Jueves, 18 de Abril 2024
Jalisco | Deben publicar de quién reciben dinero público y en qué lo gastan

Los sindicatos ignoran Ley de Transparencia

Apenas cinco de 100 gremios en Jalisco que reciben recursos públicos han solicitado su incorporación a la plataforma Infomex

Por: EL INFORMADOR

El 17 de febrero terminó el plazo para que los sindicatos transparenten el uso que dan a los recursos públicos que reciben. EL INFORMADOR / F. Atilano

El 17 de febrero terminó el plazo para que los sindicatos transparenten el uso que dan a los recursos públicos que reciben. EL INFORMADOR / F. Atilano

GUADALAJARA, JALISCO (21/MAR/2016).- Aunque el 17 de febrero venció el plazo para que los sindicatos que reciben recursos públicos empiecen a cumplir con las nuevas obligaciones de transparencia, la mayoría sigue en la opacidad: solamente cinco organizaciones gremiales, de 100 que se calcula reciben recursos públicos, han solicitado su incorporación al Sistema Infomex.

Los sindicatos de trabajadores académicos y administrativos y de servicios de la Universidad de Guadalajara son los primeros en cumplir con sus obligaciones de transparencia al firmar, el mes pasado, un convenio con el Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales de Jalisco (Itei), para facilitar el acceso de cualquier persona a su información. El otro sindicato cumplido lo conforma el personal administrativo y médico de los Hospitales Civiles de Guadalajara.

Tras el cumplimiento del plazo, el Instituto señaló que los sindicatos públicos deberán de cumplir con las nuevas disposiciones de publicar de quién reciben dinero público y en qué lo gastan.

El problema es que el Itei ni siquiera tiene un listado de cuántos sindicatos reciben recursos públicos, pues el Consejo del Instituto votó el mes pasado un punto de acuerdo para pedirle a todas las entidades gubernamentales que informen a cuáles sindicatos destinan dinero, para tener con precisión el universo de los grupos gremiales que deberán de cumplir con las nuevas disposiciones.
Sin embargo, de más de 200 entidades gubernamentales (125 ayuntamientos, 64 organismos públicos descentralizados y al menos 15 secretarías) solamente 27 sujetos obligados han enviado información al Itei sobre sus sindicatos, detalló el organismo. De los 27 sujetos que ya respondieron, 16 entidades no tienen sindicato, mientras que 11 respondieron que sí cuentan con organizaciones gremiales.

“Podrían tardar semanas o meses en contestar”, advierte el Instituto. Por lo pronto, cualquier ciudadano que esté interesado en cuestionar a los sindicatos públicos podrá hacerlo... en las oficinas de cada uno para hacer la solicitud, pues no se cuenta con una plataforma electrónica habilitada como Infomex.

LA CIFRA
1,928


El Gobierno de Jalisco tiene identificados mil 928 sindicatos en el Estado, de los cuales una centena recibe recursos públicos. El resto son particulares.

GUÍA
Perspectiva global


El estudio “El sindicalismo en México ante el nuevo milenio: una perspectiva global”, revela las siguientes claves:

• Los sindicatos parecen contar con escasa capacidad para responder a las transformaciones que ha sufrido la sociedad en cuando al sistema de relaciones laborales como el asunto de la seguridad social, el retiro y las pensiones, por lo cual el sindicalismo está siendo azotado por muchos flancos.

• Uno de sus lados más débiles es la credibilidad en la representación, además de que ha quedado ajeno a la problemática de la mayoría de sus agremiados como la discusión en el país de la seguridad social y las pensiones, los bajos incrementos salariales, las condiciones laborales y contractuales.

• Se advierte una mayor pérdida del poder sindical como tendencia global, al que se le ha cuestionado no lograr adaptarse al ritmo de la modernidad y flexibilidad, pues algunos gremios continúan con prácticas clientelares, arribistas y antidemocráticas, además de ser poco productivos.

Se mantienen fuertes: Yerena

Los sindicatos en Jalisco se mantienen fuertes y los líderes de estas organizaciones no han perdido poder de manera general, consideró el secretario de la Federación de Trabajadores de Jalisco (FTJ), Rafael Yerena Zambrano.

“No todos estamos en la misma situación, habrá quienes habremos perdido y habrá quienes no hemos perdido poder… depende mucho de la relación que se tenga con la clase trabajadora”, opinó el líder cetemista que representa a 850 mil trabajadores agrupados en 400 sindicatos afiliados a la FTJ.

Explicó que no hay unanimidad para calificar a todos los representantes sindicales como malos o buenos, ya que existen excepciones de dirigencias, de liderazgos y de apreciación por parte de trabajadores y empresarios.

“Todos los sindicatos son buenos porque están creados para el mismo fin. Los líderes sindicales no todos somos buenos ni todos somos malos, hay quienes hemos actualizado la dirigencia y el liderazgo a los tiempos actuales… y hay quienes nos hemos quedado en la forma antigua”.

Sin embargo, apuntó que el liderazgo y poder que tuvieron en su momento los ex líderes cetemisma, Heliodoro Hernández Loza y Fidel Velázquez Sánchez,  “no hay quien los supere”.

El dirigente, quien en agosto próximo cumplirá 12 años en la representación del organismo y  buscará ser electo por un tercer periodo de seis años, mencionó que la Federación se ha adaptado a los nuevos tiempos y con la actual dirigencia nacional, la CTM retomará un rumbo innovador y más cercano a la base.

“La fuerza de los sindicatos no se ha perdido, puesto que los sindicatos están creados para la defensa y los intereses de los trabajadores”.

Desde el punto de vista del también diputado federal priista, es necesaria la presencia política del sector sindical en las cámaras y en los ayuntamientos. La prioridad debe estar la lucha social y sindical.

Consideró que la FTJ ha dado la batalla en los temas de seguridad social y salarios. En el tema de los ingresos, a pesar de los aumentos de sólo 4.2%,  en las revisiones contractuales la dirigencia ha estado a la vanguardia para buscar mejores percepciones y prestaciones, aseguró.

Uno de los principales retos que tiene el sindicalismo es buscar rescatar el poder adquisitivo del salario. Con relación al modelo corporativista en el sindicalismo rechazó que estuviera en crisis, ya que desde el punto ya no existe.

Añadió que su Federación es la organización sindical más fuerte en la Entidad.

LAS FRASES

"Todos los sindicatos son buenos porque están creados para el mismo fin. Los líderes sindicales no todos somos buenos ni todos somos malos, hay quienes hemos actualizado la dirigencia y el liderazgo a los tiempos actuales… y hay quienes nos hemos quedado en la forma antigua."

Rafael Yerena Zambrano, líder sindical y diputado.

"En cada lugar debería haber una remoción de dirigentes que no sean representativos de la masa trabajadora. Eso haría el cambio."

Ignacio Medina Nuñez, investigador de la UdeG.

"Los sindicatos no han logrado cubrir los nuevos tipos de trabajo… y de los que existían muchos se convirtieron en sindicatos talibanes para sobrevivir en una falsa concepción del derecho laboral y del espíritu y esencia de los gremios."

Raquel Partida, académica.


LA VOZ DEL EXPERTO
“No hay más conquistas laborales para ofrecer”

Ignacio Medina Nuñez (Investigador de la UdeG)


Durante los últimos 20 años, el sindicalismo en México ha mostrado signos de una “profunda crisis” por una razón muy simple: ya no tienen más conquistas laborales para ofrecer. Jalisco no escapa a esa lógica.

Desde el periodo gubernamental de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), el modelo económico cambió y se estableció una política salarial de topes que acabó con los logros significativos que otrora llenaron de prestigio a los sindicatos.

Hoy, un aumento inflacional por año del 3% o 4% no da razones de orgullo a los trabajadores... mucho menos destaca la labor del sindicato.

Aunado a ello, la globalización ha pasado desapercibida para éstos. El caso más concreto es la pelea entre Uber y el sistema tradicional de taxis, que puso en evidencia el descontento entre el gremio de taxistas y sus representantes.

“Cuando en este caso viene una competencia muy avanzada, lo que tenemos es que la oposición es demasiada retrasada: que se acabe el competidor, y no amoldarse a las nuevas tecnologías. Sería como si los carteros hicieran una protesta contra el correo electrónico. Los sindicatos, más que renovarse, quieren seguir en las mismas condiciones”.

Eso, agrega, hace que éstos pierdan más representatividad, pues sus demandas están “estancadas en décadas pasadas”.

A ello se suma la gran distancia que hay entre los líderes y la base sindical a la que, en la teoría, representan. “Su nivel de vida los hace ver más alejados al de sus representados”.

Pese a eso, considera que los sindicatos seguirán gozando de vida, en tanto el Estado continúe “cobijando a la burocracia sindical”, una constante que permanece particularmente con los líderes que “son fieles” a los intereses de éste.

“En la medida que sus líderes sigan siendo subordinados a cada Gobierno, hablamos de una estructura atrofiada. Se necesitaría una insurrección de representados en cada lugar de trabajo para acabar con ellos”.

Sumidos en el descrédito

El descrédito que en los últimos años han acumulado los líderes de los principales sindicatos en México no es fortuito. Lujos, compras, vida ostentosa y viajes constantes, han trascendido a tal grado de generar discrepancias, e incluso rupturas, entre sus agremiados.

La reputación de los sindicatos ha ido a la baja durante años. Las 59 Hummers que regaló la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo en 2008 a sus líderes de sección; su colección de bolsas de marca y su gusto por ropa y calzado de precios que difícilmente podrían costear los miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), desdibujaron la figura de liderazgo y colocaron al despilfarro en su lugar.

Pero fue hasta su arresto (febrero de 2013) cuando ese descrédito llegó a todos los líderes sindicales. La acusación por desvío de fondos —más de dos mil millones— para su uso personal, procedentes de las recaudaciones sindicales, también centró la atención en el uso que sus homólogos hacen con el dinero de los agremiados.

Víctor Flores Morales, el líder de los ferrocarrileros, por ejemplo, ha recibido críticas por el destino que tuvieron más de 568 millones de pesos que se descontaron a trabajadores jubilados para pagar un seguro de vida. Un fideicomiso que nació y se nutrió con el dinero de los trabajadores, pero que para el año anterior ya no existía.

Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana desde 1993, también ha nutrido una imagen negativa debido a los “regalos” que ha hecho a sus familiares. Entre éstos, destaca un Ferrari Enzo de edición limitada que dio a su hijo, José Carlos Romero Durán, y los viajes por el mundo que su hija, Paulina, ha hecho públicos a través de sus cuentas en redes sociales.

Pero además de su departamento, su yate y sus relojes de colección, Romero Deschamps saltó a la luz pública cuando se ventiló que 500 millones de pesos del sindicato que dirige fueron desviados para financiar la campaña del candidato priista, Francisco Labastida, en 2001. El caso incluso adoptó el mote de “PemexGate”, y costó mil millones de pesos en multa al PRI en 2003.

Napoleón Gómez Urrutia, quien está al frente del sindicato minero, fue investigado durante las gestiones de Vicente Fox y Felipe Calderón por el presunto desvío de 55 millones de dólares, lo que incluso le obligó a viajar a Canadá en calidad de exiliado. La Suprema Corte de Justicia de la Nación eventualmente declaró improcedentes las 11 acusaciones en su contra.

CRÓNICA
El careo con el líder…


“¡Si adentro del Congreso no nos representan… si vemos que uno solo de (los servicios de transporte en) la plataforma se regulariza, es para que esto se termine: que el sindicato se disuelva!”, gritó el taxista Ricardo Ureña.

El líder sindical Antonio Álvarez Esparza afrontó durante varios minutos críticas directas como ésa.

Soportó que sus representados incluso le quitaran el altavoz de las manos para exigirle a gritos una verdadera defensa del gremio de taxistas, ante la eventual regularización de servicios como Uber o City Drive. Lo peor: soportó que los aplausos fueran para sus detractores, y las rechiflas e insultos para él.

La tarde del pasado 8 de marzo, el secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) salió de la puerta principal del Congreso del Estado. La escolta de hombres trajeados que lo acompañaba rápidamente atrajo la atención de los taxistas, quienes estaban detrás de las vallas metálicas con las que era resguardado el edificio. Éstos comenzaron a gritarle.

“¡Pérate! ¡Ése es el que nos representa!”, dijeron algunos para tratar de acallar la rechifla que ya recibía su líder, quien fue abordado rápidamente por cámaras, grabadoras y decenas de taxistas inmediatamente después que salió del cerco perimetral instalado por la Policía del Estado.

“Todos tranquilos. Esto es justo lo que quieren los medios: que nos exaltemos”. Otro individuo ataviado en traje se acercaba cuidadosamente a cada núcleo en el que detectaba a trabajadores alterados para pedirles calma. Todo acabaría en minutos; su líder les daría una respuesta tras la reunión con diputados, a quienes exigían que Uber no se legalizara.

Pero no la obtuvieron. Al menos no la esperada. Cuando el representante logró llegar a las escaleras del Teatro Degollado pidió un altavoz y advirtió que comenzaría a hablar sólo hasta que toda la comitiva de líderes lo acompañara al lado. Esa demora provocó más molestia y un inicio complicado para su discurso.

— Vamos a participar en las mesas de discusión con los señores diputados — respondió.

— ¿No se arregló nada? ¡Oigan: dice que no se arregló nada! —, le reclamaron.

Les recalcó una postura ya conocida: “No a las plataformas”. La obviedad fue vista con desaire, y el representante mejor celebró la nutrida convocatoria para lograr algunos aplausos. Los obtuvo.

Pero rápidamente cambiaron los ánimos tras confirmar a los presentes que el dictamen continuaba bajo análisis entre los diputados. Los trabajadores del volante exigían resultados ese mismo día, y Antonio Álvarez no pudo darles una respuesta contundente en ese sentido. Fue nuevamente abucheado.

Con mil 800 vehículos amarillos estacionados en el Centro de Guadalajara y una ciudad paralizada, la defensa consolidada de taxistas clamaba victoria. No la obtuvieron. Sus líderes comenzaron a desaparecer del sitio, uno a uno… Hasta que un enfrentamiento a golpes provocado por el plantón desvió la atención y acabó con el intento de presión que suponía convertir el Centro Histórico de Guadalajara en un inmenso estacionamiento amarillo.

El recuento es que el pasado viernes el Congreso votó a favor de la legalización de Uber. Perdieron los taxistas.

Pelayo, el líder influyente

Juan Pelayo Ruelas es secretario de la Federación de Sindicatos de Empleados al Servicio de los Poderes del Estado, Municipios y Organismos Públicos Descentralizados en Jalisco desde hace 15 años. En 2009 fue reelegido en el cargo; sin embargo, la asamblea fue calificada como “amañada” por un sector, debido a que el líder convocó a una sesión extraordinaria en el marco del festejo del Día del servidor público, con el propósito de refrendarse en el cargo.

Ante su reelección, Pelayo Ruelas continuará como secretario general por otros seis años (plazo que se cumple este año), por lo que ya suma 15 años al frente de uno de los gremios locales más poderosos.

Alrededor de 20 sindicatos que conforman la Federación pretendían impugnar la reelección “por las irregularidades” presentadas. Además, señalaron al líder de recibir pagos del erario “sin dar explicaciones”.

Este medio le solicitó un informe del ejercicio presupuestal de 2014 y 2015 sin que haya rendido cuentas sobre su uso: “Los apoyos que nos dan los enfocamos para mantener la armonía entre las dependencias, buscar eventos deportivos sociales y culturales… en el evento sorteamos unos artículos, en ocasiones podemos sortear una casita o un carro y ahí se nos diluye mucho, y más con los eventos deportivos que tenemos permanentes”.

Con el Gobierno, dice, “no hay diferencias, seguimos recibiendo algo de apoyo que nos ayuda a mantener una comunicación y bonita relación entre los compañeros de todas las dependencias”.

Esta casa editorial publicó en marzo de 2012 que el Ejecutivo le entregó tres camionetas Suburban 4x2, Tahoe y Van 1000. Las primeras dos costaron un millón de pesos. La Suburban se compró en 2009, con valor de 496 mil 603 pesos, y la Tahoe (2007) costó 441 mil pesos. La tercera, 200 mil pesos.

Ante la reducción del gasto, Pelayo asegura que “tener el apoyo de algunos vehículos nos ayuda mucho, yo traigo siete vehículos comisionados, una camioneta que me permite moverme, gasolina ya no me dan pero lo subsanamos con nuestros propios recursos”.

Deben modernizarse

Especialistas coinciden en que el sindicalismo en Jalisco enfrenta enormes retos para adecuarse a los cambios en la industria y los nuevos modelos de productividad y trabajo.

“El sindicalismo en México ante el nuevo milenio”, publicado en el portal de datos abiertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subraya que el incremento del trabajo informal y del desempleo, da cuenta de la cada vez mayor pérdida de poder sindical.  

Raquel Partida Rocha, coordinadora de la publicación, considera que se requieren otras organizaciones que sí protejan las condiciones laborales del trabajador “desde un punto de vista moderno y adecuado a las necesidades del sistema productivo”.

Miguel Turriza, director de Egresos de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas de Jalisco (Sepaf), ha manifestado que es impostergable que los sindicatos se modernicen: “Los nuevos tiempos exigen un nuevo sindicalismo: uno que aporte a la sociedad ayudando a sus afiliados a capacitarse”.

El reto es lograr más difusión en los gremios sobre los beneficios de pertenecer a éstos. “La nueva economía exige aportarles a sus trabajadores y no ser una carga para ellos; es importante que ofrezcan un menú de servicios que permita el aglutinamiento de trabajadores y que pudiéramos alinear las prestaciones”.

En Jalisco “sigue prevaleciendo el sindicalismo tradicional, porque son una composición fuerte en la base de la estructura del Estado y del poder político”, dice Raquel Partida. Ejemplos de este sindicalismo son la CROM, CROC, CTM y el Sindicato de los Trabajadores de la Educación. Éstos “no han logrado dar el salto cualitativo a la modernización y la nueva estructura laboral”.

Explica que su comportamiento se enmarca en tres vertientes: la mayoría continúa con los anteriores esquemas de agrupamiento, se trata de un sindicalismo corporativo que controla a los trabajadores y que sirve al aparato político y productivo.

Y pese a que este sindicalismo sigue prevaleciendo, en años recientes se observa la aparición de otro sector que considera que los cambios son necesarios en las organizaciones. “Esto se aprecia más en el sector de los servicios que en la industria manufacturera, pues en este sector sí encuentras contratos más flexibles e incorporados a los procesos de globalización”.

Mientras la última vertiente es la de los sindicatos independientes que no pertenecen a ninguna central, aunque en Jalisco existen muy pocos organismos en esta categoría.

Los principales sindicatos en Jalisco

Central Sindicatos afiliados
CTM 797
CROC 481
No especificado 161
Independientes 142
CROM 105

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