Viernes, 03 de Mayo 2024
México | Tren Parlamentario por Vicente BELLO

El que tenga oídos, que oiga

Tren Parlamentario por Vicente BELLO

Por: EL INFORMADOR

En la búsqueda del origen de la crisis económica se ha encontrado a la avaricia, la especulación, la imprudencia y la mala regulación monetaria y financiera; esto ha dicho ayer, en San Lázaro, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro. Como también ha dicho la representante del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) —Denise Dresser— por qué algunos países prosperan y otros se estancan. “Porque algunos promueven la equidad, y otros no”, decía en alusión directa a esos “cuellos de botella” en que se han constituido los monopolios, duopolios y oligopolios.

Era la continuación de la disección de la crisis. Se celebraba en San Lázaro la segunda sesión del foro México ante la crisis: ¿Qué hacer para crecer?

Si el rector había sido contundente, irrebatible y certero, la enviada del ITAM encarnaba el espíritu de un país, México, doliente y lacerado por esa mezcla siempre incorrecta —había dicho también— entre el Estado y el mercado.

La investigadora del ITAM dijo: “Hoy, México es un ejemplo clásico de lo que el Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiflitz llama ‘una mala encarnación del capitalismo’: el capitalismo de cuates; el capitalismo de cómplices; el que no se basa en la competencia o en la innovación, sino en la obstaculización”.

Más que debatir, era un foro de coincidencias. Hacía unos minutos, José Narro había afirmado que “resulta inadmisible que en México, después de cada crisis, se acentúe la desigualdad”.
El rector Narro precisó: “La crisis no se puede resolver inercialmente, y menos con aplicación de medidas similares a las que las produjeron. O realizamos cambios profundos, o repetiremos, tarde o temprano, los mismos problemas”.

De súbito, los rostros enrojecieron. Las miradas escapaban por los rabillos. Algunos aplaudieron. La mayoría, se estremecían. Otros, como Manlio Fabio Beltrones, ni aplaudía ni se movía; como petrificado, escuchaba el discurso de Denise como quien escucha los martillazos de demolición del viejo edificio donde se vive.

Denise Dresser: “Muchos en el gabinete de Felipe Calderón, y muchos en este foro hablarán del crecimiento como prioridad central. Más bien parecería que buscan asegurar un grado mínimo de avance para mantener la paz social, pero sin alterar la correlación de fuerzas existentes, sin cambiar la estructura económica de una manera fundamental”.

Pero apenas se daba vuelo la del ITAM: “Hoy, México está aún lejos de acceder a ese capitalismo exitoso, dinámico, democrático, donde el Estado no protege privilegios, ni cotos, ni elige ganadores, ni permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder de vetar las reformas que los perjudican. Ese capitalismo abierto donde las autoridades crean condiciones para los mercados abiertos, competitivos, innovadores que protegen mejores productos a precios más baratos para los consumidores, para los ciudadanos”.

México, seguía Denise, carga con esfuerzos fallidos de modernización de la economía durante 20 años. Esfuerzos que derivaron en la privatización, pero no en reformas que dinamizaran a la economía, con regulaciones de gobierno eficaces. Lo que sí prevaleció fue la discrecionalidad entre los empresarios que se beneficiaron de las privatizaciones y los funcionarios del Gobierno encargados de regularlos.

Que se recuerde, nunca antes un ponente había reventado así las palabras en plena cara de quienes gobiernan —más en el terreno de la simulación que en el de la realidad— al Congreso de la Unión.

“¿Quién gobierna en México?”, preguntaba Denise a esa plana mayor del Congreso liderada por Beltrones, Madero, Larios, González y Navarrete. “¿El Senado o Ricardo Salinas Pliego, cuando (éste) logra controlar los vericuetos del proceso legislativo, como lo hizo en el tema de los corresponsales bancarios?

“¿Quién? ¿La Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim? ¿Quién a Pemex? ¿Carlos Romero Deschamps o ustedes o una serie de intereses que no logran (ustedes) contener?”
Entonces decía que el problema surge “cuando ese modelo que hemos construido comienza a crear monstruos; cuando ese apoyo gubernamental a ciertos grupos y ciertas personas produce monopolios, duopolios, oligopolios y sindicatos rapaces que ya no pueden ser controlados. Criaturas que después amenazan con devorar ese Estado”.

Implacable, Denise siguió: “Sólo así se entiende la devolución gubernamental de 550 millones de dólares a Ricardo Salinas Pliego por intereses supuestamente mal cobrados, un día antes del fin del sexenio de Vicente Fox. Sólo así se entiende la posposición ad infinitum en el Senado de la República de una nueva ley de medios para promover la competencia en el sector. Sólo así se comprende que la reforma a Pemex deje sin tocar el asunto del sindicato. Sólo así se entiende la posibilidad de darle entrada a Carlos Slim a la televisión sin obligarlo a cumplir con las condiciones de su concesión original, síntomas de un Gobierno ineficaz, síntomas de un Gobierno doblegado. Un Gobierno que en lugar de domesticar a las criaturas que ha creado, ahora vive aterrorizado por ellas”.

El rector Narro, hacía unos minutos, también se había internado por el enmarañado sendero del viejo sistema político mexicano. “No es posible”, decía, “que en plena época de la economía del conocimiento, en plena era de la sociedad de la información, los ciudadanos comunes no tengan idea en torno a hechos que los afectan directamente”.

Es una paradoja, agregaba el incisivo rector, “que la información no sirva para prever los problemas y que los trabajadores tengan en riesgo una parte de sus fondos de retiro. Resulta inadmisible que quienes administran esos recursos tengan ganancias, mientras fracasan en su misión de administrar el dinero ajeno”.

Fue entonces cuando el rector de la UNAM complementó diciendo que la crisis actual “es estructural, pero está agravada por un pensamiento dogmático. Es necesario reconocer que no es exclusivamente una crisis de liquidez, y que su lógica financiera es resultado de una mala administración de riesgos. Es una crisis provocada, en su origen, por la avaricia, la especulación y la falta de prudencia, como por la mala regulación monetaria y financiera”.

Estuvieron allí también Armando Paredes Arroyo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Enrique Aguilar Borrego, del Congreso del Trabajo; Maxz Correa, secretario general del Comité Nacional de Organismo Rurales y Pesqueros; Natividad González, gobernador de Nuevo León, y, como moderador, el maestro Rolando Cordera.

El representante empresarial Paredes Arroyo ha presentado una larga lista de requerimientos, entre los cuales figura la propuesta de que Hacienda reduzca impuestos, o de plano los suprima, y que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también le baje al salvajismo con que suele cobrar. Incentivarían el empleo, prometió.

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