Gordillo tiene en 2008 un año de disputas

CIUDAD DE MÉXICO.- A punto de cumplir dos décadas frente al sindicato más grande de México, Elba Esther Gordillo Morales, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), tuvo por primera vez un año de disputas.

Todo se acrecentó por el llamado de ella misma a “armar los relevos generacionales” que implicó, entre otras cosas, la presentación e impulso de su nieto René Fujiwara Montelongo a su círculo político más cercano.

En más de tres ocasiones arremetió en contra de la secretaría de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, por la falta de experiencia y conocimiento del tema educativo. Por primera vez en la historia del SNTE, en este año que termina la profesora negoció de forma previa con el Presidente Felipe Calderón el incremento del salario de casi un millón y medio de maestros.

El Día del Maestro era un día de luto más que festivo, toda vez que fue justamente un 15 de mayo que murió Montelongo (su esposo afectado de un riñón y a pesar de la donación que le hizo ella), cuando tenían poco más de un año y meses de matrimonio y una hija, Maricruz. Ese hecho trastocó su vida e hizo que viajara a la Ciudad de México trabajó como maestra de Historia, recepcionista y hasta mesera. En 1965 encontró lo que buscaba, una plaza en una escuela primaria en Nezahualcóyotl donde pasó tres décadas. En enero de 1973 la delegada Gordillo rebatió públicamente al entonces dirigente del SNTE Carlos Jongitud, quien al ver la garra de la profesora instruyó “a ver traíganme a esa flaca”. En 1989 por decisión del presidente Carlos Salinas de Gortari la designan secretaria general del SNTE.

Para entonces ya se había casado por segunda ocasión con Francisco Arriola, quien manejó las finanzas del sindicato, con quien procreó a su segunda hija, Mónica.

Ha sido senadora suplente, diputada federal en tres ocasiones y delegada por la Gustavo A. Madero.

El “regalo” de las Hummer que hizo en principio, Elba Esther Gordillo Morales, como presidenta del SNTE a 12 de los dirigentes sindicales la noche del 11 de octubre en Hermosillo, Sonora, hizo de éste uno de los acontecimientos que más llamó la atención este año.