellos las denominan, las aprendieron de una persona a la que llaman padrino, un hombre con experiencia en explotar sexualmente a niñas, adolescentes y mujeres mexicanas en el país y el extranjero.

Los cuatro argumentan que se hicieron “padrotes” para salir de la pobreza. “Antes me dedicaba a vender paletas de sol a sol. Me iba más o menos porque cuando llovía nada más me mojaba y no ganaba ni un quinto y tenía que mantener a mi familia, mi esposa y mis dos nenitas. En esos tiempos me acuerdo que varias veces llegué a golpearme la cabeza en el carrito de paletas y me ponía a pensar: ¡Dios mío, qué hago para salir de esta p... situación! Hasta que decidí y fui a buscar a unos compas de La Meca para que me echaran la mano… sin su apoyo seguiría jodido”, dice “El Chulo”.

Ese es el mismo motivo por el que el poblado de La Meca, en el municipio de Tenancingo, Tlaxcala, se ha convertido en una especie de universidad para quienes están involucrados en la trata de personas con fines de explotación sexual.

Óscar Montiel estudió el fenómeno relacionado con la trata de personas desde la perspectiva de los explotadores.

Habló con “padrotes” y ellos le revelaron su forma de operar.

A partir de su investigación y dado que la explotación sexual de mujeres es una forma de violencia extrema, el especialista considera que en Tlaxcala, el Gobierno federal debe emitir una alerta de género, según lo establece la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

De acuerdo con esta normatividad, dicha alerta se debe emitir cuando los delitos del orden común contra la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de las mujeres perturben la paz social en un territorio determinado y la sociedad así lo reclame o bien, cuando exista un agravio comparado que impida el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres.

Centroamericanas, entre las víctimas


El Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, de Tlaxcala, estima que en el país al menos 20 mil niños y niñas son explotadas sexualmente.

Desde enero de 2009 a julio de 2010, esta organización detectó 21 casos de trata de personas en el país, en los que se ubica a Tlaxcala como lugar de origen de víctimas y tratantes, lugar de tránsito y explotación.

Las víctimas son originarias de Tlaxcala, Puebla, Morelos, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, DF, Guerrero, Nuevo León, Guanajuato, Hidalgo y Michoacán. Se menciona a salvadoreñas y guatemaltecas captadas en la frontera de Sonora, con la promesa de ofrecerles trabajo y bajo pagarles los servicios de un “coyote” que las cruzara a Estados Unidos.

Según esta organización, las víctimas de la trata de personas viven la violencia física, pues al negarse a ser prostituidas, las golpean y violentan psicológicamente para someterlas, sufren amenazas de muerte para ellas y sus familiares y les retienen a sus hijos.

“La violencia es extrema, al grado de obligar a las mujeres a colocarse una esponja con vinagre después de obligarlas a tener entre 20 a 30 relaciones coitales al día y tener jornadas de explotación de entre 12 a 15 horas diarias sin descanso”, dice el reporte.

Los tratantes identificados provienen de Tenancingo, San Pablo del Monte, Papalotla, Zacatelco, Ayometla y San Luis Teolocholco, en Tlaxcala.

Iniciación y “modus operandi”

Según la investigación, para ser “padrote” en Tlaxcala sólo basta con que la persona se acerque a un amigo o familiar que tenga experiencia en el “oficio”. No importa la edad, aunque hay que cumplir con ciertas reglas.

“A mí me costó mucho ser ‘padrote’. Me apadrinaron unos compas de La Meca. Me traían como criado hasta que después de medio año me empezaron a enseñar. Y así hasta que yo me convertí en maestro y comencé a enseñar a mis dos carnales. El más chico me salió bien bravo, a los 16 años ya tenía cuatro viejas trabajando”, relata “Pedro Navajas”.

Su primera estrategia es enamorar a sus víctimas. Algunos recurren a una práctica cultural que aún es común en el Estado y que es el robo de la novia. “Por medio del enamoramiento se roban a la mujer, la convencen de irse con él. Después usan mecanismos sentimentales para inducir y presionar a la mujer hasta que finalmente es obligada a ejercer la prostitución”, comenta el antropólogo.
Para enamorarlas, según los explotadores, recurren “al verbo”.

“Tienes que demostrar el verbo que tienes. Una ocasión anduve con una chava bien guapa que se enamoró rápido, es ahí cuando el verbo te sirve para terapear. Le decía que era lo mejor que me había pasado en la vida, que me gustaría darle muchos hijos, una buena casa y comprarnos un coche último modelo.

Debes hacer que se acostumbre a la buena vida. Ese es el primer paso”, dice “El Compa”.

“Pedro Navajas” habla de la estrategia para traficar con mujeres. “Después de que la chava acepta irse a vivir contigo la tienes que empezar a trabajar y convencerla de que su futuro está en otro lado. Tú le dices que eres comerciante y que tienes una oportunidad en Guadalajara o donde sea y como tienen 15 o 16 años todavía están cerradas de los ojos y entonces llegan a un lugar que ni conocen ni se saben mover y así empiezas a hacer que dependa de ti para todo”.

LAS CIFRAS DE LA EXPLOTACIÓN
Red a nivel internacional


10 mil personas habitan en el poblado La Meca, municipio de Tenancingo, y se estima que 50% son proxenetas, señala el antropólogo Óscar Montiel Torres, autor de la investigación “Trata de personas: ‘padrotes’, iniciación y modus operandi”.

136
víctimas están involucradas en 21 casos, de las cuales 33 tenían entre 12 y 17 años, mismas que eran explotadas en el Distrito Federal, Tlaxcala, Tijuana, Puebla, Chiapas, Tamaulipas, Morelos, y algunas ciudades de Estados Unidos, como Houston, Miami, Atlanta, Alabama, Carolina del Sur, Florida y Nueva York.

80 hombres hay consignados en el Distrito Federal por el delito de trata, originarios de Tlaxcala, informa Dilcya Samantha García, subprocuradora de Atención a Víctimas de la Procuraduría General de Justicia  capitalina.

57 denuncias recibió la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala de 2006 a 2008, por posibles hechos constitutivos de lenocinio y trata de personas; en 17 se determinaron como actas circunstanciadas y 40 en averiguaciones previas.

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