Martes, 16 de Abril 2024
México | El Cártel de 'La Familia Michoacana' es considerada como una de las organizaciones criminales más peligrosas que operan en México

'La Tuta', de profesor a capo de 'La Familia Michoacana'

Tras abandonar las aulas para sumarse a la delincuencia se convirtió en uno de los hombres más violentos de ese grupo criminal

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO.- De maestro a narco. Ese es el resumen de la historia de Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los cinco principales jefes de la organización criminal conocida como "La Familia Michoacana".

Tras abandonar las aulas para sumarse a la delincuencia se convirtió –según investigaciones de la Procuraduría General de la República ( PGR) y la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF)- en uno de los hombres más violentos de ese grupo criminal, al grado de ser capaz de asesinar sólo porque quien le leía las cartas del Tarot le revelaba supuestamente que alguien lo traiciona.

Encargado de las operaciones de "La Familia Michoacana" en la zona serrana y costera del territorio michoacano, a Gómez Martínez se le responsabiliza de masacres como las de los 12 policías federales en julio pasado y planificar estrategias mediáticas del grupo criminal para desacreditar funcionarios o hasta proponer públicamente pactos al gobierno federal, según las investigaciones contenidas en los expedientes de investigación PGR/SIEDO/UEIDCS/283/2009, PGR/SIEDO/UEIDCS/284/2009 e informes de la SSPF .

Sólo por debajo de Nazario Moreno González, El Chayo, y de José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez, La Tuta igualmente es señalado como promotor financiero de políticos. Un ex cómplice metido ahora a testigo protegido con la clave de Carlos reveló cómo Gómez Martínez a través de su hermano Luis Felipe apoyó la campaña de Jairo Rivas Páramo, El Jairo, para ocupar el cargo de alcalde en el municipio de Arteaga, su tierra natal y población en la cual logró ejercer un control absoluto sobre autoridades y policías.

Informes oficiales consideran al cártel de "La Familia Michoacana" como una de las organizaciones criminales más peligrosas que operan en México, pero cuyas redes y nexos han comenzado a aparecer en Estados Unidos, país donde apenas hace unas semanas se detuvo a más de 300 de sus asociados. Su expansión –de acuerdo con la PGR y la SSPF-- está asociada al empleo del terror y la violencia desplegada por células de sicarios que paulatinamente penetran en zonas cada vez amplias de Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Hidalgo, estado de México y el Distrito Federal.

De profesor a narco

Ante fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el hermano de La Tuta, Luis Felipe Martínez Gómez, El Güicho, narró como el ahora capo del narcotráfico dejó los salones de clase para dedicarse al narcotráfico.

"Cuando Servando tenía como 19 años se juntó con su esposa y se fue a vivir por Quiroga, donde dio clases ya que es maestro normalista. Cuando se separó se fue a vivir al rancho de su papá llamado `Medina´, el cual se encuentra a las afueras del municipio de Arteaga, ahí durante dos años cultivó la papaya, jitomate y maíz", comentó.

Después, añadió, Servando se fue a trabajar a unos ranchos de maestro y regresó posteriormente al pueblo. Tiempo después me di cuenta que tuvo un problema con una persona de apellido Barragán, quien cuando fue detenido dijo que en un rancho había un sembradío de mota y que era de mi hermano, pero era mentira porque lo dijo para que lo dejaran ir y porque mi hermano le caía mal.

Sin embargo, La Tuta ya había comenzado a tener vínculos con narcotraficantes de su entidad y que poco a poco fueron visibles para su propia familia. "Yo le dije a Servando que dejara eso, esas cosas y luego fue cuando me di cuenta que él estaba metido en el narcotráfico, relató su hermano El Güicho y quien fue detenido en agosto pasado en Arteaga en casa de sus padres, cuando la Policía Federal hizo un nuevo operativo en ese domicilio.

Tiempo después, contó, le volví a pedir a mi hermano que mejor diera clases, pues ya no estaba dando clases, pero él me contestó: "Tengo que seguir en esto porque ya no me puedo salir". El Güicho aceptó no conocer exactamente la razón por la cual su hermano siguió dentro del narco, pero lo que si sabía era que por encima de él estaban tres a cuatro personas para las que trabaja".

Me he dado cuenta de ello, subrayó, por el periódico y la televisión, donde han dicho los nombres de esas personas y a las que no conozco, yo sólo conozco de ellos a mi hermano. La última vez que vio a La Tuta fue el lunes 13 de julio pasado, cuando éste lo fue a ver a su casa por la madrugada. "Me pidió que por seguridad me fuera del pueblo. Yo le pedí que arreglara las cosas y me dijo que en eso andaba", indicó.

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