Piden endurecer leyes contra el tráfico de armas

CIUDAD DE MÉXICO (03/MAY/2010) .- “México vive una tragedia a nivel mundial. Tiene un grave problema con el uso de armas”. Quien habla es Rebecca Petters, directora de la Red Internacional de Acción en contra de las Armas Ligeras (IANSA). En la década de los 90, en Australia, su país natal, esta mujer encabezó un movimiento ciudadano que logró cambiar las leyes para que el Estado tuviera un mayor control sobre el uso de estos artefactos.

Para combatir el tráfico ilegal de armas, asegura, se requiere de leyes adecuadas. Y en este tema, ni Estados Unidos ni México tienen las herramientas legales.

En México, de acuerdo con algunos cálculos, circulan alrededor de 15 millones de armas ilegales. La mayoría están en manos de los grupos del crimen organizado, pero también están entre la delincuencia común y ciudadanos que las utilizan para “protección personal”.

Especialistas nacionales e internacionales coinciden en que el tráfico ilegal de armas tiene la puerta abierta gracias a las “permisivas” leyes de Estados Unidos, pero también a la falta de control y “falsa prohibición” de México.

Rebecca Petters es una de las personas que más conoce sobre el tema de control de armas. Con su experiencia observa el caso de México. El país —considera— tienen la mala suerte de estar ubicado junto al mayor productor y vendedor de artefactos en el mundo.

La funcionaria agrega que en “Canadá también tiene un problema con las armas que vienen de Estados Unidos, pero en Canadá el tráfico ilegal no tiene la dimensión que alcanza en México”.

En México —explica— se da una ecuación poco afortunada: la disponibilidad de armas, el narcotráfico y un sistema de justicia que requieren de una profunda reforma. “Todas esas cosas se combinan para contribuir a la tragedia de la violencia armada en México”.

A ello se suma la falta de un control en la venta de armas que hay en el país, señala Georgina Sánchez, investigadora del Colectivo por la Seguridad con Democracia y Derechos Humanos.

“Falsas prohibiciones”

En México, de acuerdo con el artículo 10 de la Constitución, los habitantes tienen derecho a “poseer armas en su domicilio”, para su seguridad y legítima defensa, siempre y cuando no sean armas reservadas para el uso exclusivo del Ejército.

Hasta principios de los años 70, se podían comprar armas en forma legal en cualquiera de las armerías del país.

Sin embargo, en 1972, con la publicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se prohibió la libre comercialización de estos artefactos.

Esta legislación surgió como respuesta al movimiento estudiantil de 1968 y las manifestaciones de 1971, ya que existía “una preocupación del Gobierno por controlar las armas”.

En el ensayo “Las armas: alcances y ¿límites?”, publicado en el Atlas de la Seguridad y la Defensa de México 2009, Georgina Sánchez señala que la ley impulsó el tráfico ilegal y propició que se desarrollara una falta de control sobre la adquisición, tráfico, posesión y portación de ellas.

Y es que la ley prohibió la libre comercialización de armas, pero permite su posesión para protección en el domicilio. El propietario está obligado a registrar sus pistolas o rifles ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Control

La venta legal de artefactos:

A)23 mil armas para cacería, tiro deportivo y protección ha vendido la Sedena a particulares de 2006 a la fecha.

B)2 millones 847 mil 690 armas están registradas ante la Defensa Nacional.

C)35 pesos es el pago por registrar las pistolas y rifles en la Sedena.

D)230 millones de armas de fuego se calcula que hay en Estados Unidos.