GUADALAJARA, JALISCO (23/NOV/2016).- Érika Sevilla es madre de Montserrat Gómez, una niña que padece el Síndrome de West, enfermedad neurológica epiléptica, en la que se presentan convulsiones y retraso en el desarrollo psicomotor. Ella es la primera paciente en Jalisco que obtiene una receta para recibir tratamiento con aceite de cannabidiol, sin embargo, la burocracia ha trabado el proceso.En primer lugar, la familia de Montserrat debía conseguir una receta donde se especificara la necesidad del tratamiento, pero este documento sólo lo expiden nueve médicos en el país. Es por ello que debieron trasladarse a la Ciudad de México. Una vez valorada la niña y con la prescripción en mano, regresaron a Guadalajara para comenzar el trámite en la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios en Jalisco (COPRISJAL), a fin de obtener un permiso para el uso medicinal del cannabis.“Me piden 11 hojas súper enredosas. Se dice muy fácil, pero si a mí me dan algo y me dicen ‘llénalo’, la verdad creo que es muy difícil. Me piden temperatura, almacenamiento (del producto), cosas que yo digo ‘¿de dónde saco esa información?’. Después de llenarlas, voy a COPRISJAL y me dicen: ‘Estos papeles se van a mandar a México porque aquí no tenemos la autoridad para darles la solución’. Entonces, es más tiempo de espera”, señala la madre de Montserrat.