Viernes, 29 de Marzo 2024
Jalisco | Miguel Iván Alejo interpretó a Jesús en la Judea de San Martín de las Flores

Cuatro horas de tortura

Miguel Iván Alejo interpretó a Jesús en la Judea de San Martín de las Flores

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (26/MAR/2016).- Uno tras otro recibió los embates; y resistió. Cada varilla de madera que los centuriones estrellaban en su cuerpo irremediablemente se partía en dos. Algunos incluso continuaban golpeándolo hasta que las piezas se multiplicaban. Pero Miguel Iván Alejo, “Jesús de Nazaret”, soportó sin gritar… aunque no logró evitar que los más de 250 mil presentes notaran el crujir de sus dientes.

Salió a escena a las tres de la tarde. Diez minutos después ya era arrojado de lado a lado. A sus torturadores poco les importaba si eventualmente se estrellaba contra el suelo, con los fieles que estaban en el perímetro de seguridad o contra los policías que resguardaban el lugar.

“Dile a tu padre que te salve”; “así tratamos al ‘Rey de los Judíos’”, le gritaban. Uno que otro soldado enérgico incluso le escupió. La comitiva de actores que dio vida a la representación número 222 de la Judea en Vivo en San Martín de las Flores echó a andar una representación sumamente apegada a la realidad.

Tanto, que uno de los azotadores resbaló al tomar impulso para propinar el primer latigazo al Mesías, con un cordón que estaba bañado en un líquido rojo. “Así le va a ir mañana a ése, por manchado”, coincidieron dos de los asistentes al recordar el ritual sabatino de “La Cuereada”.

Miguel Iván puso a prueba la resistencia que ganó con su entrenamiento. Mantuvo un semblante sereno durante gran parte de la jornada, pero éste se desdibujó una vez que los torturadores colocaron la corona de espinas en su frente. Gritó. No logró ocultar la molestia y, desde entonces, el cansancio que ya padecía. Cayó al suelo tantas veces que la cuenta se perdió rápidamente.

Hacia las 17:50, el procurador Poncio Pilatos firmó su sentencia; 20 minutos después, Jesús ya cargaba la cruz de madera que llevaría al Monte Calvario; o en este caso, al Cerro de la Cruz. Pero para llegar a él demoró media hora más, pues antes había que sortear a los presentes que obstaculizaban su paso. Su sufrimiento terminó a las 19:00 horas, cuando en su último aliento pidió perdón para sus ejecutores. “Perdónalos, Padre: no saben lo que hacen”.

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