Jueves, 25 de Abril 2024
Jalisco | La madre de una de las víctimas lamenta la falta de 'movimiento' en las indagatorias

Sólo un detenido, a tres años del homicidio de Andrés y Luis

Al asumir como jefe de la Fiscalía, Almaguer encargó la investigación del caso a un grupo especial

Por: EL INFORMADOR

Uniformados en la búsqueda de Andrés Barba y Luis Ortiz en el rancho La Cebada, dentro de La Primavera, en 2013. EL INFORMADOR / ARCHIVO

Uniformados en la búsqueda de Andrés Barba y Luis Ortiz en el rancho La Cebada, dentro de La Primavera, en 2013. EL INFORMADOR / ARCHIVO

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUN/2016).- A tres años del homicidio de Andrés Barba Olivas y Luis Antonio Ortiz Guerra, cuyos restos fueron encontrados el 2 de julio de 2013 en el rancho La Cebada, en el Bosque La Primavera, la Fiscalía General sólo ha detenido a un joven por secuestro, Issac, y lo hizo cuando se hallaba Luis Carlos Nájera al frente de la dependencia.

“No ha habido movimiento en las investigaciones, son prácticamente tres años sin resultados”, lamentó la madre de Andrés Barba, quien pidió omitir su nombre.

Tras la desaparición de los jóvenes, sus familias han recibido información de manera anónima y la han proporcionado a la Fiscalía con el fin de acelerar las indagatorias, pero más que avanzar, presumen que buscaban detenerlas. Por ejemplo, al pedir ayuda a Estados Unidos, pues Andrés Barba tenía doble nacionalidad: “El lunes (24 de junio de 2013) mi esposo va al consulado y levanta la denuncia y en la tarde ya teníamos en nuestro domicilio a Nájera diciéndonos que le paráramos, y no fue una vez, sino tres o cuatro las ocasiones que fue (a su domicilio)”.

Después de hallar los cuerpos, Nájera decidió que el contacto con los padres sería a través de la entonces fiscal de Derechos Humanos, Lizzeth Hernández, pero cada vez que la familia le llevaba información valiosa, ella sólo cuestionaba de dónde habían sacado los datos.

La familia quiso contratar abogados, pero declinaban al ver el expediente. La última asesora legal que tuvo fue franca con la madre: “Me dijo: ‘¿Sabes qué? No va a proceder, se llegó a la detención de este chavo para que ya la familia se aplaque”.

Cuando Eduardo Almaguer tomó el cargo de la Fiscalía, los padres se reunieron con él. Fue entonces cuando el fiscal encargó la investigación del caso a un grupo especial.

El problema es que el equipo de dos ministerios públicos y un policía investigador cambió y los padres no han visto aún novedades. “Hoy en la mañana (el jueves pasado) hablé con el policía investigador y me dice: ‘Ay, señora, la semana pasada ya volví a pedir información de Sinaloa. Hablé con mi jefe y me dice que le dé para adelante”, relata la madre de Andrés. “¿Cuántos meses tenemos dándole para adelante y no haces nada?”, cuenta que respondió al policía.

REPRESALIA

Internados en La Primavera

Investigadores encontraron los restos de los adolescentes Andrés y Luis a 600 metros de la finca donde los asesinaron. La Fiscalía indicó que el crimen obedeció a que los dos adolescentes hicieron mofa de otro en la escuela a la que asistían con el  hijo de José Ángel Carrasco Coronel, el “Changel”, razón por la cual el hijo urdió el engaño en represalia.

FISCAL DE DERECHOS HUMANOS

Ex funcionaria arrumba expediente

Tras la salida de la anterior fiscal de Derechos Humanos, Lizzeth Hernández, en septiembre de 2015, quien ocupó su lugar, Dante Haro Reyes, revisó la documentación y descubrió un expediente debajo de su escritorio con información del homicidio de Andrés Barba Olivas y Luis Antonio Ortiz Guerra.

“Ah, sí, ya le dimos salida... Había información y dije: ¿por qué la tienen aquí abajo?”, confirmó Haro.

La madre de Andrés Barba, uno de los menores asesinados, comentó que tras el hallazgo, el fiscal se puso en contacto con la familia.

“Él me buscó porque le llamó la atención hallar el archivo del caso en el piso, debajo del escritorio, y no en la oficina donde debía estar. Primero debió haber estado en la oficina de Desaparecidos porque así se empezó a manejar, después en Homicidios, y a él le llamó la atención que todo ese tiempo, dos años y medio, estuviera bajo su escritorio ese archivo”.

Haro Reyes aclaró que los documentos no se trataban del expediente completo del caso, ya que éste sí se hallaba en la Fiscalía Central en el área de Secuestros y Homicidios. Sin embargo, solicitó datos del caso al darse cuenta que las investigaciones estaban “aletargadas”.

Supone que los papeles estaban en ese lugar por si se requería dar algún seguimiento al caso que competiera a su área. Sin embargo, la madre de Andrés Barba aseveró que el anterior fiscal, Luis Carlos Nájera, derivó todo el seguimiento y contacto de los familiares con la Fiscalía General a través de Lizzeth Hernández, quien se suponía que le daría los pormenores del avance de las investigaciones, lo que no ocurrió.

Haro Reyes afirmó que se dará a la tarea de acelerar indagatorias.

CRÓNICA

De la ciudad a La Cebada

“La orden ya está dada”


Los padres de Andrés Barba Olivas conocieron la historia de cómo y por qué fue asesinado su hijo junto con su compañero de escuela, Luis Antonio Ortiz Guerra, gracias a llamadas anónimas que recibieron e indagaciones por sus propios medios, además de declaraciones ministeriales que lo constatan.

El crimen ocurrió justo hace tres años: el 21 de junio de 2013 en el predio conocido como La Cebada, en el Bosque La Primavera. Los padres de Andrés relataron los hechos que involucran a dos hijos de José Ángel Carrasco Coronel, el “Changel”, preso por delitos contra la salud, como presuntos autores intelectuales que, tres años después, no han sido localizados.

El 2 de julio de 2013, tras ubicar y entregar a un juez de menores a uno de los inculpados en el hecho, el fiscal general Luis Carlos Nájera declaró que ambos adolescentes victimados se habían burlado del hijo de el “Changel” y que la venganza era en contra de los dos, lo cual contradice la declaración del único detenido por el caso hasta ahora.

Hacía tiempo que Luis Antonio conocía a uno de los hijos de el “Changel”, Leonardo C., pues eran compañeros en la escuela. En una ocasión coincidió que ambos acudieron a la reunión que detonó todo.

“Yo recibí una llamada anónima”, relata la madre de Andrés. Y describe: “Estaban en una fiesta y llegó Luis, y que Luis le echó carrilla a Leonardo y eso fue lo que le molestó a Leonardo, y planearon hacer eso Leonardo C. y José Ángel C. (hermano mayor de Leonardo)”.

El plan era vengarse de Luis Antonio por sus burlas, por lo que Leonardo y su hermano acudieron con sus tíos para planearlo.

El “enganchador”


Fue un tercer joven el instrumento utilizado por quienes planearon atentar contra Luis Antonio: Isaac Á. (ahora mayor de edad) quien, según sus declaraciones, no sabía las intenciones de los homicidas. Isaac es el único capturó la Fiscalía General con Nájera al frente.

Isaac conoció a Leonardo y a otro amigo de su edad, Andrés V., en un colegio en Chapalita. Por Leonardo contactó a un mayor de edad, el “Moncho”, quien le consiguió mariguana. El consumo de la droga fue su vínculo con los dos adolescentes.

Según la declaración de Isaac, Andrés V. y Leonardo planeaban un “levantón” y lo eligieron para ayudarles. Así, 15 días antes de los hechos, Vega Tovar se reunió con Luis en una plaza del cruce de Patria y Moctezuma donde le ofreció la posibilidad de trabajar para la delincuencia.

“Le decía que lo ‘aguantara’ porque las cosas estaban muy ‘calientes’ y que pronto iba a haber una fiesta para que conociera al ‘patrón’ y ya comenzar a trabajar, y luego luego me imaginé que era el truco para que cayera”, según se lee en la declaración de Isaac en el expediente EI/325/2013, ante la Agencia Especializada para Adolescentes.

El “levantón”

Dos semanas después, el 21 de junio, Andrés le dijo a su madre que Luis los acompañaría a comer pues se vería con unos amigos en un centro comercial cercano. Cedió con la condición de llegar antes de las 17:30 horas. El padre los llevó a la plaza. Fue la última vez que los vieron con vida.

En el lugar Isaac contactó visualmente a la víctima, a la que tenía que conducir al taxi que los esperaba. “Luis iba acompañado de otro chavo como de su edad, el cual tenía puesto un pantalón de color oscuro y una playera de manga corta, por lo que lo saludé ya que a mí Andrés V. no me había dicho que iba a ir acompañado y pensé en que no me lo iba a llevar, pero como el chavo no se separaba de Luis Antonio, pues les dije que ya nos fuéramos y nos salimos caminando hacia donde habíamos dejado estacionado el taxi”.

El vehículo era conducido por Javier, al parecer tío de los hermanos Leonardo y José Ángel. Éste llamó por teléfono para indicar que ya salían de la plaza. Sólo ellos cuatro a bordo se dirigieron al estacionamiento de un supermercado en Mariano Otero y Periférico donde se vieron con otro sujeto que llegó en una camioneta Ford negra de modelo atrasado al que apodaban el “Chichi”.

Javier, el conductor del taxi, les dijo que se tenían que ir en la camioneta porque el auto no podía entrar al bosque y todos subieron al vehículo. “Hasta ahí todo iba normal porque los muchachos sabían que íbamos a una fiesta, lo cual no era cierto”.

Los asesinatos

Cuando llegaron al rancho La Cebada descendieron todos de la camioneta donde se encontraron con otras dos personas: “El Moncho” y “El Indio”, según la declaración de Isaac.

“Se le acercó ‘El Moncho’ a Luis Antonio y le dio un golpe en el cuello con la mano, y Luis Antonio se quejó del golpe y se hizo para atrás y Andrés Barba se quedó parado y no dijo nada, por lo que en eso se acercó ‘El Indio’ a Andrés Barba y lo agarró del cuello y lo metió a un cuartito donde estaban dos cuatrimotos y herramientas y un banquito de madera y asimismo había dos sillas blancas de plástico y entre ‘El Indio’ y ‘El Moncho’ les quitaron sus playeras y los sentaron (…) y les amarraron las manos y los pies con cinta canela y en los ojos y en la boca”.

“¿A quién le voy a creer, al que me da de comer o a ti? La orden ya está dada”, le dijo “El Moncho” a Luis Antonio al tiempo que le ordenaron a Isaac que llevara a Andrés a otro cuarto.

“Escuchaba como forcejeos y quejidos ya que estaban golpeando a Luis Antonio y como a los siete minutos de escuchar estos quejidos me habló ‘El Moncho’ y me dijo ‘ya pasa a ese güey’, refiriéndose a Andrés, y lo pasé al cuartito y vi que Luis Antonio ya estaba con una cuerda plástica amarilla en su cuello”.

Ya muerto el primer joven le pidieron a Isaac que sentara a Andrés pues era su turno. Esto consta en su relato: el “Moncho’ agarró un palo grueso de madera como de un metro que estaba tirado y con ese palo le pegó en la parte de atrás de la cabeza y luego luego se le fue la cabeza como de lado, como inconsciente, y como yo estaba a un lado de él vi cómo ‘El Moncho’ y ‘El Indio’ lo empezaron a ahorcar con un lazo amarillo como el que tenía Luis Antonio en el cuello y nomás vi cómo Andrés Barba se jaló hacia atrás y mientras Javier el del taxi lo empezó a golpear con sus puños en el pecho y me dijeron que yo también le entrara, y yo lo que hice fue pegarle como unas cinco veces también en el pecho”.

Cuando dejó de moverse, el “Indio” agarró unos costales de alimento y le pidieron a Isaac que los ayudara a meterlos en ellos.

El “Chichi” ordenó quemarlos y que tiraran sus restos al cerro, pero el “Moncho” dijo que estaba difícil para hacerlo él solo, por lo que acordaron los dos hacer eso al siguiente día. Partieron del rancho y dejaron a Isaac en la casa de los que presuntamente ordenaron los homicidios. “Yo le dije a Leonardo C. que ya estaba listo el trabajo”.

Hasta el momento no existe ninguna orden de aprehensión contra los señalados por Isaac.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones