GUADALAJARA, JALISCO (15/ABR/2017).- Como muestra de arrepentimiento por haber permitido la crucifixión de Jesús un día antes en el Viacrucis, los habitantes de San Martín de las Flores organizan la tradicional Cuereada, con la participación de Óscar Cervantes, quien la hace de Judas Izcariote en la Judea. “Es el arrepentimiento de los soldados y de Judas por haber traicionado al maestro”, señalan.Dagoberto Haro, uno de los asiduos asistentes espectadores, describió el sentido de este acto. “Yo soy de aquí de San Martín y desde que tengo uso de razón he estado viniendo a la Judea. Los que representan a los soldados romanos en el Viacrucis aquí les llamamos ‘judíos’, entonces esto es para limpiarse un poco por el pecado que han cometido al crucificar a Cristo. Es una limpieza de pecados azotarse con la soga”.Las reglas son sencillas, dos bandos se colocan en los extremos de una tarima y cuando comienza la música corren al otro extremo y se regresan en dos ocasiones. Cesa la música y los hombres se encuentran en el centro para darse con mecates de ixtle. Generalmente se forman parejas que se azotan entre sí.Son seis rondas: dos de varones, dos de mujeres y dos más de niños. La primera es de los soldados romanos, y a partir de la segunda participa el público en general.La multitud se abrió a las 11:20 para dar paso a los primeros contrincantes. “Esto no se hace en ningún lado, es parte de San Martín para todo el mundo”, dijo el locutor en el altavoz. Empezaron entonces a fustigarse frenéticos.Concluyó la primera ronda y se preparó la siguiente. En esta ocasión se subió un hombre que le pegaba al que se encontraba por la espalda y le caminaba para que no vieran quién fue. Al menos le dio dos vueltas a la tarima sin que le pegaran hasta que un agraviado que sí alcanzó a voltear se fue detrás de él y lo comenzó a cuerear.Siguió la primera ronda de mujeres por lo que los varones bajaron para ofrecer sus mecates a las mujeres, que ni tardas comenzaron a darse de mecatazos. A juicio de algunos, ellas se dieron con más vigor de mecatazos, lo mismo que los niños que siguieron pues en cada tanda subían como 30 que se abalanzaban frenéticamente. Al concluir la cuereada, explicó una mujer, se abre la Gloria por lo que la tradición manda mojar a todos.Con este acto concluyó la Judea, que en 2017 sumó 223 años de ser representada.EL INFORMADOR / SERGIO BLANCO / PABLO MIRANDA
