Mototaxistas se reparten Tlajomulco

GUADALAJARA, JALISCO (30/JUL/2016).- Esta semana, los representantes de una cooperativa que aglutina a 477 mototaxis en 24 comunidades de Tlajomulco se reunieron para repartirse el territorio.  Uno de los presentes, Gerardo Mora Barreto, contó que en la junta determinaron “cerrar espacios” para que no hubiera intromisiones de los conductores en comunidades ajenas. Por ejemplo, se acordó que un mototaxista de la organización podrá llevar a un pasajero de Santa Anita a San Agustín; sin embargo, al llegar al destino tendrá que regresar vacío. Si el chofer no cumple, será expulsado de la organización.

Los mototaxis de cada una de las 24 organizaciones se identificarán por un color que llevarán pintado en la cubierta que acompaña a los fanales del vehículo. Algunos de estos puntos son la cabecera municipal, San Agustín, Santa Anita, Santa Fe, Chulavista, San Sebastián, Cajetes, Agua Blanca y Ocotes.

De esta forma, el gremio busca autorregularse en un momento en el que la Secretaría de Movilidad de Jalisco pretende solucionar el problema que generan, pues desde su perspectiva son irregulares e inseguros.

Durante una visita a un centro de operaciones ubicado en Santa Fe, Mora Barreto explicó que este espacio “ordenado” cuenta con cuatro mecánicos, dos lamineros y dos eléctricos que se encargan de dar mantenimiento a los vehículos, que llegan cada 22 días.

Allí se encuentra la información de los mototaxis y los choferes. Los conductores que operan en la cabecera municipal deben acudir a este lugar para pagar una “liquidación” que va de los 200 a los 250 pesos diarios.

Debido a que desde hace un año y medio han aumentado los robos de mototaxis (13 hasta el momento), la organización impulsó la colocación de sistemas GPS en las unidades. Gerardo Mora estimó que actualmente 50% de las unidades cuenta con un dispositivo que permite conocer su ubicación exacta.

Y presumió que llegó a un acuerdo con la Policía de Tlajomulco para que detenga a los mototaxis de su organización (se identifican con una calcomanía) que circulen de las 00:30 a las 05:00 horas. Afirmó que uno de los principales reportes que recibe es que hay choferes que transitan en un horario no permitido y bajo los efectos del alcohol.

El pasado 19 de julio, este medio de comunicación publicó que los representantes de los mototaxistas solicitaron al Gobierno del Estado que les permita trabajar en orden, pero la Secretaría de Movilidad no les dio una respuesta. Incluso intentaron adaptarse a los nuevos lineamientos y compraron vehículos “de última generación”, pero los pasajeros los rechazaron.

En todo el Estado

Un distribuidor de mototaxis en la ciudad afirmó que vende al mes, en promedio, 60 unidades. Sin embargo, destacó que a su negocio llegan cada día nuevos compradores cuya intención es ofrecer traslados en mototaxi en municipios que están fuera de la metrópoli. Aseguró que, desde diciembre de 2015, siete de cada 10 mototaxis son comprados por habitantes de Autlán de Navarro, Ameca, Tala, Tepatitlán, Arandas, Ixtlahuacán de los Membrillos, Talpa y Tecolotlán.  

REFUERZAN OPERATIVO EN AVENIDAS

Al corralón, 44 vehículos

Desde hace dos semanas, Movilidad (Semov) ha retirado 54 vehículos que brindaban traslados en vías primarias y en zonas donde ya se cuenta con servicio de transporte público: 44 de estos son mototaxis y el resto coches compactos y tipo Van.

El director de Transporte Público, Gustavo Flores, destacó que las 54 unidades fueron aseguradas en los municipios de Zapopan, Tlajomulco, El Salto y Tonalá. Y continuará con el operativo en las avenidas Adolf Horn, Tabachines, Prolongación Federalismo, Prolongación Alcalde, Periférico, Carretera a Tesistán y Carretera a Colotlán.

Flores agregó que la segunda etapa de este plan para retirar a los mototaxis comenzará en diciembre, cuando definan la cuencas de servicio que tomarán su lugar con camionetas tipo Van.

Además, la Fiscalía General ya tiene listo un calendario de operativos que se realizarán de forma constante para verificar que los mototaxis no carguen drogas, que los choferes no tengan órdenes de presentación y que los vehículos no tengan reportes de robo. Desde el 12 de julio, se reforzó las revisiones a los mototaxis. Ambas acciones, llevadas a cabo el 12 y el 14 de julio, se planearon luego de la muerte de dos mototaxistas: uno asesinado a tiros en Avenida Brasil y Ecuador, en Chulavista, el pasado 4 de julio; y otro que el 11 de julio, en Nueva Santa María, Tlaquepaque, apareció sin vida, maniatado y con marihuana entre su ropa.

El fiscal central, Rafael Castellanos, afirmó que durante estas inspecciones se checaron 150 mototaxis y no se encontraron anomalías. Remarcó que hasta el momento no tienen registro de denuncias por la venta de droga en estos vehículos.

Sin embargo, a mediados de junio, el presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus, aseguró que han recibido reportes en los que se señala que a bordo de algunos mototaxis se distribuye droga.

RETAN A LAS AUTORIDADES

“A ver… que metan una Sprinter aquí”

Para el mototaxista Andrés Blanco, las camionetas para 20 pasajeros que el Instituto de Movilidad eligió para sustituir a los mototaxis en los polígonos definidos como “Cuencas de Servicio”, tendrán que batallar con el suelo imperfecto de Santa Anita.

“A ver… que metan una Sprinter (tipo Van) aquí”, reta Andrés mientras cruza lentamente una alberca de lodo que se formó en una de las calles de la Colonia Las Pomas, en Tlaquepaque, en donde seguido acude para recoger a tres clientas que lleva al centro de salud o al supermercado.

Andrés es representante de 90 mototaxistas que trabajan en Santa Anita. Durante la visita que este medio de comunicación realizó al centro de operaciones que tiene una cooperativa de mototaxis en Tlajomulco, el conductor ofreció un recorrido por las calles de la comunidad para que las personas se enteren de las condiciones en las que trabajan él y sus compañeros.

Así como Andrés debe batallar con algunas vías para ayudar a que la gente se mueva dentro de él, Sergio de la Rosa resalta que “en contadas ocasiones” hay clientes que le piden que los lleve a la cabecera municipal. Después de rodear por San Sebastián, el conductor debe tomar vías rápidas. Explica que cada traslado tiene un costo de 15 a 40 pesos.

VIAJES DE HASTA 120 PESOS

Una de las ideas que acompañan el recorrido a bordo de un mototaxi por algunos fraccionamientos de Tlajomulco es que estos vehículos son necesarios porque los camiones son insuficientes para cubrir la demanda de transporte de los habitantes del municipio.

“Ya quiero ver que un camión deje a las personas en la puerta de su casa. O que un padre de familia permita que su hija camine por estas callecitas a las nueve de la noche”, reta el mototaxista Andrés Blanco mientras recorre Chulavista en un mototaxi.

En Chulavista y Los Alcatraces, en avenidas como Lomas del Mirador, frente a los umbrales de los fraccionamientos Cima del Sol y Valle de Tejeda, entre edificios abandonados y casas vandalizadas, los mototaxis trajinan para llevar a las personas a sus casas, a las escuelas, a los supermercados, a sus lugares de trabajo o hacia otros puntos donde pasan las unidades del transporte público.

Pero también trasladan a cuatro personas a pesar de que en su interior sólo hay espacio para tres. Cargan perros, bolsas de mandado y familias al mismo tiempo. Los mototaxistas más temerarios transitan por vías rápidas y los más avezados se suben a las banquetas para esquivar un bache o un perro vagabundo.

Hay unidades que llaman la atención por su sistema de sonido, que hace que retumben las ventanas de las casitas por las que pasan; o por su decoración: una calcomanía inmensa de Tony Montana, personaje de la película Scarface, en la parte frontal del vehículo.

Hay mototaxistas que sobresalen por lo costoso de su trabajo. Hay unos que cobran 100 pesos por un viaje desde un supermercado ubicado en la cabecera municipal hasta otro alzado en la entrada de Santa Fe.

Hay otros que se aventuran y cruzan fronteras. En Santa Anita, Tlaquepaque, uno reconoció que ha llevado a personas desde este punto hasta la cabecera municipal por 120 pesos. Para hacerlo, tiene que pasar por vías rápidas en las que aumentan las posibilidades de un accidente.

El mototaxi en el que se realizó el recorrido tenía dos asientos para recibir hasta seis personas y estaba descapotado. El chofer que lo manejaba respondió que en días festivos lo adornan y le ponen “sonido” para que llame la atención.

Mora Barreto acentuó que ellos han buscado, sin éxito, mejorar los vehículos. Hace cinco años, debido a una petición de la administración de Emilio González Márquez, Mora Barreto compró 10 mototaxis cerrados en la India. Sin embargo, las unidades no fueron “bien recibidas” por los pasajeros, quienes prefirieron los actuales mototaxis por la comodidad.

En el centro de operaciones que encabeza Mora Barreto hay dos, uno negro y otro rojo. Ambos están arrumbados en un tiradero de mototaxis viejos.  

Los dueños de este servicio ilegal también buscan emplear a adultos mayores y personas con discapacidad. Dionisio Morales, mototaxista desde hace cuatro años, perdió una pierna en un accidente de trabajo cuando tenía 11 años. Gerardo Mora le ofreció trabajo cuando supo que el joven de 22 años trabajaba descargando camiones de cemento.

Un distribuidor de mototaxis en Tlajomulco explicó que un vehículo de estos tiene una duración de seis años. Pero en Tlajomulco apenas aguantan dos.

Mora Barreto acentuó que él los renueva cada 14, 16 o 18 meses, dependiendo del uso que les dé cada chofer. El representante de los mototaxistas de San Agustín agregó que los defectos del terreno lo obligan a comprar nuevas unidades cada ocho meses. El costo de cada mototaxi en promedio es de 65 mil pesos.

El distribuidor de mototaxis, quien pidió el anonimato, aseguró que los pasajeros no se quejan por la calidad del servicio ni porque exista el riesgo de un accidente, sino por el precio de los traslados. La idea de que los mototaxis existen porque son necesarios, y son necesarios porque no hay suficientes unidades del transporte público, vuelve a aparecer en las palabras del distribuidor, de Gerardo Mora Barreto, de los choferes y del estudiante que tiene tanto rato esperando el camión que cuando lo ve deja de hablar y se apresura para que no se vaya. Si se va, quizá deba tomar un mototaxi para alcanzarlo.

VOCES

A favor y en contra

La gente está muy acostumbrada a las motos. Es un transporte seguro. Simplemente se necesita que las personas sean conscientes en su trabajo.

Dionicio Morales, mototaxista de 22 años.

El servicio que ofrecen los mototaxis es un poco riesgoso. Regularmente me cobraban 60 o 70 pesos para ir a San Sebastián, siendo que ellos, de gasolina, con 180 pesos llenan su tanque. Prefiero un taxi.

Eduardo Cueva, usuario del transporte público.

Los mototaxis son necesarios en caso de una emergencia o de otra circunstancia. Me parece riesgoso cuando van por lugares muy feos. Es mi última opción. Por 300 o 400 metros me han cobrado 30 o 40 pesos.

José Isaías Pérez, usuario de mototaxis.

Manejan demasiado fuerte. Hace dos meses iba en una moto con mis dos niñas. El muchacho dio la vuelta bien cerrada, porque quiso ganarle a un camión del transporte público, y derrapó. Por allá fuimos a dar.

Mayra Viridiana Sierra, ex usuaria de mototaxis.

Para mí están bien los mototaxis porque yo estoy lesionado de mi rodilla. Voy a mi trabajo y un mototaxista me lleva a las ocho. Él es el único que me lleva y a veces me recoge. Todos quisiéramos que nos cobraran barato.

Roberto Gaytán Sandoval, usuario de mototaxis.

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