GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2017).- A casi dos años del inicio de la administración, por el Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara han desfilado las ocurrencias de los regidores tapatíos.En junio de 2016, Ángeles Arredondo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), impulsó una propuesta para declarar a los buñuelos del Santuario como patrimonio cultural y ayudar a los vendedores, afectados por las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, con un subsidio. Fue aprobada y se publicó en la Gaceta Municipal en diciembre pasado, pero los términos establecidos en el dictamen no se han cumplido.“Lo que señala el acuerdo municipal es que se instruye a las direcciones de Turismo y de Cultura para que de manera conjunta en un plazo de 60 días naturales se desarrollara un programa para garantizar la elaboración y comercialización de los productos. Pero ya pasó este plazo y no se ha presentado este programa”, reclamó la priista.Ese mismo mes, la síndica Bárbara Casillas exhortó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para la promoción de productos de higiene femenina responsables con el medio ambiente luego de que la dependencia federal lanzó una alerta sanitaria en contra de la copa menstrual.“Deberíamos hacer un esfuerzo porque las mujeres conozcan estos métodos alternativos. No sólo es un asunto de mujeres, sino del medio ambiente porque los métodos tradicionales contaminan mucho”, destacó Casillas.Este año, Enrique Israel Medina, de Movimiento Ciudadano (MC), propuso la impresión de separadores de libros con el himno de Jalisco. El requerimiento fue enviado a comisiones para su análisis y dictaminación.Hasta el 6 de julio, el cabildo, que se compone de 19 ediles, la síndica y el presidente municipal, ha presentado 397 iniciativas de las cuales 41 son intrascendentes para el ejercicio de gobierno.
